Capítulo 27

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Dos cosas pasaron en el día más importante en el castillo Kensington: la primera, mi hermano se casó con Violet en una ceremonia larga y hermosa. La segunda, descubrí que yo estaba perdidamente enamorado de Shane.

🥀

El día de la boda, el castillo era un caos total. Todo debía estar listo e impecable porque el gran rey de los Kensington estaba a punto de casarse. Incluso yo estaba muy emocionado por lo que estaba pasando y por esa razón no le había dado el anillo a Shane. Bien, eso era una mentira. No se lo había dado porque me preocupaba que eso nos llevara de nuevo a un momento incómodo. Las cosas entre nosotros aun eran extrañas, no quería empeorarlo. Violet me había dicho que solo se lo diera, que quizá todo se arreglaría con eso, como si ella supiera algo que yo no. Bueno, después descubrí que todos lo sabían menos yo. Aun así me acobardé y me concentré solo en evadir el tema prestando atención a la gran boda.

Myssiorak me ayudó a prepararme junto con muchos ayudantes más, cosa que aun me parecía innecesaria, pero comenzaba a acostumbrarme. Me pusieron un traje elegante con una capa (de nuevo), pero mucho más ligera que la de la última vez. Y a diferencia de la última vez, Myssiorak me llevó comida ligera y una rebanada de pay porque sabía lo mucho que me gustaban las cosas dulces. Él había comenzado a charlar conmigo un poco más. Aun no estaba listo para confiar en él, pero se estaba ganando su lugar a mi lado.

Al salir hacia el salón, solo estaba Shawnneta esperándome porque Chasydi y Shane estaban revisando la seguridad del castillo junto con la guardia real. Esa clase de eventos eran el pretexto perfecto para que algo malo pasara o para que algún otro enemigo quisiera infiltrarse, por lo que la seguridad era más estricta. Shawnneta no estaba vestida de gala porque no estaba ahí como invitada, en cambio usaba su traje de cazadora con un cinturón lleno de armas. Me acompañó en silencio como era su costumbre hasta el salón y se quedó cerca de la entrada, siempre observándome.

La ceremonia fue más larga que una normal porque se trataba del rey. Alex usaba un traje oscuro y una capa blanca con detalles dorados que parecían hechos de oro. Violet vestía de blanco, su velo era más largo que el pasillo por donde caminaba y llevaba el cabello suelto con algunas flores enganchadas en él. Parecía una de las ninfas caminando hacia el altar.

Se hicieron algunos rituales, se dijeron cosas preciosas y después ya eran marido y mujer. Nunca había visto a Alex sonreír de esa forma. Lucía tan feliz que era casi imposible contenerlo. Yo fui el primero en felicitarlos, por supuesto. Después de mí estaban los demás clanes tanto de cazadores como de criaturas mágicas. Al terminar todo eso comenzó la música y todos se acomodaron para comer. Yo estaba en la mesa con los recién casados y detrás de nosotros estaban Shawnneta y Gaye.

Fue entonces cuando lo descubrí.

Estábamos comiendo, había gente en la pista bailando con suma coordinación y todos parecían muy felices con la celebración. Di un trago a mi copa de vino justo cuando Chasydi y Shane hicieron su aparición por la entrada principal. Ella estaba usando un traje como el de Shawnneta y Shane tenía uno parecido, pero más oscuro con detalles dorados. Tenía la espada enfundada, el cabello corto y despeinado y cuando entraron para hacer una reverencia a mi hermano y a su esposa, Shane me sonrió como siempre lo hacía, y yo perdí la capacidad de tragar líquidos. El vino no bajó por mi garganta sino que se fue por el lado equivocado lo que me hizo comenzar a toser con fuerza y eso, por supuesto, llevó todas las miradas hacia mí.

—¿Estás bien? —Violet se inclinó para verme. Yo asentí mientras tosía y jadeaba para obtener algo de aire.

De pronto Shane ya estaba hincado a mi lado y me miraba igual de preocupado que todos los demás. En cualquier otro momento habría apreciado eso, le habría dicho que estaba bien mientras le sonreía. No fue esta ocasión porque estaba tan cerca de mí y el recuerdo de sus labios rozando los míos fue suficiente para que el ataque de tos empeorara. Huí con torpeza y poca gracia hacia el baño, llamando más atención de la que me gustaría. Podía sentir la mirada de todos mientras se preguntaban qué diablos pasaba conmigo. Bueno, no era la gran cosa, solo de pronto descubrí que tenía muchas ganas de besar a Shane, quien era mi Odjur y mi protector, sin mencionar que era mi alma gemela y mi mejor amigo. Me encerré en el baño jadeando como si hubiera corrido un maratón. ¿Qué diablos estaba mal conmigo?

KensingtonWhere stories live. Discover now