Capitulo 16

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Thomas Gethwine.

Había bebido un poco más de la cuenta pero estaba muy seguro de lo que hacía y escuchaba, Michelle comenzó a cantar y yo la acompañe no habia problema me sabia esa canción de pies a cabeza mi mejor amiga solía escucharla todo el tiempo desde que salió, al oírla sentí como los recuerdos invadían mi mente.

Tomé mi vaso y me serví mas whisky, le di la espalda a la castaña, sé que el alcohol no es la manera de evadir tus recuerdos pero no tenía otra opción mucho menos en esa situación, tengo la sensación de que ella me esta mirando. Romina amaba que cantaramos juntos y bailar junto a Evan, solo vive en mis recuerdos.

Solo son eso recuerdos.

Hablando de recuerdos pequeño Thomas, tienes detrás a tu "enemiga"

Me volteé rápidamente y le dirigí una sonrisa triste noté como sus ojos brillaron al instante pero sus expresión rápidamente y comezó a descifrar los problemas de mi cabeza.

—Ella solía escuchar esa canción ,dije como pude.

Me arrepentí de aquello que dije, no me interesaba mi vida y yo tampoco quería contárselo.

—¿Quién es ella? —divagó.

—Vaya te tomaste más de una —evadí el tema.

De repente su mirada dulce se convirtió en una de tristeza.

—Creo que debería subir —mumuró.

Salió de la cocina y no dudé por un momento en seguirla su paso era apresurado a pesar de que había bebido. Sin embargo, pude notar el espantoso silencio de la casa ese maldito pasillo no se acababa, Michelle abrió la puerta de su habitación nerviosa y casi me tira la puerta en la cara pero se lo impedí.

—Lárgate —me reprochó con odio.

—No —abrí la puerta de un tirón—. Estas muy ebria, no te dejaré hasta que te duermas.

—¿Desde cuando te preocupas por mi?

Su pregunta evadió mi mente y los recuerdos se hicieron presentes, el día en el que choqué con ella y hasta el día cuando me dio esa patada.

—Desde el día en el que te volví a ver -sin pensar las palabras salieron de mi boca.

—Te podría dar una patada ahora mis...

No la deje terminar la tomé suavemente de su cuello y uní sus labios con los míos, sentí como se sorprendió pero colocó sus manos en mi cara para profundizar el beso, tenía miedo a lastimarla ella era como una muñeca de porcelana tan frágil y tan inocente pero su carácter me agradaba, ambos estábamos pasados de tragos pero no me importó.

¡Deja de besarla!

Se que tengo una lista pero sinceramente quiero tirarla a la basura en este momento a la mierda.

El beso gentil y delicado se convirtió en uno desesperado y fuerte.

Ella se quitó su camiseta de pillama y quedó en sujetador, luego comencé a besar su cuello deseoso, queria obtener más de ella tenía su peculiar olor a vainilla que me dejó loco. Michelle dejó de besarme y quitó mi camiseta lentamente pero comenzó a tocar con las yemas de sus dedos el brazo donde se hallaba mi tatuaje, su tacto era calido y suave. Miré sus labios estaban hinchados y rojizos.

—¿Me usaste para ver mi tatuaje? -mumuré con la voz entrecortada.

—No —y me tomó del cuello para seguir besándome.

Sabía besar eso lo tenía claro hasta ahora, pero no podía hacerle eso a ella, no podía acostarme con ella así lo deseara como loco. Me aparté lentamente de Michelle y frunció el ceño.

Erase una vez...Where stories live. Discover now