Capítulo 5

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Los rayos del sol atravesaban las cortinas de la habitación, los dos esta vamos dormido dándonos la espalda, Soo-yung abría los ojos lentamente se levanto quedando sentado con la
parte superior de su cuerpo levantada, se refregó los ojos y mientras lo hacia yo gire mi cuerpo quedando este boca abajo y mostrándole el rostro, me miro y quedo sorprendido.

«¡¿Que hace este maldito en mi cama?!».

Un tanto intranquilo levanto las sabanas y miro la parte inferior de su cuerpo, dándose cuanta que no tenia nada puesto, lo que lo dejo con la boca abierta. Volteo a verme, yo solo
puedo decir que dormía placenteramente, pues la cama era muy agradable, por primera vez
en mi vida pude dormir placenteramente, me miro molesto y me pego una patada que hizo
que me despertara y cayera al piso.

—¡Ayy! — exclame de dolor cuando mi trasero toco el piso — ¿Que le pasa?¿Por que me patea? — le pregunte sin mirarle directamente.

—¡¿Por que?! ¡¿en serio lo preguntas?!. — dijo enojado — ¿Que haces en mi cuarto?, y lo mas importante, ¡¿que haces en mi cama?!.

Le mire, al parecer no recordaba nada de lo que habia pasado.

—¿Acaso no recuerda lo que paso a noche?.

En ese momento Soo-yung comenzó a recordar, ciertos fragmentos de cuando el y yo tuvimos sexo pasaron por su mente. Me miro fijamente con odio y luego su mirada se concentro en mi entrepierna, la cual estaba cubierta por la sabana. Se percato de que tanto el
como yo estábamos completamente desnudos.

—¿T-tu… y yo… tuvimos sexo? — me pregunto.

Los dos nos miramos fijamente, yo trataba de pensar a como responder a su pregunta, pero no logre pensar bien y simplemente le dije.

—Eeeeeeh… si.

Un silencio predomino el cuatro, el respiro profundamente y luego me miro con una sonrisa bastante amigable, yo le sonreí de igual manera, agarro una almohada y la lanzo contra mi.

—¡¡¡¿Como pudiste hacer me esto?!!! — grito enfurecido —¡¡maldito!! ¡¿como pudiste aprovecharte de mi?!

Me sorprendí con lo ultimo que dijo. ¿Yo aprovecharme de el?, pues era algo que yo nunca haría.

—¡¿De que esta hablando?!. Usted fue quien salto sobre mi.

—¡Mentira! — me grito — Eso no es cierto.

—¿Acaso me esta llamando mentiroso?.

—¡¡Si!!, yo nunca haría algo así. Así que eres un mentiroso, tu fuiste quien salto sobre mi.

—¿Como se atreve a llamarme mentiroso?, a demás debería estar agradecido conmigo.

—¿Y por que debería estarlo?.

—¡Porque si no fuera por mi, el hombre con el que vino lo hubiera violado! — dije enojado.

—¡¡¡Solo vete!!!

—Como sea.

Me levante tapando mi entrepierna con la almohada que ma habia tirado, recogí la ropa y me fui molesto.
Bien salí, Soo-yung se tapo con las sabanas hasta la cabeza, estaba furioso y desconcertado.

«Este imbécil, ¿quien se cree? Tsk. Hmm. Ahora que lo pienso, recuerdo que Kang-Dae estaba en la fiesta, me ofreció una copa con vino, pero lo rechace y luego la agarre y bebí, pero fue solo para que se fuera de una vez, sin embargo luego se beber me empecé a sentir mal y después Kang-Dae me trajo a casa, y entonces él …».

Recordó lo que el bastardo de cabellos teñidos le habia hecho, se levanto de un salto furioso.

—¡Kang-Dae si te vuelvo a ver te daré algo para que no me olvides!¡maldito bastardo!.

Soo-yung recordó cuando me beso, se recostó boca arriba y toco su labio.

«Entonces es verdad que fui yo el que empezó».

Dio un suspiro.

—Hmm… supongo que debería disculparme con él. — Enuncio sin ganas y suspiro —Aah.

Al medio día a la hora del almuerzo estaba con la señora Choi en la cocina, ella cocinaba mientras que yo solo estaba sentado, una tanto molesto por lo que habia pasado en la mañana, suspiraba repetitivamente y fuerte, todo para llamar la atención de la señora Choi.

—Ah. — suspire, pero la señora Choi me ignoro — Aaah. — volví a suspirar con poco mas fuerte, pero ella ni siquiera mostró interés, decidí intentarlo por una ultima vez, pues como dice el dicho “La tercera es la vencida” — Aaaaaah.

—Suficiente, — Apago la hornalla y volteo a verme y cruzo los brazos — ¿que te sucede?.

Por fin tenia toda su atención en mi.

—No quiero hablar de eso, pero ya que insiste.

—Hmm.

—Vera, ayer ayude al señor Park cuando un hombre desagradable intento hacerle algo innombrable, y el ni siquiera me dio las gracias por haberle ayudado y sobretodo me trato de mentiroso. ¡Y yo nunca en toda mi existencia e mentido!.

—Ósea que estas enojado solo ¿por que te llamo mentiroso?.

Básicamente era es el hecho por lo cual estaba enojado, nunca me gusto que me trataran de mentiroso. Mire hacia otro lado y le conteste.

—Si.

—Jajaja, — se río la señora Choi — ay Dong-sun.

—No le veo lo gracioso — exprese molesto por haberse reído.

—Dong-sun intenta comprender, el señor Park no a tenido una vida muy fácil, hasta creo que es infeliz con su vida.

—¿Como puede se infeliz teniendo dinero?.

—En esta vida hay cosas mas importantes que el dinero.

¿Cosas mas importantes que el dinero?, pensé y pensé tratando de encontrar una respuesta a esta pregunta, pero no la hallaba. Si tuviera en mi poder una suma exorbitante de dinero
podría pagar el tratamiento médico que necesita mi querida abuela, podría pagar mis deudas, comprar una linda casa en el campo o en cualquier lugar para que mi abuela pudiera pasar
sus últimos días feliz y en paz.

—La verdad… no se que podría ser mas importante que el dinero.

—El amor.

—Del amor no se come — dije con una sonrisa.

La señora Choi suspiro.

—Todos necesitamos de alguien que nos de cariño, alguien que nos abrase o simplemente nos ofrezca su hombro para llorar. De todos nosotros en esta casa, el señor Park es quien más lo necesita.

—Jaja, ¿por que el lo necesitaría?.

—El señor Park perdió a sus padres cuando era muy joven, su abuela lo crío con mucho amor, cuando… ella falleció el estaba inconsolable, se encerró en su cuarto y no salio durante diez días, casi muere por ello. Perder a la única persona que le quería le debió ser
muy difícil, la dulce y alegre sonrisa se transformo en una de tristeza, se volvió frío y distante. Pocos son los que sobreviven en soledad.

Lo que me contó me dejo pensativo.

«Al parecer el señor Park y yo tenemos algo en común, a los dos nos criaron nuestras abuelas. Doy gracias por que ella se esta recuperando poco a poco, no se que haría si ella… me dejara. Supongo que seria como el señor Park, frío, serio, infeliz… hmm, creo que no debí responderle con un “si” cuando me pregunto si lo habíamos hecho. ¿Fue un error?, quizás si le hubiera dicho que no y le hubiese explicado mejor lo que sucedió el no se hubiese enojado».

Esta perdido en mis pensamientos, pero la señora Choi chasquido los dedos frente de mi rostro y eso me saco de mi trance.

—¿Entendiste lo que te dije?.

—Si, entiendo. Yo también perdí a mis padres y todo lo que me queda de mi familia es mi abuela. Pero aun así no tenia porque llamar me mentiroso.

—Aah, eres un tonto. Prepara la mesa para que comamos.

En la tarde SeoJoon visito a Soo-yung, cuando los dos estaban en la oficina este le contó lo que habia sucedido, SeoJoon se puso de rodillas y le suplicaba a Soo-yung.

—¡¡Soo-yung, por favor perdóname!!, todo fue mi culpa. No debí insistir te que fueras, perdóname por favor.

—No hagas tanto drama, no podías saber que sucedería algo así, y no es tu culpa.

—¿Me perdonas? — le miro estando de rodillas con lágrimas en los ojos.

—Si, si, si. Te perdono.

Rápidamente la expresión de SeoJoon cambio, sonrío y se puso de pie y abrazo fuertemente a Soo-yung.

—Ohh, Soo-yung no sabes cuanto te quiero.

—Suéltame o te castro — amenazo.
SeoJoon por temor a perder sus partes se aparto de el, le miro y haciendo puchero de dijo.

—Que frío eres.

Soo-yung agarro unas hojas sueltas que estaban en el escritorio frente de el y se las entrego a SeoJoon este comenzó a ojearlas intrigado.

—¿Ya lo terminaste? — pregunto un tanto sorprendido.

—Si, la termine esta tarde.

—¿Encontraste inspiración?. — le miro con una mirada de picardía.

—¡Cállate! .

—Bien, ya me voy.

—Esta bien.

Después de que SeoJoon se fue, Soo-yung se inclino sobre su asiento, miraba el techo y se perdía en sus pensamientos.

«Aun no puedo dejar de pensar en él y en lo que sucedió a noche. No puedo creer que lo hicimos».

Por la mente de Soo-yung pasaban recuerdos de aquella noche, y sin darse cuenta tubo una erreccion.

—Ah, — exclamo al ver que su pene estaba erecto — ¿que me sucede?.

El Escritor y el Jardinero Where stories live. Discover now