Capítulo 21

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Estaba envuelto en oscuridad, era espesa como aquella vez encerrado en la prisión de Jaimie, me rodeaba y me impedía respirar. Quería abrir los ojos, pero era imposible y la oscuridad me tragaba más y más, estaba siendo arrastrado por una corriente invisible y me sentí aterrado. Intenté gritar, intenté llamar a Shane, pero ni siquiera había aire en mis pulmones y todo era oscuridad.

No tenía idea de cuánto tiempo había pasado cuando por fin pude abrir los ojos. Me sentía cansado y pesado, los párpados se cerraban en contra de mi voluntad y me tardé más tiempo del deseado en despertar del todo. Estaba en mi habitación en el castillo y parecía ser de noche, podía ver las luces encendidas y más oscuridad a mi alrededor lo que hizo que el pánico volviera a invadirme.

—Shane —susurré con voz ronca y la garganta reseca. No fue él quien se acercó a mí, sino Nwosu y parecía tan aliviado como consternado.

—Dean, ¿cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Necesitas algo? —preguntó tocándome la frente y el rostro.

—Agua —pedí en el mismo tono. Él acercó un vaso con agua y me ayudó a sentarme en la cama. El líquido trazó un camino por mi garganta aliviando el malestar y me ayudó a despertar—. ¿Qué pasó?

—Te desmayaste en la coronación del rey.

Tenía algunas imágenes borrosas de lo sucedido. Me tallé el rostro, aún me sentía aturdido y mareado, sin mencionar el terrible dolor de cabeza que parecía venir de todos los lados a la vez.

—¿Dónde está Shane?

—Con la guardia real, iré a avisarle a todos que despertaste. El rey Loïc tuvo que salir por un ataque reciente, pero dejó a su guardia para que te cuidara.

Esa era demasiada información para asimilar y no me sentía tan bien para intentar hacerlo. Así que dejé que se fuera mientras yo me estiraba a lo largo enviando algo de alivio a mis músculos entumidos y cansados. Ni siquiera entendía por qué me sentía así si no había hecho más que dormir.

Shane fue el primero en atravesar el marco y respiró profundo como si no hubiera podido hacerlo antes. Me sentí más tranquilo porque estaba cerca y sabía que entonces nada me pasaría.

—¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? —Se sentó a mi lado y sus dedos recorrieron mi rostro con suavidad haciéndome sonreír.

—Aturdido —respondí y él asintió—. Lo siento, lo que hice no debió verse muy bien en una coronación.

—No fue tu culpa. La presión, ese ridículo traje y el hecho de que no habías comido, fue todo una mala combinación.

—¿A dónde fue Alex?

—El rey Loïc salió del palacio —dijo el general cara-de-desprecio cuando entró por la puerta seguido de Nwosu. No entendía qué hacía ahí y no me sentía tan bien como para lidiar con él—, volverá pronto. Hasta entonces, le ordenó a su guardia real que cuide de usted. Solo a la guardia real —repitió mirando a Shane con su gesto descriptivo.

—Shane puede cuidarme —respondí con la misma expresión.

—No es guardia real —continuó e hizo un ademán despectivo hacia Shane para que se quitara del lugar a mi lado. Sabía que Shane estaba siendo muy paciente, pero no sabía si eso duraría e incluso si él no dijera nada, yo lo haría. Shane se quitó y el general se sentó y solo sentí más enojo en mí—. Tenemos asuntos que tratar con el príncipe.

—Dean no está en condiciones de hablar —dijo Shane.

—Este no es asunto de un Odjur —dijo con desprecio—. ¿Por qué no te comportas como un buen chico y vas a conseguirnos algo de vino?

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