Cabaña

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El viento soplaba suavemente, dejando un leve escalofrío del frío de las montañas a quien estuviese fuera y removiendo las hojas para crear una sonata de crujidos otoñales. El paisaje anaranjado se veía iluminado por el sol de la mañana. Una cabaña de troncos de madera se alzaba en el pequeño prado, rodeado por el frondoso bosque de los altos montes. El olor a pino y tierra húmeda inundaba el ambiente i el agua cristalina del lago reflejaba el cielo del mismo tono celeste.

Había dos grandes pero jóvenes perros jugando en el césped, corriendo y persiguiéndose el uno al otro. Uno era un activo y ruidoso Husky de cabello plateado y ojos oscuros, con ese pelaje largo y brillante. El otro era un tranquilo y positivo golden retriever, con su pelaje corto y dorado y unos ojos pacíficos. Eran razas muy típicas y distintas la una a la otra, pero a la vez se complementaban para ser buenos compañeros de vida y disfrutar su tiempo juntos.

Los dueños miraban desde su terraza en la cabaña, sentados en una mesa mientras miraban un álbum de fotos mientras revisaban que sus queridas mascotas no se dañasen o fuesen hacia el interior del bosque solos. La pareja estaba apegados, uno dentro delos cálidos y ya conocidos brazos del contrario, amando esa sensación de apego y cariño que cambiaban entre ellos.

Error: ¿Esa no es de nuestra luna de miel?- Preguntó señalando una imagen plastificada y pegada al álbum. En esta los dos estaban un oasis en medio de las suaves dunas de arena, mirando el agua brillante y la vegetación exótica a su alrededor-

Ink: Te ves hermoso en este álbum- Besó la mejilla del de piel chocolatada mientras miraba las imágenes. Sus ojos brillaban cada vez que pasaban una página, adoraba al Error del pasado, al Error actual y al Error del futuro-

Ya habían pasado 8 años des de que se unieron en su sagrado matrimonio, y hoy hacia ocho años exactos des de que esos anillos enlazaron sus almas con un hilo del  destino. Por eso mismo estaban viendo esas fotografías, una recopilación de momentos felices para poder ver con precisión ese pasado dulce que segundo por segundo aumentaba. Obviamente hubo decepciones y peleas, pero como en cualquier relación. Eso no fue para nada suficiente para aplacar el amor que se dedicaban el uno al otro, nada podía apagar esa llama que había nacido en el apagado corazón del albino o el extraño corazón del científico.

En esos años las cosas habían cambiado bastante. Ellos estaban felizmente casados, y pocos años después de esto Error decidió jubilarse pronto. Le gustaba su trabajo, pero tenia el dinero suficiente y quería poder tener toda su vida posible para cuidar de su esposo y su familia. Hacia pequeños proyectos personales sin ningún fin laboral y algunos favores para cercanos.

Durante los años Ink se hizo aún más expresivo, no con sus sentimientos si no con sus opiniones, diciendo de forma más directa que quería o que no. Gracias a su insistencia y argumentos se mudaron a la montaña, donde Ink amaba el olor a naturaleza y la brisa seca. El científico siempre amó la tranquilidad i por ello nunca tuvo la necesidad de tener hijos, Ink tampoco, pero siempre dio la idea de tener perros. Los dos accedieron y fue su mejor decisión, la casa estaba tranquila pero llena de vida, de amor y cuidados. Los paseos de los jóvenes caninos siempre los hacían dados de la mano y juntos lavaban a sus mascotas y jugaban con el agua y el jabón.

Y ahí estaban ahora, los dos juntos, bajo el sol que lentamente se alzaba. Era una vida pacifica, y definitivamente feliz. Error lentamente se subió al regazo de su esposo y le dio un pequeño beso en la mejilla para luego sentir la nariz del albino fregar su punta por su cuello.

Error: Eres feliz ¿Cierto?- Preguntó. Esperaba ya la respuesta que le iba a dar, pero quería asegurarse de que su mente tenía razón-

Ink: No podría serlo más- Luego de decir eso le dio un beso algo largo y intimo, como si quisiera confirmarle que sus palabras son ciertas- Ya lo sabes ¿Por que dudas de ello?

Error: Solo quería asegurarme, al fin y al cabo, me he esforzado para que seas feliz a mi lado- Sus rostros estaban a pocos centímetros, si de algo estaba seguro el jubilado es que, sin importar la edad, la pasión y el cariño nunca se iría de su relación-

Ink: Tu simple existencia cerca mío ya hace mi vida perfecta- Frunció levemente el ceño, siempre supo de esas pequeñas inseguridades que tenía sobre su cuerpo o algunas actitudes. Era algo que no podía cambiar de el por mucho que lo intentase, pero siempre destacaba esos pequeños aspectos que al moreno no le gustaban para enaltecerlos i decir que era lo que más le gustaba de el, por que era cierto, era lo que más le gustaba junto al resto de cosas que componían su hermosa existencia-

Error: Nunca he entendido de donde has sacado ese romanticismo- Soltó una pequeña sonrisa juguetona-

Ink: Es lo que me haces decir- Pegó su rostro al hombro contrario- Pero siempre he creído que tu me lo has enseñado, eres tu quien me ha enseñado a amar, solo que a ti no se te da tan bien decirlo en palabras- Sus dedos pasaron por el brazo contrario hasta tocar la palma de su mano y tomarla- Pero siempre he podido notar esos gestos románticos, esas acciones grandes o pequeños que me intentan transmitir lo que tu mente te dice, siempre me emociono cuando veo esas acciones.

Error: Eres adorable.

Otra risa juguetona salió de el y se besaron. Los dos siguieron gran parte de la mañana abrazados.

Gran parte de su vida viviéndola de la mejor forma, disfrutando de la compañía contraria y ajena. Viviendo para ellos mismos y para el contrario.

Ink: Te amo mucho, Error.

Error: Yo también te amo, Ink.

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¡Hola de nuevo! ¿El salto en el tiempo ha sorprendido?

No tengo mucho que decir, ya he terminado la época de exámenes y solo me queda uno de química de aquí dos semanas. La vida de bachillerato es estresante, pero las personas de alrededor son mejores. ¿Cómo os va a vosotros?

Ya pronto es navidad, no puedo regalar mucho más que one shots o consejos de dudosa calidad. No se si quiero pedir un binder. No soy transexual, pero tengo los pechos grandes y me incomoda pensar que el próximo trimestre, jugando a beisbol, voy a tener que correr delante de la gente y me incomoda un poco pensar en ello. Incluso una vez en tercero un compañero y mi ex mejor amiga me dijeron que "cuando corría les recordaba a gemidos" y cuando trataron de pensar por que solo sacaron la super conclusión de que me botan las tetas al correr. No me molestó mucho en ese entonces, pero ahora es de las cosas más incomodas de recordar.

En fin, personas de pechos pequeños, os envidio con toda mi alma, sentiros bien con vuestro cuerpo (Eso ultimo va para todos).

Dicho esto, hasta la próxima.

Experimento sin almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora