Capítulo 18: Perdón Por No Ser Lo Que Esperabas, Mamá.

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Punto de vista Luca:

Hoy saldré con Dante a ver una película al cine, estoy algo nervioso, pero a la vez feliz de que mi primer novio haya resultado ser la mejor persona que he conocido en la vida. Dante es alegre, generoso, amoroso y es un lindo de mierda que cada vez que veo me dan ganas de tirarme encima de él y molerlo a besos. 

Me molesta un poco que mi relación tenga que ser escondida de mi familia, pero la verdad es que no quiero que Dante salga dañado por mi culpa, bueno, por culpa de mi madre en realidad. Simplemente odio que no pueda aceptarme tal y cómo soy.

En la mañana cuando despierto me quedo mirando el techo por un tiempo antes de levantarme, aún no puedo creer lo mucho que disocio cuando recién me levanto.

La puerta de mi cuarto comienza a sonar repetidas veces.

-Luca, es hora de levantarse -dice mi madre al otro lado de la puerta-.

-Ya estoy despierto, voy enseguida.

-No te demores, o vengo y te saco del brazo de la pieza.

¿Y esa violencia por qué?

-Sí, mamá.

Me levanto de la cama lo más rápido que puedo para vestirme y arreglarme, tengo que estar decente ahora que tengo novio, ni modo que vaya a al cine todo feo y apestoso, no, no, no, que asco, Dante me terminaría de inmediato.

Entro al baño y me arreglo lo más rápido que puedo para salir de esta casa, no quiero pasar más de lo necesario en este lugar que mi mamá llama "hogar", esto ya no es un hogar para mi, no después de que papá se fue, lo peor es que se fue por culpa de mi madre. Odio esto.

-Hasta que vienes a desayunar, te demoraste bastante.

-Solo tardé cinco minutos -digo sin mucha importancia-.

-¡No me hables con ese tono!

-Te estoy hablando bien, tú eres la única que me está gritando -contesto sin mirarla a la cara mientras tomo un sandwich.

-No me faltes el respeto Luca, te estas pasando de la raya.

-Pero si yo no he dicho nada -digo antes de darle una mordida a mi pan.

-Cállate de una vez y siéntate a comer.

-Okey -mascullo antes de sentarme a la mesa.

-Ahora entiendo porque tu papá se marchó, todo fue tu culpa, eres un hijo horrible, eres un amariconado, por eso nadie te quiere tener a su lado.

-Si papá se fue es por tu culpa, tu eras una persona horrible con el, mi papá era el mejor y siempre te intentó dar todo lo qué podía, a pesar de que el no tuviera nada. Siempre te daba tus mierdas de maquillajes y ropa cara para que estuvieras feliz y tu nunca lo apreciaste. En cambio, lo engañaste con cuanto hombre se te cruzará en el camino, porque es lo único que supiste hacer, ni siquiera me cuidabas y me dejabas todo el tiempo con las niñeras, ¿y sigues diciendo que fue mi culpa que papá se fuera de la casa? Eres una hipócrita.

-¡Ya basta, Luca! -grita mi mamá al darme una fuerte cachetada-.

-¿Ves? Eres una mamá de mierda -digo tomando mi mochila para salir de la casa, no diré mi casa, esa no es mi casa-.

Doy un portazo a la puerta y camino al auto, no quiero más de esto, estoy harto.

-Vamos -le digo a Hernan, mi chófer personal-.

-¿Está todo bien, joven Luca?

-Sí, todo está bien -hago un intento se hablar bien mientras seco mis lágrimas-, solo llevame al colegio y ya.

Quédate conmigo para siempreWhere stories live. Discover now