𝗢𝗻𝗲 𝗢𝗳 𝗨𝘀; Tokio Hotel

𝟏𝟔| 𝙻𝚊 𝚜𝚘𝚕𝚎𝚍𝚊𝚍 𝚎𝚜 𝚙𝚎𝚕𝚒𝚐𝚛𝚘𝚜𝚊

Rachel bajó del auto molesta e irritada, entre pasos grandes entro a la mansión, encontrándose con los chicos entre risas y vasos llenos de tragos

—¡¡¡Me has dado una porqueria de coca!!!—Refunfuño

Tom se pasó la lengua por lo labios al verla molesta, Goerg tenía una mirada juguetona, Gustav y Bill habían puesto el rostro serio

—Me han dado una coca de mala calidad ¿Por qué?¿Así es como hacen este negocio?—

—No estábamos seguros de que pudieras venderla—Hablo Gustav

—¡Ha pues mira que si la he vendido!¡Y vaya que lo he hecho fantástico!—Refunfuño con ironía

Rachel se quitó la mochila de los hombros y dejó caerla al suelo, frente a los pies de Gustav, el rubio lo abrió y dejó ver tres toneladas de coca, con sellos que provenían de Stuttgart, Georg y Tom dejaron sus tragos y se pusieron rectos un tanto sorprendidos por los que sus ojos estaban viendo, Mientras que Bill se había mantenido en la misma posición, con el trago en las manos, haciendo pequeños movimientos con el anillo del dedo derecho

—¿Has ido a Stuttgart?—Indago Tom

—¿Por qué?¿Te sorprende de lo bien que lo hice?—

—Este sello es de la mafia en dónde Corleone pertenecía, muy pocas veces se dejan ver, Corleone solo era un peón que mandaban dentro de Hamburgo—Dijo Tom

Gustav desesperado metió su navaja sobre el empaque tomando una pequeña parte para después metérsela por la nariz, cuando lo hizo se dejó caer el sofá con las manos extendidas, su cuello empezó a verse roja y poco a poco subiendo hasta su rostro

—¡Está buenísima!—Dijo con voz adormilada
—¡Yo también quiero probar!—Solto Georg

Cuando estaba por hacerlo Bill Refunfuño, dejó el vaso sobre la mesa bruscamente dejando a todos en pausa

—¿Quien te ayudo?—Pregunto serio
—Nadie—

Este sonrió irritado, a pasos pequeños se acercó a ella, Rachel tragó saliva, se mantuvo firme a pesar de que Bill solía intimidarla con la mirada

—Rach, más te vale no jugar sucio, anda dime quién te ayudó—

—Piensas que no soy capaz de conseguir un buen ¿Material?¿Por eso me han dado una porqueria de coca?—Le hizo frente a pesar de temblar por dentro—Puedo hacer el trabajo bien, no necesito que alguien me ayude, hace mucho que deje de esperar a que alguien lo haga—.—Dijiste que éramos un equipo

—Si, lo dije y lo sostengo—Contesto Bill
—Pues entonces que todo quede bien claro. Trabajamos en equipo o se pueden ir metiendo el trato por el culo—Todo mundo se quede en silencio

Ella se dio la vuelta subiéndose al auto, directo a su apartamento. A los pocos segundos cuando ya estaba más relajada noto por el espejo retrovisor que un auto los estaba siguiendo, había visto ese mismo auto por la mañana, en ese momento no le pareció raro hasta ahora, miro a Sotto, su chófer quien manejaba, el parecía no darse cuenta, tomó el móvil para llamar a Bill, pero después de las últimas palabras decidió no decir nada, tenía miedo sí. De algún modo tenía que dejar de sentirlo

—Sotto, déjame en la cafetería más cercana que conozcas—
—Sí señorita Rachel—

Está vez volvería arriesgarse, no iba a poner su piso en ojos de quién estuviera dentro del auto