Draco Malfoy jamás esperó desarrollar sentimientos en Hogwarts, mucho menos por una hufflepuff un año mayor que él; pero ahí estaba, sintiéndose como un tonto vulnerable cada vez que ella se encontraba cerca.
Pero, ¿por qué todo debía ser tan difíci...
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Sentimientos Encontrados.
—¡Maldito niñato! ¿qué estas haciendo aquí? —preguntó la castaña entre pequeñas risas, separándose a duras penas del chico, el cual se mantenía tomándola por las caderas para que no terminara de alejarse por completo. —¿Cómo es eso de que te transferiste? ¿por qué no me habías dicho nada? —tenía demasiadas preguntas para hacerle.
El chico mientras tanto se dedicaba a disfrutar de las caricias que su querida amiga realizaba en sus largos cabellos, estaba sonriendo como un tonto, inmensamente feliz por volver a verla. La escena tan cariñosa llamó mucho la atención y generó malestar en varios de los presentes, como Cedric, el novio de aquella mujer, a quien comenzaron a codear sus amigos mientras le preguntaban sobre la escena, sin poder responder ya que él estaba igual de perplejo que todos ellos.
—Quería darte una sorpresa, corazón. —dijo en respuesta, repasándola con la mirada hasta dar con su brazo herido. —¿Qué te pasó en el brazo?
—Pues lo lograste. —asintió antes de volver a rodearlo con su brazo sano. —Te eché tanto de menos. —susurró junto a su oído, sacándole una sonrisa al joven el cual la levantó como si no pesara nada, haciéndola reír. Una vez que volvió a dejarla en el suelo ella se dignó a contestarle. —Esto no es nada, solo un incidente, más tarde puedo contarte sobre ello. Ahora ven conmigo, quiero presentarte. —La muchacha tomó la mano del pelinegro logrando que un rubio de la mesa verde frunciera el ceño momentáneamente.
Antes de que la alegre chica pudiese arrastrarlo él la frenó. —Espera corazón, no quiero ser descortés. —Entonces fue que la chica comprendió la situación y la escena que estaban haciendo a mitad del gran salón, frente a todos. Los colores se le subieron a la cabeza al avergonzarse. —Zabini, Nott, Malfoy, Parkinson, fue un placer. —Saludó el muchacho de uniforme color esmeralda, dirigiéndose a la mujer más bonita de Slytherin al final. —¿Daphne verdad? —preguntó con sus ojos posados sobre la rubia sentada junto a Draco, Camille alzó una de sus cejas con curiosidad.
—Greengrass para ti. —respondió la chica, pero no fue fría, mas bien parecía estar jugando con el otro.
—Daphne entonces. —retrucó, ganándose una sonrisa de la susodicha. —Nos veremos más tarde. —el chico guiñó un ojo para ella y se retiró junto a su amiga de la infancia, la cual lo arrastraba hasta la mesa de Hufflepuff.
[...]
Draco.
Desde que entramos al Gran Comedor solo me había dedicado a escuchar como Daphne hablaba acerca de su verano, al parecer había estado vacacionando por diferentes parajes americanos junto a su hermana menor y su madre. Aunque mantenía mi atención en ella no era que realmente me interesara lo que había hecho, me era de mayor relevancia la conversación que había tenido con mi madre pocas horas antes de partir en dirección a la Estación 9 ¾, o sino la pelea verbal que habíamos mantenido con Sallow a solo media hora de haber llegado a Hogwarts.
