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El celo de Rin llegó y tuvo que faltar dos días a su instituto, no hubo gran cambio el que haya faltado según él, pero se olvidó por completo que el siempre era la compañía de alguien en especial.

Tras ver que su celo ya había pasado, sus padres lo obligaron inmediato a ir otra vez a sus clases con normalidad y así lo hizo. Tras llegar al tercer día al instituto todos los chismosos se acercaron a él y le rodearon para empezar a preguntarle un millón de cosas diferentes y querer saber el motivo de las faltas que tuvo.

── Ya les dije que anduve en mi rut. ¿Por qué no pueden dejar de molestar?

── Es que amigo, comprende que es muy raro. Tu celo se supone que debería haber venido dentro de dos semanas, no hace dos días atrás ¿Quién fue? Dinos ahora.

── ¿De qué hablas?

── ¿Quién fue el que te adelanto la fecha? ── Reo se cruzo de brazos muy aburrido y expectante a la respuesta, analizando cada movimiento del Itoshi en silencio

── No se de que hablas y yo tampoco lo sé. Quién fue el causante, no lo sé.

── Vamos Rin, cuéntanos tú secreto. ¿Por qué motivo siempre vas y te desapareces de nosotros? ¿Ocultas algo? ¿A quién vas a ver?

── Eso no les importa, lo que yo haga o diga no les interesa para nada. Ya déjenme en paz.

El de iris turquesa rápidamente se fue del lugar, tuvo que rodear y escabullirse de todos los demás no fue tan difícil y eso lo notó en seguida, todos sus amigos se quedaron viendo entre ellos con notable duda y enojo, sus amigo había sido muy grosero con todos ellos sin razón alguna.

Algo andaba raro con el Itoshi y fuera lo que fuera, lo descubriría y esta vez, no se dejarían ganar por la pereza.

── Rin anda medio raro ¿no es así?

── Si Meguru, no se sabe quién lo a cambiado pero me temo que se está volviendo en un alfa de verdad.

Todo su grupo calló en un profundo silencio, inquietantes ante tal noticia. No se imaginaban a su amigo el amargado usando sus típicos don de alfa y peor así, usando su casta para dominar sobre otros, eso sería una grave problema que querían evitar a toda costa y no se dejarían intimidar o eso intentarían.

Esperarían a la hora del almuerzo para ir a perseguirlo y descubrir a quién esconde detrás de todo esto. Rin era muy inteligente pero aveces se pasaba de tonto y llegaba a ser muy despistado, eso aprovecharía ellos y sacarían al aire, su oculto secreto.

Rin a de estar enamorado de alguien y tal vez, ni él se de cuenta.



(...)



Rin se la paso ese día realmente indiferente y callado, se a mostrado frío con toda ocasión y eso realmente asusto mucho a sus amigos, ya podían sentir las feromonas que soltaba ese chico y eran realmente asfixiantes.

── Rin, por Dios. Vete al diablo, estás muy irritado este día, aléjate de nosotros con esas amenazantes feromonas tuyas.

── ¿De qué hablas Reo? No e soltado ninguna.

Los amigos del amargo nipón salieron huyendo lejos de ahí, el olor se había vuelto cada vez más fuerte y era demasiado como para que ellos lo pudieran aguantar.

── ¿Pero qué..?

Rin decidió no darle tantas vueltas al asunto e ir hacia su sitio seguro. Iría a la azotea, pero antes Iría a buscar algo de comer, andaba que moría de hambre, tras llegar pudo ver a lo lejos a la mesa del grupo de extranjeros, por lo visto no eran tan, tan cercanos a Reo y cada quien aún tenía a los suyos.

Pidió su comida y tras dar la vuelta para irse, pudo ver que se armaba un alboroto en esa mesa, todos los estudiantes se acercaron para ver mejor la escena y el mejor se iba a lo suyo e ignorará a toda esa manada loca. Pero algo llamo su atención, ese suave olor que tanto le encantaba, arándanos frescos se habían vuelto algo agrios al olfato y eso le preocupó mucho.

Corrió hacía ese lugar y al acercarse pudo apreciar mejor la situación, había una pelea de novios. Ese tal Kaiser se estaba peleando con su pequeño novio Isagi, no le parecía nada inusual esa pelea pero lo que realmente le llamó la atención al igual que asusto a todos, es haber visto la agresividad del menor. Mostró sus colmillos y gruñó a su novio, sus pupilas estaban dilatadas y no parecía cuerdo en esos momentos.

Era muy asombroso, pero lo que más lo fue, fue haber presenciado como todos de la nada terminaron agachados con la cabeza baja, frente al peliazul.

¿Pero qué demonios? Fue lo único que pudo pensar.

── Te mataré si lo intentas. ── tras una última mirada de muerte, el de ojos azul marino se retiró de ahí con notable enojo y es que por donde paso, todos se hicieron a un lado con mucho temor

Al irse de ahí todos volvieron a levantarse temblorosos tras haber vivido aquello, ese rubio se veía asustado. También lo había asustado el modo tan agresivo del bajito y a quien no, si hasta él sintió un fuerte escalofrío por todo su ser.

Pero algo lo tenia en duda, cree haber visto mal. Pero lo que lo dejaría pensando toda la noche sería, el ver aquella reliquia colgando del cuello del más bajo.

Un precioso collar fino, de oro con zafiros incrustados.

ᶜʰⁱᶜᵒ ⸙ 𝑮𝑬𝑵𝑰𝑶Where stories live. Discover now