Draco Malfoy jamás esperó desarrollar sentimientos en Hogwarts, mucho menos por una hufflepuff un año mayor que él; pero ahí estaba, sintiéndose como un tonto vulnerable cada vez que ella se encontraba cerca.
Pero, ¿por qué todo debía ser tan difíci...
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Fiesta de Slytherin.
La semana continuó su curso y el viernes llegó mucho más rápido de lo normal. El rumor de que habría una fiesta en honor a Blaise Zabini en la sala común de Slytherin se había esparcido por todo el colegio inevitablemente, y la gente poco a poco comenzó a sumarse sin importar la casa a la que pertenecían.
Para cuando la noche del viernes cayó, Camille y Patricia se encontraban ajustando los últimos detalles para asistir a la misma, por otro lado Diana había declinado la invitación alegando que no se sentiría cómoda rodeada de gente de la casa de las serpientes. Entre las tres, Diana era la que tenía los mayores prejuicios en contra de los chicos y chicas pertenecientes a dicha casa, y aunque conocía algunos como Aleksander que eran genuinamente dulces, no podía dejar de recordar su primer año en Hogwarts cuando era constantemente acosada solo por su estatus de sangre. Camille y Patricia comprendían, por lo tanto -y luego de insistir algunas veces- decidieron dejarla tranquila, aún así ella las animó a asistir y las ayudó a prepararse, sobre todo con el maquillaje ya que se le daba realmente bien.
—Están hermosas. —mencionó la menor de todas con una sonrisa.
La rubia y la castaña se observaron por un momento en el espejo de su cuarto y también sonrieron.
—¿No es muy exagerado? —preguntó Patricia refiriéndose a la sombra de ojos que llevaba, era la que estaba menos acostumbrada a usar productos de belleza muggle.
—Para nada. —dijo Camille inmediatamente.
—No Pat, te queda perfecto, resalta mucho tus ojos, en verdad te ves preciosa. —Diana se había levantado de la cama y alcanzó a sus amigas pronto.
—¿Creen que a Lucian le guste? —otra pregunta por parte de la rubia.
Patricia había estado viéndose con uno de los jugadores de quidditch de Slytherin desde comienzo de año, este se le había acercado primero confesandole que sentía cierta atracción hacia ella desde que Slytherin y Hufflepuff se habían enfrentado en uno de los últimos partidos del año anterior. Ambos eran bateadores y se habían enfrentado ferozmente en el campo de juego, al final Slytherin se llevó la victoria pero como digna perdedora Patricia y algunos integrantes del equipo amarillo se habían acercado para felicitar al equipo rival siendo incentivados por ella, eso dejó una buena impresión en el joven que ya había fijado su atención en ella durante el juego.
—Obviamente Pat. —dijo la más pequeña.
—No sé si Lucian, pero Lee va a estar como loco, eso seguro. —dijo Camille con una sonrisa burlona en sus labios.
