El Escritor y el Jardinero

Capítulo 16

—Me gustas —me susurro.

Abrí los ojos de par en par al escuchar aquella inesperada confesión. Lo aparte empujándolo con fuerza haciendo que cayera al suelo.

—Ay —exclamo él.

Me levante tras a verlo empujado, mirándolo con disgusto le pregunte.

—¿De que demonios estas hablando?.

Con la mirada baja soltó una risa, levanto la mirada con una sonrisa de picardía en el rostro.

—Te dije que me gustas —Se levanto sonriente y clavo sus ojos grises —. ¿A caso es tan difícil de entender dos simples palabras?.

—Tu… —Trate de hablar, pero no podia soltar palabra en ese momento.

—¿Que?, a caso nadie te dijo alguna vez que le gustabas. Ja.

Nos miramos fijamente, yo trataba no mostrar expresión alguna en el rostro. Aparte la mirada.

—¿Enserio nunca nadie se te declaro antes? —Pregunto asombrado y luego río —. Esto es verdaderamente increíble. Bueno, esto un honor haber sido el primero.

—Mejor me voy —dije sin ganas y solté un suspiro.

Me dirigí a la puerta y cuando estaba por abrir él apoyo su mano en la puerta rozando mi oreja izquierda e impidiendo que pudiera salir, coloco su brazo que estaba libre al alrededor de mi cuello y poso su cabeza en mi hombro derecho. Le mire.

—¿Que crees que haces? —pregunte con disgusto.

—¿Que crees que hago? —Me pregunto coqueto. Luego olió el aroma de mi cabello —. Tu, tu cabello tiene un rico olor. —Aquello me puso los pelos de punta y un cosquilleo recorrió mi cuerpo. Acerco sus labios a mi oreja y me susurro —. Dong-sun, acepta ser mi
compañero y te juro que te daré todo lo que me pidas. Solo quiero que me jures que seras mio. —Deposito un beso en mi cuello.

Estaba inmóvil, no sabia que hacer. ¿Debía aprovechar y aceptar lo que me pedía?.

—¿Me darás todo lo que te pida? —le pregunte.

—Todo lo que quieras te lo daré, solo tienes aceptar ser mio y de nadie más —me volvió a susurrar al oído y luego a depositar besos en mi cuello.

—¿Por que yo?.

—Porque me resultaste ser interesante. Eres lindo, —Apoyo su entrepierna en mis nalgas. Pude sentir que estaba duro — y aparte desde aquel dia que te vi no deje de pensar en ti.

«Debe ser una broma, ¿verdad?» pensé.

—Te deseo, Dong-sun. —Susurro con voz lujuriosa —Acepta, y te haré disfrutar el resto de tu vida, como no lo imaginas. Lo tienes que aceptar —Retiro lentamente el brazo de mi cuello bajándolo hasta presionar mi pecho con su mano, al mismo tiempo que besaba mi
cuello.

Sentía un gran peso en mi pecho, y no era por él, sino otra razón. Al aceptar significaba que entregaba mi cuerpo para que él lo usara para su placer, era como venderme, pero al aceptar podia pedirle que pagara para que trataran la enfermedad de mi abuela. Siendo él alguien con poder y mucho dinero podría ser mucho más fácil el encontrar una cura para la enfermedad. Solo tendría que soportar lo que él quisiera hacer conmigo.

«El universo es tan injusto».

Por dentro se me desgarraba el corazón y era un mar de lágrimas, me contuve el llanto y suspire.
Deslizo su mano por mi abdomen llegando hasta mi pantalón, aventuro la mano por debajo de este y de mi ropa interior, agarro mi miembro haciendo que me estremeciera.

«Perdona me».

Le pegue un codazo en el costado de su cuerpo haciendo que se apartara, rápidamente me di vuelta y lo empuje con mi pie haciendo que cayera, me puse encima de él y comencé a golpearlo repetidas veces en el rostro. Me detuve, tenia la respiraron agitada, mi cuerpo
estaba tembloroso, mi sangre hervía de rabia, me contenía las ganas de llorar, y él me miro sonriente y comenzó a reírse. Le mire.

—¿Que te causa gracia? —pregunte con la respiración agitado —. Imbécil.

—El haberme golpeado de esa forma me éxito —río.

—Estas demente. Lo sabes, ¿verdad?.

—Podría hacer —dio una pausa antes de seguir hablando, quedan doce mirándome —. Si no te gustaba mi propuesta solo tenias que decir no, y yo lo hubiese entendido. No hacia falta golpearme.

Me puse de pie y él permaneció acostado en el piso mirándome, le mire y luego suspire.

—Perdona —Me disculpe y me fui de ahí.

Al llegar al cuarto me quede parado ante la puerta contemplándola.

«¿Que me esperara detrás de esta puesta?. Bueno, creo que no debería preocuparme. Si me necesitaba podría haberme llamado, cosa que no hizo».

Entre, la habitación y estaba totalmente a oscuras, cerré la puerta y a penas di tres pasos me tope con algo, baje la mirada para saber que era.

—Una botella de vino.

Lleve la mirada hasta la segunda cama que estaba cerca de la ventana, pues se notaba la silueta de una cabeza, camine hasta ahí un tanto nervioso.

—Señor Park —pronuncie sorprendido al verle. Estaba sentado en el piso totalmente dormido apoyando la espada contra la cama y con la cabeza caída. Me fui hacia él y me agache quedando a su misma altura. —Señor Park. Señor —trate de despertarlo y tuve éxito. Poco a poco abrió los ojos y luego fijo su mirada en mi —. Señor, perdone la tardanza,
déjeme ayudarlo a levantarse —Le agarre del brazo y me miro con el ceño fruncido.

—Suéltame —me ordeno molesto y se soltó de mi agarre, poniendo ce rápidamente de pie—. ¿Quien te crees que eres para venir y poner tus sucias manos en mi?. —Pregunto y yo
me quede sorprendido. Él paso delante mio dirigiéndose hacia el baño, pero antes que pudiera llegar hable.

—Lo siento por haber llegado tarde, señor —me disculpe y baje la mirada. Él se detuvo a medio camino al baño y hablo sin voltear al verme.

—Dime, ¿lo disfrutas mucho cierto?.

—¿A que se refiere?, señor —pregunte desconcertado.

Volteo a verme.

—El acostarte con hombres.

Quede totalmente sorprendido.

—¿D-de… de que esta hablando? —le pregunte.

—De que si disfrutas al acostarte con hombres —dijo sin expresión alguna en el rostro.

Yo estaba boquiabierto.

—Yo… yo no acuesto con hombre.

—Por favor, no tienes porque negarlo.

—Yo no niego nada, si le digo que no me acuesto con hombres, es porque es verdad.

—Ja. Eres un mentiroso.

—¿Que?.

—¿Me vas a negar que estabas con un hombre antes de venir aquí?.

—Si, estaba con un hombre, pero no es lo que usted cree. Yo… —me interrumpió antes de poder hablar.

—De seguro lo disfrutaste mucho, aunque lo dudo, puedes según mis cuentas no debieron ser más de quince minutos, aun así de seguro te habrá llenado ahí atrás.

—Por Dios, de que habla. Ya le dije que no me acosté con ningún hombre.

—Sin seriamente no me sorprende que seas así, los de tu clase siempre lo son así.

—¿A que se refiere con los de mi clase? —pregunte integrado, sintiendo un mal
presentimiento.

—¿Enserio quieres que te lo diga?.

—Lo reto a hacerlo.

Los dos nos miramos fijamente, con seriedad en nuestros rostros.
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Buenas queridos lectores después de un largo tiempo por fin pude publicar un nuevo capítulo.

¿Y que les pareció?

El próximo capítulo será 🔥 jsjs.

Espero que se encuentren bien, y bueno nos vemos en el próximo capítulo.

No se olviden de comentar.

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