𝟐𝟓| 𝚄𝚗 𝚙𝚘𝚌𝚘 𝚍𝚎 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚗𝚣𝚊

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—Señorita, no puede salir de aquí—Dijo uno de los hombres

Pero Rachel no respondió y tampoco hizo caso, bajo las escaleras a toda velocidad mientras se sujetaba el pecho, por el ardor que le provocaba la herida

—Deme las llaves del auto—
—No tiene permiso de salir de aquí—

Bill, al oír aquellos gritos dentro de su mansión, salió de su despacho, con el móvil de Rachel en manos

—¿Que es este escándalo?—Pregunto—¿Que haces de pie?—

—Tomar mis cargos, no puedo estar perdiendo el tiempo en una cama—Contestó Rachel

—Tienes que tomar reposo, El doctor fue muy específico—
—Me dieron una bala arriba, no en las piernas, puedo caminar—

—Fue una bala muy cerca del corazón—

—¿Que haces con mi móvil?—Preguntó Rachel al ver su móvil en manos de Bill

Este forzó la garganta, y enseguida se lo extendió sin pretextos

—Iba a devolvértelo justo—

Ella lo tomó y se lo guardo detrás de los bolsillos traseros de sus vaqueros, a los pocos segundos el hombre le extendió las llaves del auto después de que Bill lo había aprobado con un leve movimiento de cabeza

—Si la herida se te vuelve abrir no me haré responsable, a partir de ahora tomas tus decisiones, y será mejor que no te metas en problemas porque no iré a salvar tu pescuezo—

Rachel asintió, se dió la vuelta lista para partir de la mansión, al salir Bill rápidamente ordenó un auto, dispuesto a seguirla después de haber recibido aquella llamada, su actitud resolutiva no iba a dejar correr el riesgo a qué Rachel se desviara de su verdadero objetivo, o mejor dicho el objetivo de Bill.

Ella había llegado a la comisaría, normal, disimulando el gran dolor que la herida le seguía provocando

—¿Que haces aquí?¿No deberías seguir recuperandote?—Pregunto Gustav al verla llegar
—Estoy bien, una simple bala no va hacerme perder el tiempo—

—Tu me has hecho perder el tiempo al inventarle algo a Lexi, de haber sabido que eras tan testaruda no hubiera hecho el esfuerzo—

—Como sea, tengo que seguir investigando, si no le llevo nada a Lexi seguro que me dejará fuera de los casos importantes—
—Ya te dije que el alacrán no tiene nada que ver aquí—
—Eso lo veré hasta averiguarlo—Contestó dándose la vuelta para ponerle fin a la conversación

Se sentó frente a su ordenador, cualquier pista que se trataba del alacrán siempre daba directamente a la comarca, entre más investigaba no había rostro de este, pues siempre mantuvo su rostro fuera de cualquier lentilla. Había estado toda la tarde en ese escritorio, lo poco que había descubierto del alacrán era que estaba muy metido con el dinero sucio, alguien que se dedicaba a prestar y a robar dinero, había estado en muchos casos como asesinatos pero que hasta el día de hoy ninguna autoridad había ido por él, ya que no había alguna identificación de su rostro, como si fuese alguien invisible, al menos para la autoridad, pues para ella, no era una investigación difícil ya que pertencia en ambos colonias. Aún sin terminar su hora laboral salió de la oficina llamando la atención de Koen y de Gustav, pero estos limitaron en preguntar

Ella salió montándose al auto, directamente al escondite de Jadel y Marlon, sabía que si las pistas del Alacrán daban a la comarca ellos más que nadie podía responder a todas sus preguntas. Por otro lado, Bill se había mantenido todo la tarde en el auto, con las ventanas cerradas esperando a que Rachel diera hacia otro destino, con la esperanza de descubrir sus sospechas, se quedó esperando de nuevo en el auto al verla entrar en unos edificios en ruinas, preguntandose a si mismo si en alguno de los departamentos era donde se escondía Jeff.

𝗢𝗻𝗲 𝗢𝗳 𝗨𝘀; Tokio Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora