CAPITULO 14

1.4K 170 97
                                    

Soy el villano, yo no salvo la ciudad, yo no vuelvo hacia el atardecer... Y no soy quien se queda con el héroe.

Megamente dijo éstas palabras para después abandonar a Roxanne.

























– Ésta ciudad es muy chica para dos supervillanos–

– Ah, eres un villano sí, pero no un super Villano–

–¿No? ¿Cuál es la diferencia?–
















–¡La presentación!–



























Ya todos saben la historia, saben que Megamente y Servil lograron engañar a Titán, pero hay algo que ustedes no saben, no solo Servil y Megamente planearon eso.

Mientras Roxanne estaba secuestrada por el malvado pelirrojo, Servil había ido a sacar a Megamente de prisión.

–¡Suerte amigos!– gritó el alcaide.

–¡Vamos a morir!– gritó feliz Megamente.


Salieron de la prisión, una parvada de cere-bots los esperaban afuera y abrazaron felices a su "papi" pero no eran los únicos que lo esperan.

–¿Para mí no hay abrazo?–

–¡Brad!–

Megamente inmediatamente corrió a sus brazos donde fue muy bien recibido.

– Pensé que no ibas a venir – dijo Megamente.

– ¿Y dejarte solo contra ese bruto? Sé perfectamente que tú sólo puedes contra él, pero no por eso voy a dejar solo a mi lindo chico– dijo para después repartir besitos en las mejillas del azul.

– Ejem Ejem – carraspeó Servil.

– Cierto, el plan – dijo Megamente, Bran notó que sus mejillas adquirieron cierto tono rosado.






La verdad es que Megamente solo dijo esas palabras a Roxanne como parte de su plan, su enorme cabeza no era solo de adorno, era lugar donde daban fruto sus brillantes ideas. Necesitaba a Roxanne triste para que fuera la carnada que utilizaría Titán, se entregaría a la prisión porque sabía que Servil lo iría a buscar ahí.

¿Cómo sabía que iría a buscarlo?

Porque contactó con Brad antes de entregarse, no necesitó mucho más que fingir que tenía ganas de llorar para que el indomable Metroman cediera ante él. Lo convenció de buscar con sus poderes a Servil, de ir por él y convencerlo de que fuera a buscar a un muy arrepentido Megamente.

Y vaya que funcionó, ahora tenía todo justo donde quería, solo era cuestión de ir contra Titán y derrotarlo.


– Muy bien, señor, hagámoslo – dijo Servil activando su reloj camuflaje, quedando como un Megamente.

El verdadero Megamente giró para ver a Brad.

–¿Listo?– preguntó.

– Sí – respondió el ex-heroe.

Megamente sacó su reloj y escaneó de pues a cabeza a Metroman, lo obligó a ponerse su traje para que el reloj hiciera un mejor registro, lo de afeitarse y peinarse podría arreglarlo tecleando unos códigos ya que el musculoso se negó a afeitarse.

– Ya quedó, con esto tendré tu camuflaje y podremos engañar a Titán – dijo Megamente terminando de ajustar su reloj.

– Excelente –

SIEMPRE HAS SIDO TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora