CAPÍTULO 9

334 59 18
                                    

Levi se pasó encerrado en su habitación por el resto de la tarde con la excusa de repasar las lecciones del día. Nada más alejado de la realidad. Lo cierto es que se encontraba recostado en la cama con sus ojos mirando fijamente al techo en un vano intento de que éste le diera las respuestas necesarias para poder entenderse a sí mismo. ¡Como si eso fuera a pasar!

Sabía que algo no andaba bien, su exagerada molestia al enterarse de que Eren Jaeger quería llevarlo a Francia con el propósito de ir a visitar a un chico con la idea de cortejarlo, no estaba bien. ¡Pero la sentía y no podía evitarlo! No es como que ellos dos tuvieran una relación o como si Eren fuera suyo para que reaccionara de aquella manera. Ni siquiera sabía si podían llamar amistad a aquel vínculo que compartían.

¿Eren realmente estaba interesado en ese muchacho o solo lo hacía por la presión social de ya tener más de treinta años y no estar casado o formando una familia? No lo sabía con exactitud, en el tiempo que llevaba viviendo en su casa, lo más "íntimo" que conocía de ese hombre eran las graciosas anécdotas que solía contarle antes de irse a la cama. De ahí en más, desconocía la vida romántica de Eren por completo.

Por otra parte, no podía olvidar que Eren era hombre y evidentemente tendría necesidad de tener contacto físico con... pues con alguien más. Desde que había llegado a aquella mansión no había visto al mayor salir con alguien, y tampoco había notado que saliera por las noches a conseguir el placer con desconocidos como muchos hombres de la alta sociedad solían hacer.

Menos aún, había escuchado o presenciado que Eren se diera placer a sí mismo. De pronto, sacudió la cabeza ante semejantes pensamientos. No se sentía cohibido, pero si sorprendido de poder "meditar" sobre temas sexuales cuando su primera experiencia no había sido del todo grata. Pero tenía que admitir que con la ayuda de Eren, poco a poco había podido dormir sin recordar esa trágica noche. Aún se sentía muy vulnerable y traicionado, pero el mayor había sido su soporte y era el ancla que lo mantenía cuerdo.

Sin Eren a su lado, no sabía qué sería de él en ese momento. Llegó a pensar que lo que le había pasado con Farlan era el karma que le estaba cobrando el haber rechazado al mayor, pero éste le había dicho que aquella traumática experiencia no era culpa suya, y que el único responsable era y siempre sería Farlan.

De alguna u otra forma, las palabras de Eren acariciaban con ternura su corazón. Tenía que reconocer que aquel día que se conocieron, él estaba molesto y por ende no se dio la oportunidad de tratar más al mayor, se dejó llevar por su orgullo y por su derecho a la libertad de elegir con quién compartir su vida, y la decisión claramente no había sido la mejor.

Eren no solamente era guapo. Era el hombre más increíblemente maravilloso, gentil, amable, atento, considerado y respetuoso que pisaba la faz de la tierra. Eren Jaeger era un caballero, Eren Jaeger era perfecto. Y él... ¡Dios!, él sintió que le echaban un balde de agua fría cuando ese magnífico e impecable hombre le había dicho que iría a buscar a alguien más porque él lo había rechazado.

Frustrado, Levi cogió una almohada y se tapó el rostro. De acuerdo, había llegado el momento de admitir que... estaba celoso. No tenía mucho sentido, pero lo estaba. Eren y él no eran nada, pero para Levi, Eren era su todo. ¿Estaría confundiendo el agradecimiento que sentía por él con algo más? Mejor aún, ¿Desde cuándo había empezado a sentirse confundido con respecto a lo que sentía por el mayor? y ¿De verdad estaba celoso? Bueno, esa pregunta si tenía respuesta, y era un rotundo sí.

- Joven Levi, la cena está lista – avisó Sasha detrás de la puerta.

- Enseguida bajo – anunció el joven poniéndose de pie - ¿El señor Kirstein se quedó a cenar? – preguntó antes de que se fuera la mujer.

Amor Forzado - EreriWhere stories live. Discover now