𝗢𝗻𝗲 𝗢𝗳 𝗨𝘀; Tokio Hotel

𝟎𝟖| 𝚄𝚗 𝚝𝚛𝚊𝚝𝚘

Jadel y Marlon habían llegado a la mansión de sus enemigos con las caras cubiertas por una tela negra, sus manos atadas, ni siquiera con armas, esas eran las reglas para poder ingresar a la mansión. Uno de los hombres les quitó el manto negro después de recibir una orden por parte de Bill. Jadel y Marlon miraron a los cuatro líderes que tenían frente a ellos, todos tenían una sonrisa de lado, como si hubiesen ganado la victoria

—¿Dónde está Rachel?—Preguntó Marlon mientras uno cortaba los cinchos de sus manos

—Primero que nada buenas noches, estoy bien y ¿Ustedes?—Vaciló Tom, ladeo la cabeza y entonces dijo—Aunque con esas pintas me queda claro que han pasado una semana de la mierda—

—Te pregunté dónde está Rachel ¿Que le hicieron? No sé atrevan a tocarla, ni un solo pelo—Respondió Marlon

—Estás en mi territorio Marlon, no tienes armas así que si te digo que te calles tú te callas—Añadió Georg—Ese Gary sí que sabe jugar a hacerse el misterioso, ¿Quien iba a decirlo?¿No?—

—Rachel no pertenece a este mundo, Gary solamente quería cuidar de ella—Añadió Jadel

—Te recuerdo que Gary ya no está—Dijo Bill

Jadel apretó los dientes, mientras con la mano derecha tenía sujeta una cuchilla que se había metido a escondidas, por si algo salía mal. Gary siempre le recalco que debería hacer cuando estaba por entrar al territorio de su rival

—¿Y esa navaja Gary? Nos han dicho que no podemos entrar con armas—

—¿Y tú eres bobo o que?¿Que pasa si algo sale mal?—Decía mientras se escondía la navaja en los boxers—Jamás de los jamases entres al territorio de tu enemigo sin armas, puedes meterte la navaja en el ano si es necesario, si lo haces declárate muerto. Y lo mismo va para ti he Marlon—

—Si me meto la cuchilla en el ano ya estuviera muerto en el primer segundo de habermela metido—Vacilo entre risas burlonas

Bill dió un paso enfrente con una sonrisa de lado, Jadel y Marlon lo miraban fijamente a los ojos, no le tenían miedo, y Bill lo sabía. Pues Gary siempre se mantuvo fuerte dando un ejemplo a desear

—Quién iba decir que Gary tenía bien escondida a su hermanita. Muy chula por cierto—

—Ni se te ocurra Bill—Advirtio Marlon

—Yo no la he tocado—Levantó las manos en el aire para declararse inocente—Aun...—Añadió con una sonrisa sumamente lasciva

—¿Dónde está ella?—
—Durmiendo seguramente—
—Dile a tus hombres que vayan por ella, no pienso sacar el pie de este lugar si no es con Rachel—Añadió Marlon

Jadel seguía rozando el mango de la cuchilla que llevaba escondida detrás de su espalda. Gustav al notarlo se acercó a él, lo miró con una sonrisa arrogante

—Yo la hubiera escondido en la manga—Soltó el rubio
—¿Que?—
—La cuchilla, se que tienes una detrás de tu espalda, pero no te preocupes, no vas a ocuparla está vez—

Tom sonrió de lado, o mejor dicho todos, esto de ser alguien infiltrado dentro de la comisaría Davidwache tenía sus ventajas. Jadel trago saliva al mismo tiempo que saco la navaja mostrandola ante todos

—Fue fácil engañar a tus hombres, pero tú Gustav, eres muy hábil—Admitió Jadel
—Debería compartirte un poco de mis habilidades. Creeme, los necesitas—Contesto el rubio

—¡MARLON!¡JADEL!— La voz de Rachel se dejó oír ante la situación

Ella rápidamente corrió a ellos hasta enrollarlos con sus brazos, Jadel y Marlon correspondieron el abrazo, aún sin saber explicarse porque podía andar con tanta libertad en la mansión. Marlon la miro a los ojos apunto de llorar al ver que aún seguía con vida, mientras tanto Jadel miraba cada tramo de su piel lastimado