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Promesa

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Promesa.

Alguien tocó su hombro desde atrás y ella volteó de inmediato, sobresaltada y con la respiración agitada. Sus mejillas seguían teñidas de un intenso rojo y sus ojos dejaban ver un miedo que calaba profundo en su interior, sus labios se mantenían entreabiertos dejando escapar el aire caliente que se convertía en vapor al entrar en contacto con la gélida brisa del invierno, pero en cuanto ella conectó con los ojos verdes de su querido amigo pudo sentir un poco de calma en su interior.

Aleksander y los chicos de Slytherin estaban frente a ella, su amigo noruego más cerca que el resto y él terminó por cortar completamente la distancia entre ambos en cuanto notó su estado, atrayéndola hacia su cuerpo para fundirse en un abrazo mutuo donde Camille pudo encontrar la paz que le hacía falta en aquél momento. Se refugió entre los brazos del chico, escondiendo el rostro en su pecho mientras daba respiraciones pausadas y profundas, el pelinegro solo la sostenía mientras acariciaba su cabellera castaña y susurraba palabras de aliento: «estas bien», «ya pasó», «estás a salvo», entre otras, otorgándole su apoyo y esperando a que ella estuviera lista para hablar de lo que estaba sucediendo realmente; el muchacho se dedicaba miradas de incertidumbre con sus amigos, quienes no dejaban de observarlos sin comprender la situación del todo. Uno de ellos incluso mantenía sus labios ligeramente más apretados que el resto, sin poder despegar su mirada de la castaña incluso si lo intentaba.

La joven Greengrass fue la primera en acercarse a los amigos, llevando su mano al hombro de la mayor con extremo cuidado para evitar asustarla. —¿Cami estás bien? —preguntó suavemente, su voz llena de calidez y cariño le hacía recordar a la de Patricia en algún punto, ciertamente maternal. «¿Cosa de rubias?» volvió a preguntar su subconsciente.

La hufflepuff movió ligeramente el rostro hacia un costado logrando dar con la figura de la slytherin que le sonreía con amabilidad, luego alzó un poco la vista y notó la preocupación de Aleksander en sus ojos, podía sentir más miradas curiosas sobre su espalda y ella tenía la seguridad de saber a quiénes pertenecían. Volvió a apoyar su cabeza en el pecho del pelinegro, suspirando por lo bajo antes de regresar su mirada a Daphne.

—Lo estoy, solo... No lo sé, de repente no me sentí muy bien. —confesó.

—¿Pero por qué? ¿Sucedió algo malo? —preguntó el pelinegro que aún la abrazaba. —¿Alguien te hizo daño, Mille? —la chica solo negó con su cabeza.

Pocos segundos después acabó separándose del chico, acomodándose entre él y Theodore porque no quería darle la espalda a ninguno de los presentes, y tampoco deseaba seguir mostrándose tan vulnerable. Se sintió algo avergonzada cuando tuvo los ojos curiosos de los slytherin sobre ella, solo que ahora era de frente, se daba cuenta de las ganas que tenían de preguntar pero agradecía que no lo hicieran.
Sus ojos ámbar dieron con los azules del joven Malfoy por unos breves segundos y, a diferencia de lo habitual, Draco no apartó su mirada de inmediato más bien parecía estar escaneando cada parte de su alma con solo un par de segundos a sus disposición, y a ella no le molestaba, solo le sostenía la mirada en silencio. Al final fue ella quien decidió cortar con el encuentro silencioso entre los dos, volviendo a enfocarse en Daphne.

Hold Me | Draco MalfoyDove le storie prendono vita. Scoprilo ora