Varios meses habían pasado, 12 meses a decir verdad.
Hoy cumplían su primer aniversario como pareja.
Durante todo ese año las cosas habían estado bastante bien. Hasta ahora no ha habido mayor amenaza que los ladrones de pacotilla que Megamente fácilmente derrota con alguna de sus armas no letales. Han intentado surgir varios intentos de villanos, pero ninguno que realmente le llegue a los talones al gran villano que fue Megamente.
Siempre se encargaba de llevarlos a prisión, y siendo sinceros le gustaba mucho su trabajo. Siempre le gustaron las batallas, así que seguir combatiendo y que lo alabarán por ellos era bastante genial.
Sin embargo hay algo que no le gusta de su nueva popularidad, y eso es que la gente siempre quiere saber cosas sobre su vida privada, y tal y como le pasó a Roxanne con Metroman, ahora estaba pasando con él.
"Megamente tenía un beso pintado en la mejilla, ¿Será que él y la señorita Richie finalmente lo hicieron oficial?"
"Megamente y Roxanne Richie tomaban un helado en el parque"
"Megamente visto con un ramo de flores"
"¿Quién tendrá el corazón de Megamente?"
Por supuesto Brad no se ponía celoso de Roxanne, él más que nadie sabía que los metrociudadanos eran los seres más chismosos de todo el universo. Tanto Megamente como Roxanne siempre han desmentido esos rumores y han aclarado que solo son mejores amigos, pero la ciudad sigue esparciendo todo tipo de chismes sobre ellos.
Ya se han acostumbrado y han aprendido a ignorar esa parte mala de la fama.
Por otro lado, nadie sabía lo que pasaba detrás de esas cortinas azules que se veían desde la ventana de la guarida del protector de la ciudad. Megamente tenía el mejor sistema de seguridad que su tecnología podía ofrecer, así que era imposible que algún paparazzi pudiera acercarse a su casa sin que él lo supiera.
Y lo que pasaba detrás de esas cortinas...
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Hoy era su aniversario, su primer aniversario como pareja oficial.
Y ambos estaban listos, habían esperado todo un año, y hoy sería su noche.
Podrá sonar ridículo que a sus treinta y tantos hayan esperado un año entero para finalmente tener relaciones, y no culpen a Brad, si por el fiera desde el primer día hubiera hecho a Megamente suyo y solo suyo. Pero Megamente... Era su primera vez, y estaba algo asustado.
Hablaron de esto desde el principio, y Megamente dejó en claro que no se sentía listo aún para dar ese paso, que para muchos podrá ser insignificante, pero para él no lo era. Era darle su cuerpo a alguien más, dejarse ver desnudo y expuesto ante otra persona, cederle tu cuerpo y tu mente.
