𝗢𝗻𝗲 𝗢𝗳 𝗨𝘀; Tokio Hotel

𝟑𝟒| 𝙲𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝚖𝚞𝚎𝚛𝚝𝚘

Jadel corría en las calles más sucias de Hamburgo, su respiración era como una bomba apunto de estallar, mientras sus pisadas eran el estallo, la luna lo perseguía al ritmo de sus pasos así como hombres de Tokio Hotel iban tras él, por órdenes Georg, este podía sentir la adrenalina por todos sus músculos, los fortalecía ante los grandes pasos

—¡Ven aquí!—Gritó uno de los hombres

Jadel se escondió detrás de una pared llena de agua que bajaba de una cañería, intentaba controlar su respiración, ante la sombra de las farolas podía percibir a los hombres ir a él, su única salida era una barda, no estaba seguro de si podría lograr brincarla, no se lo pensó demasiado cuando sentía su vida al borde, tomó fuerzas y entonces dió saltos como un saltarín blanco, sacó las garras como un pequeño leoncito, apenas una bala rozó el borde de la pared en dónde se encontraba su última pisada

—¡Joder!—Refunfuño uno de los hombres al ver que Jadel se había logrado escapar

Mientras Jadel se levantó con el pie cojo, apenas gruño pero no sé tomó el tiempo para sobarse, no podía perder sus últimos minutos de oportunidad. Se dirigió al departamento de Marlon, en dónde tocó con brusquedad en la madrugada, logrando que Marlon se levantara con molestia y lo recibiera con mala cara

—Joder Jadel... Son las cuatro de la madrugada—

Este entro sin recibir una invitación, rápidamente se recostó en el sofá de su amigo y con delicadeza empezó a quitarse los zapatos, entre quejidos para supervisar en qué estado se encontraba su tobillo

—¿Que demonios te paso?—Pregunto Marlon cuando le vio el tobillo morado apunto de explotar con tan solo un piquete

—Estoy jodido—Respondió agitado—Tokio Hotel está buscando mi cabeza—

Marlon resopló cansado y frustrado a punto de quejarse hasta quedarse sin aliento, pero se quedó callado cuando Jadel le extendió una memoria

—Toma—
—¿Qué es esto?—

—La grabación en la que Gary murió—Decía mientras intentaba soportar el dolor de su tobillo—Dáselo a Rachel, Tokio Hotel  me está buscando  por esto, no dejes que caigan en manos de ellos—

Como una corriente de viento frío Marlon se quedó congelado, sus manos temblaban

—Intentan matarme, y sabes que ellos no van a detenerse hasta conseguirlo, por eso necesito que si me pasa algo te encargues de dárselo a Rachel—
—Has expuesto tu vida—
—Lo he hecho desde siempre, la diferencia es que quiero ajustar lo que hice, quiero que Rachel lo vea con sus propios ojos—

—Tu no tuviste la culpa—Dijo Marlon tratando de contenerse a no soltarse a llorar—No tenías que hacer esto solo—

—Es mi culpa que Gary no esté aquí, jamás debí apuntarle a la cabeza, lo dijiste tú mismo, a un amigo no se le apunta, jamás voy a olvidar aquello, y si tengo que morir por esto, lo haré... Lo haré por Gary—

—¿Te has olvidado de que yo también soy tu amigo? Pudimos hacerlo juntos—
—No quiero ver a otro amigo muerto por mi culpa—

El tobillo dejó de doler cuando ambos se quedaron mirando la memoria, recordaban aquel día sin necesidad de observar las grabaciones, el dolor de ese día había regresado, lograron saber que sus vidas acabarían lentamente cuando Gary cayó al suelo con la bala en la cabeza

—Jeff está muerto, Rachel le disparó—Confesó Jadel
—¿Cómo?—

—Le he visto en las noticias, no han encontrado al culpable pero tú y yo sabemos quién fue, fui a su departamento a buscarla, no estaban. Lo único que encontré fueron hombres de Tokio Hotel esperándome—