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La alarma sonaba en el banco de la ciudad, muchas personas corrían despavoridas y en pánico gritando y aleteando por todas partes, un grupo de ladrones se llevaban el dinero y lo metían en grandes sacos hasta llenarlos.


– ¡Vámonos!– gritó el líder.


Los ladrones corrieron con los enormes sacos llenos de billetes en sus espaldas, los metrociudadanos como los cobardes que son, no paran de lloriquear y suplicar por ayuda.

Los malvados ladrones reían mientras corrían en dirección a su camioneta, cuando de pronto un enorme pie de metal aplastó el vehículo antes de que pudieran llegar.

–¡No teman Metrociudad! ¡Su héroe está aquí!–


Todos aplaudieron la llegada de Megamente y él gustoso aceptó la ovación, su gigantesco robot bailó al ritmo de la música que siempre llevaba consigo, no era Megamente sin su música.

–¡Corran!– gritó uno de los ladrones.

Fue inútil que intentarán correr, Megamente usó su robot para bloquearles el paso y divertirse un poco con ellos, Levantandolos y haciéndolos volar por los aires.

– ¡Miren todos! ¡Malabares!–

Todos reían y aplaudían los trucos que Megamente hacía con los ladrones.

– Ahora a donde pertenecen – dijo para después lanzarlos a la prisión – ¡Bay!

Los pobres ladrones volaron en el aire hasta romper una de las ventanas de la prisión, cayendo justo en una celda.

Toda la multitud aplaudió y alabaron a su héroe.

Muchos sacaron sus teléfonos intentando tomar una fotografía de Megamente, era algo difícil ya que desde el robot no se podía ver muy bien desde ahí abajo.

–¡Sí! ¡Aplaudan! ¡Adorenme!–

–¡Te amo Megamente!–

–¡Y yo a ti ciudadano promedio!–

Muchos flashes de muchos teléfonos brillaban intentando fotografíar al azulado héroe de Metrociudad, Megamente supo que tenía que irse antes de que alguien con un Dron quisiera tomarle una foto desde arriba.

–¡Nos vemos!– dijo, luego el robot salió corriendo hasta perderse entre los edificios.

–¡Diablos!– habló una chica – No pude tomar bien ninguna foto, solo se ve el robot.

–¿Por qué tanto afán en tomarle una foto? En internet hay cientos de fotos de él – dijo su amiga.

– ¿No te das cuenta? Megamente ya no hace misiones de campo, ahora solo usa sus robots para todo, quiero tomarle una fotografía para subirla a mi blog–

–¿Te refieres a una fotografía humillante o algo así?–

– Tal vez, solo quiero una fotografía interesante para tener muchas visitas, sé que pronto conseguiré una–

– Si tú lo dices–


































Finalmente logró llegar hasta la guarida, su guarida.

Últimamente se había estado quedando en la de Metroman pero mejor era estacionar el robot en la suya, aunque fue inútil tratar de evitar que Brad lo viera en el robot, Brad ya lo estaba esperando cuando llegó.

Y a su lado estaban Roxanne y Servil.

– Lo hiciste otra vez – dijo Brad.

Megamente rodó los ojos y desabrochó su cinturón.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz