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Pasaron unos años después de aquel suceso y todo mejoró, aquel instituto pasó a manos de la mejor amiga de Jinpachi Ego, éste mismo volvió a una vida normal junto a su hijo y esposo, con las grandes ganancias qué tenían podían vivir cómodamente por muchos años más, se quedaron en Japón ambos adultos pero su hijo volvió a Alemania y no solo él.

Kaiser junto a los demás alemanes habían vuelto a su país natal, se fueron a reunir con su amigo Omega y su nueva pareja, Yoichi si tomó aquel vuelo luego de aquella confesión pero, no se fue con su padre a su país natal sino qué se llevó a Rin con él.

Rin pudo haberse percatado qué la opinión del menor no era nada sencilla de cambiar y qué sería en vano rogar, así qué se armó de valor y pidió ser llevado junto a su amado, qué no importaba si el idioma no lo entendía, qué si después necesitaba un pasaporte no le importaba nada, más qué estar junto a su chico. Abordó aquel avión privado y viajo junto al bonito Omega, pudo haber visto una sonrisa dibujada en los padres del menor por última vez, antes de despegar y eso le alegró en gran manera.

Pasaría largos años en esa nueva tierra pero si era junto a su amado, nada podía ser mejor para él.

── ¿El próximo año será?

── ¿Por qué no mejor, en esta navidad?

── ¿Tantas ganas tienes de regresar?

── Si y no, solo quiero ir a contar algo especial.

── Bien, así será, en esta navidad regresamos.

El tiempo pasó muy rápido y nuevamente la pareja se veía abordando un avión, ambos habían planeado pasar la fiesta navideña junto a sus familiares y era buen momento para hacerlo, así qué cada uno aviso a los suyos e hicieron qué ambas familias se reunieran en una misma casa, desde hermanos y padres, hasta primos cercanos y muy lejanos, todos iban a estar reunidos en un mismo lugar conviviendo los unos con los otros si era posible, sin problema alguno.

Su hospedaje en un hotel no sería nada mal, apesar de haber sido invitado en la casa de su madre, tuvo qué haber negado esa invitación ya qué no quería ser una carga para ambos adultos.

Tendría una noticia qué dar.


(...)


Ya reunidos en aquel hogar, se escuchaba ruido por doquier, de conversación triviales a incoherentes, a teléfonos sonando con cada mensaje, todos los qué ahí se encontraban reunidos estaban en sus respectivos mundos, en sus respectivas labores y eso daba el toqué qué ambos querían, se sentaron en una silla al azar y mientras esperaban, pudieron ver la comida empezar a ser servida sobre la espaciosa mesa, hicieron una oración en agradecimiento y al acabarla, cada uno empezó a comer, disfrutando de los diversos y exquisitos sabores.

── Está comida es exquisita, ¿no es así Yoichi?~

── ¿Kaiser?

── Michael. ¿Desde cuándo eres tan frío conmigo?

── Uh, lo siento, pero no esperaba verte aquí. Pensé qué ibas a rechazar la cena de mamá.

── Ego-San me agrada mucho y no solo estoy aquí por eso, es por mi pareja.

── ¿Quién?

El rubio alemán, rio y miró de manera maliciosa a ambos chicos, mostrando en su dedo aquel anillo de oro símbolo del matrimonio, tomando la mano del otro chico qué se encontraba al lado suyo, decidió aclarar aquello, pero un aura asesina se extendía por todo el lugar: ── Es mí esposo, nos casamos hace dos años atrás.

── ¡¿Mi hermano?!

── Tú me quitaste a mi chico, así qué yo te quité al tuyo. Tómalo cómo un bonito intercambio, Rin.

── Ya ni Nagi era tan desgraciado.

Las risas de los chismosos se escuchó a la par, mientras estaban cada quién en lo suyo, nunca podían perderse de un buen chisme.

── Lamento decirlo Rin, pero eres tío.

La noche se volvió caótica pero pudieron llevarla nuevamente a control, fue una cena bastante única. Todos decidieron ir a aquel festival cerca de ellos y pasar a ver los fuegos artificiales, querían ir a disfrutar el cielo encendido de aquellos bonitos colores y aquella cómoda sensación de estar todos en familia.

── Madre.

── ¿Qué sucede hijo?

── Tengo algo qué decirte.

── ¿De qué trata?

── Yo...

El ruido de los primeros fuegos artificiales siendo lanzados al cielo y explotando en lo alto era el centro de atención del público.

── Estoy embarazado.

── ¿Qué?

── Si, Rin y yo tendremos una familia.

── ¿El inútil de mi primo tendrá un hijo tuyo? Qué molestia.

── Cállate, Nagi. Eres un envidioso.

── Lo qué digas Rin, me da igual. Han pasado cinco años desde qué se fueron, hasta ya se habían tardado.

La noticia del embarazo del Omega fue el centro de atención de todo aquel público qué escuchó muy atento, todos felicitaron al chico y mientras gritaron de alegría y aplaudían, el de azulejos fue abrazado con mucho cariño de parte de sus padres, quiénes lo felicitaron por tal noticia, ansiaban ya ver a sus nietos.

── Son gemelos.

En esos días festivos, nacerán aquellos nuevos individuos, bonitos cachorros qué en su futuro crecerán y se volverán en unos fuertes Alfas, cuidando de sus primos y amada madre.

Luego decidirán si volver a Alemania o quedarse eternamente en Japón, pero mientras, disfrutarán del cielo estrellado, de un vago recuerdo de cuándo eran jóvenes enamorados.

Por qué la vida para eso es, para enamorarse y amar.

Si estoy junto a ti,
nada más me puede faltar.
Eres el chico qué más amó, te amo, Rin.

Y yo a ti, chico genio.

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Escrito: El 22 de diciembre del 2023.
Publicado: El 15 de enero del 2024.

Siento haber tardado tanto en terminar el libro, pero había olvidado por completo de su existencia jajaj, lo siento.

Por fin, puedo decir qué oficialmente "chico genio" a terminado, hasta aquí llega el libro y muchas gracias a todas las personitas qué votaron y opinaron en la historia.

¡Gracias por el apoyo!
Cuídense mucho.

¡Nos vemos!

ᶜʰⁱᶜᵒ ⸙ 𝑮𝑬𝑵𝑰𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora