CAPÍTULO 21

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Levi se sentía un poco nostálgico a la hora de partir hacia Londres. Era como si el lugar en el que había vivido toda su vida ya no fuera un lugar agradable al cual regresar. No obstante, su marido le aseguró que ellos podrían volver a Alemania siempre que quisieran, y eso lo hizo sentir mucho mejor. Sin duda alguna le pediría a Eren que volvieran pronto, se sentía cómodo con su nueva familia y se había enamorado la hermosa ciudad de Berlín.

Volver a Londres lo tenía un poco nervioso, era consciente de las amenazas de su madre hacía su esposo. Sin embargo, Eren no parecía preocupado, las únicas veces que lo había visto así era cuando a él le pasaba algo, de ahí en más su marido era la perfecta personificación de seguridad.

Pero él confiaba en Eren. Estar a su lado le daba la certeza de que todo estaría bien y de que nada malo podría pasarle. Eren le daba fuerzas, Eren lo hacía sentir fuerte y ahora, como un hombre casado, no iba a dejarle a su marido toda la carga de lo que pasara en su vida. Él le había prometido que en las buenas y en las malas siempre caminaría a su lado.

- Amor – Eren lo llamó con dulzura.

- ¿Qué pasa? – preguntó regalándole una sonrisa.

- ¿Te gusta Londres? – la pregunta de Eren lo desencajó un poco. Ambos iban en el carruaje y estaban a pocas horas de llegar a su destino. ¿Por qué su esposo le estaba haciendo esa pregunta justo en ese momento?

- Si... – fue la no tan convincente respuesta del menor. La duda en su voz reflejaba que no estaba entendiendo a dónde iba aquella conversación.

- No lo dices muy convencido bello ángel – dijo Eren esbozando una sonrisa.

- Es que no sé por qué lo preguntas – afirmó Levi - ¿Pasa algo?

- Sé que has pasado toda la vida en Londres mi amor – Eren entrelazó su mano con la de su esposo – y quisiera saber si tú... -

- ¿Si yo qué? – cuestionó el menor cuando notó que su esposo estaba dudando en sí decirle o no.

- Estaba pensando en que si quieres, solo si tú quieres – aclaró el mayor – podríamos cambiar nuestro lugar de residencia.

- ¿Mudarnos? – Levi se escuchaba entusiasmado y eso relajó a Eren - ¡Eso sería maravilloso! Pero ¿A dónde iríamos?

- A dónde tú elijas – afirmó Eren.

- Eres un marido muy consentidor – Levi acercó su rostro a Eren para frotar su nariz con la de su esposo - ¿De verdad puedo escoger donde quiero que sea nuestro nuevo hogar?

- Yo iré a dónde tú digas mi amor – Eren respondía tiernamente al gesto de su amado niño.

- Volvamos a Alemania, Eren – decidió el menor – quiero estar cerca de Falco, de Pieck y de Zeke – añadió – quiero que tú también estés más cerca de ellos, ellos me aceptaron desde un principio y yo... yo jamás me había sentido tan feliz de pertenecer a una familia – declaró con entusiasmo.

- Eres tan perfecto cariño – el mayor besó su frente – me encanta la idea de vivir cerca de ellos y que te sientas parte de la familia, en cuanto lleguemos a Londres empezaremos con los preparativos para mudarnos lo más pronto posible ¿De acuerdo? – aseguró.

- Thomas, Sasha y Marco vendrán con nosotros ¿Verdad?

- Sé que los aprecias mucho amor, pero no puedo obligarlos – Eren notó como el entusiasmo de su esposo disminuía un poco – hablaremos con ellos y si quieren venir con nosotros no tendré problema en que vayan a Alemania.

- ¡Te amo! – Levi se echó a los brazos de su marido que lo apretó más a su cuerpo y lo depositó tiernos y fugaces besos en su mejilla.

El resto del viaje transcurrió en silencio. Levi se había quedado cómodamente dormido en los brazos de su esposo con la tranquilidad que solo podía sentir estando ahí. Faltaba muy poco para que llegasen a la mansión y afortunadamente Jean ya estaba esperándolos. Tan solo deseaba que las cosas salieran justo como las había planeado.

Amor Forzado - EreriWhere stories live. Discover now