𝟎𝟕| 𝙴𝚕 𝚌𝚊𝚖𝚒𝚗𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚎𝚗𝚐𝚊𝚗𝚣𝚊

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Rachel aún no trataba de asimilar lo que había hecho. Limpiaba sus manos con agua pura quitando con brusquedad la sangre de sus manos, miraba su reflejo en el espejo y apenas podía reconocer los ojos que antes brillaban con la pasión y esperanza, ahora eso realmente se había ido muy lejos, todo lo que algún día fue, sueños, sonrisas, burlas, se habían desvanecido, enterrados en lo más profundo de la oscuridad, la chica que una vez voló alto con las alas grandes y bien extendidas había caído en el infierno lleno de llamas y seres convertidos en monstruos. No había salida, una vez que empiezas  ya no hay vuelta atrás

—Deja de llorar, pareces una mocosa, él se lo merecía, te violo—La voz de Georg hizo presencia

—Yo no soy nadie para decidir si debía morir o no, me violo, es cierto, pero no tenía el derecho de quitarle la vida, le quite la oportunidad a una niña inocente de poder crecer junto a su padre—

—Si, bla, bla, bla, bla—Respondió Georg mientras ponía los ojos en blanco—
—No te culpes—Añadió Bill quien recién entraba a la habitación junto con Gustav y Tom

—¿Que no me culpe? Mate a alguien ¡YO LO MATE!—

Sus ojos se llenaron de lágrimas que bajaron hasta su rostro deslizando por sus mejillas hasta caer sobre su polera

—Dijiste que querías vengar la muerte de Gary, ahí lo tienes un hombre tomó la vida de tu hermano. Así es este mundo de mierda, matas o mueres. Ahora límpiate esas lágrimas porque esto apenas empieza—Dijo Tom mientras se servía un trago del buró de cristal—En este mundo no hay tiempo de llorar, ni de sentir culpa. El te tomo sin tu consentimiento y tú lo mataste, es un juego justo—

—¿Crees que todo esto es un juego?—

—Bueno mira, no voy a obligarte a nada—Dijo Georg mientras saca su arma y lo ponía en medio de la cama—Puedes morir ahora y ver a tu hermano en el cielo o tal vez en el infierno, o unirte a nosotros y vengar su muerte. ¿Crees que es justo que el animal que mató a tu hermano esté suelto?. Lo sabes, la seguridad no hace justicia ¿Sabes por qué?—Rachel negó con la cabeza—Porque Gary era un sujeto malo, un tipo que se dedicaba al contrabando, a las autoridades les vale una mierda, ellos dicen uno menos en la lista. Para ellos eso fue Gary, si Gustav, Bill, Tom, Jadel , Marlon, o yo morimos es lo mismo, seremos uno menos en su larga lista. ¿Crees que se van a tomar el tiempo de sentenciarnos los años?. ¡JA! por supuesto que no, la gente como nosotros va directamente a una sentencia de muerte—Dijo Georg mientras caminaba alrededor de Rachel

—Intentaron a atrapar a Gary más de una vez pero el cabroncito era hábil, si tan solo supieras cuántas veces escapó de la comisaría Davidwache—Añadió Gustav

Rachel se mordía el labio inferior, sintiendo un gran dolor en el pecho, apretaba sus manos con fuerza hasta enterrarse las uñas en las palmas de las manos, Rachel, una chica que alguna vez irradiaba alegría, se encontraba ahora perdida en las sombras de su propio sufrimiento y rencor. Recordaba los momentos con su único amigo, con su único acompañante

—Gary, ¿Cuando me llevarás a la playa?—Dijo mientras recargaba su cabeza en los hombros de su hermano mayor

Ambos habían permanecido el fin de semana viendo películas. Gary había querido ver una de acción pero a Rachel le gustaban las películas románticas. La moneda cayó al suelo mostrando en centavos y a Gary no le quedó de otra más que ver la película que su hermana había escogido

—¿Tanto mueres por ir a la playa Rachhoe?—Ella asintió mientras sus ojos se enfocaban en la pantalla—Pues bien, ¿Qué tal cuando cumplas los 20? Será un regalo de cumpleaños—

𝗢𝗻𝗲 𝗢𝗳 𝗨𝘀; Tokio Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora