𝐎𝐋𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 ▪︎D. SHAW

0019 ↬ INSOMNIO.

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Unos suaves golpes en la puerta de su habitación lo hicieron abrir los ojos, observando como la misma se abría lentamente dejando ver a la pelinegra vistiendo su pijama de ositos. Se sentó en la cama para poder verla mejor y saber que necesitaba.

—¿No puedes dormir?—Pregunto con la voz ronca, pues recién abría los ojos. Shaw tenía el sueño demasiado ligero desde lo que paso con aquella mujer, ahora escuchaba hasta el mínimo ruido y eso no lo dejaba descansar del todo, pero lo manejaba bastante bien.

Ella negó, acercándose hasta subirse a la cama de dos plazas, quedando sentada en los pies de la misma sin sacarle la mirada de encima.

—No puedo dormirme de manera profunda, me siento extraña estando aquí de nuevo.—Murmuro suavemente mirándolo.—Y la señora Evans, esta durmiendo y no quiero molestarla a ella, esta cansada.—Aclaro.

—¿Quieres que te prepare algo para tomar? ¿Un té? —Propuso sin tener otra idea para poder ayudarla a dormir esa noche.—¿O te quieres acostar aquí? No me molesta.—Le aseguro corriendo las mantas hacía un lado, dejandole lugar para que se metiera ella.

La pelinegra sonrió ampliamente y gateo hasta llegar a su lado, metiéndose bajo las mantas. Sabía que en el fondo estaba mal hacer aquello, pero no había nadie en el mundo que le diera más paz mental que Deckard.

—Gracias, Decks.

Se estaba muriendo de vergüenza y felicidad a la vez, era un sentimiento realmente extraño.

—Tranquila, esta bien.—Murmuro suavemente sintiéndose completamente feliz por tenerla a su lado otra vez. Se sentía maravilloso.—¿Te puedo preguntar algo.

—Si, por supuesto.—Contesto acomodándose mejor bajo las mantas, era una noche bastante fría.—¿Qué ocurre?—Pregunto.

—¿Por qué nunca te quitaste la alianza de casamiento?—Pregunto con gran curiosidad.

—Porque me recuerda a ti, a cuando fuimos felices.—Murmuro mirándolo con una sonrisa pequeña.—Me case contigo porque te amaba como nunca ame a nadie y tú me amabas como nunca nadie me amo, y eso es el recuerdo más lindo que tengo en mi memoria, no quería perderlo.—Aclaro suavemente.

—Te sigo amando con la misma intensidad que cuando nos casamos, eso nunca cambió en mi.—Confesó mirando el techo del cuatro.—Siempre serás la mujer de mi vida y la única que me hace verdaderamente feliz.

Ella sonrió cerrando sus ojos.

—En mi tampoco, Decks. Solo estaba triste y cuando estoy triste, no se controlar mis sentimientos y puedo ser alguien hiriente.—Aclaro como si él no lo supiera.—Se que te he tratado mal de muchas formas, pero siempre seras el amor de mi vida.

—Lo se, siempre lo supe. Se que tan difícil es para ti controlar las palabras que salen de tu boca cuando te sientes de esa forma, pero también entiendo porque estabas así y tenias todo el derecho del mundo.—Aseguró rozando su mano con la de ella, que estaban sobre las sábanas.

—Pero.. ahora, ¿Estamos bien? ¿O no? ¿Somos amigos al menos?—Murmuro tímidamente. Le daba miedo la respuesta.

Él asintió.—Si, las cosas están volviendo poco a poco a ser como lo eran antes o al menos un poco. Eso es bueno, es bueno tenerte de nuevo aunque solo sea como amiga.

—Si, lo mismo digo.—Aseguró con una sonrisa, acurrucandose a su lado en busca de un poco de calor. Siempre había sido muy friolenta y Inglaterra siempre había sido fría para su gusto, pero amaba ese lugar.

—Ven aquí.—Murmuro abrazándola, dejándola que se acueste en su pecho como en los tiempos de antes.—No tengas vergüenza conmigo.

—Extrañaba tanto sentir tu perfume para dormir.—Admitió abrazándolo con fuerza. Estaba sintiéndose feliz de nuevo y eso era un gran logro para ella.

—Y yo extrañaba sentirte a ti, Jones.

Sonrió al escucharlo, acurrucandose mejor en su pecho. Todo dolía menos a su lado y se había olvidado de eso, pero ahí era feliz.

—Que descanses, Decks.

—Descansa, Cindy.—Murmuro dejando un beso en su cabello, como lo hacía antes.

—Te quiero..

—Y yo a ti, Jones.