Draco Malfoy jamás esperó desarrollar sentimientos en Hogwarts, mucho menos por una hufflepuff un año mayor que él; pero ahí estaba, sintiéndose como un tonto vulnerable cada vez que ella se encontraba cerca.
Pero, ¿por qué todo debía ser tan difíci...
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Regreso a la Normalidad.
Ella caminaba a paso veloz por los extensos pasillos de Hogwarts, a diferencia de las primeras dos semanas de clases, ahora era saludada por varios de los alumnos que se cruzaba en el camino, algunos dirigiéndose al gran comedor para desayunar, otros saliendo de sus clases, y alguno que otro se encontraba apoyado en las paredes mientras charlaba con sus amigos, este era el caso de los gemelos Weasley. Cuando Camille reconoció las cabelleras pelirrojas de sus amigos se apresuro a ir donde ellos, dando pequeños saltitos de un lado a otro, estaba mucho más feliz desde que había arreglado las cosas con Diana; llegó con los hermanos, quienes le daban la espalda, ella se impulsó sobre la punta de sus pies para saltar sobre el que estaba más cerca, cazándolo por el cuello con su brazo derecho y haciendo que este tuviera que agacharse inevitablemente cuando el cuerpo de la muchacha tocó el suelo.
—¡Buenos días! —su voz sonaba realmente alegre.
Dos risas a su lado izquierdo la hicieron voltear, encontrándose a Fred y Angelina Johnson, una de las jugadoras del equipo de quidditch de Gryffindor, por lo cual a quien tenía bajo su brazo, por descarte, era George. Giró su rostro para ver la cara del chico atrapado bajo su codo y este solo le observaba con una expresión de venganza en toda la regla, sonrisa maliciosa, ojos entrecerrados y pequeñas arrugas en los bordes de estos últimos; no llegó a soltarlo antes de que el joven Weasley empezara a hacerle cosquillas en el abdomen, picando cada parte que alcanzaba mientras esquivaba los golpes inconscientes -y a veces conscientes- de la chica, ella se reía con ganas mientras movía su cuerpo como el de una víbora, retorciéndose mientras le pedía a su amigo que parase.
—¡George para! —pidió sintiendo como se le iba el aire de tanto reír.
El pelirrojo finalmente desistió con sus ataques hacia ella y le sonrió con burla. —Merecido. —dijo él, ella solo volteó sus ojos.
—¿A qué debemos el honor, bonita? —preguntó Fred a su izquierda, llamándole la atención.
—Nada en particular, solo los ví de lejos y decidí venir a saludar. —desvió la mirada hacia la mujer morena junto a su amigo. —Hola Johnson, hace tiempo no te veía.
—Buenos días, Sallow. —respondió la morena con una sonrisa amable.
—Chicos, me enteré que anduvieron haciendo de las suyas junto a Diana.
—No sabemos de qué nos hablas. —los hermanos hablaron al mismo tiempo, alzando sus manos en plan de "yo no fui".
—Oh vamos, no se hagan, Diana ya me contó todo. —dijo la hufflepuff alzando una ceja hacia ellos.
George la abrazó con cariño mientras reía, Camille no se aparto, pero aún le sorprendía lo cariñosos que llegaban a ser los gemelos pero no le molestaba en absoluto, ellos eran de sus personas favoritas.
