𝙂𝙧𝙤𝙪𝙥 𝘾𝙝𝙖𝙩 ▰ 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘

setenta y cuatro; alcohol, fiestas y errores

―Charles. ―escucho a su hermano a lo lejos.

Había llegado a la fiesta de uno de sus patrocinadores tres horas atrás, a pesar de su enorme deseo de permanecer en casa esa noche, tuvo que asistir forzosamente. Y, no era que le molestara estar en esa clase de lugares, simplemente su cabeza no se sentía con el ánimo de ir y convivir con personas a las que solo había visto una vez en su vida.

Uno de sus conocidos lo noto diferente, decaído. Por lo que le aconsejo que buscara un trago y olvidara todos sus problemas, aunque fuera solo por unas horas.

―Charles, ¿Qué estas haciendo? ―sintió como una mano lo levantaba de la silla en la que se encontraba con -innecesaria- fuerza. En el proceso, la chica que había estado sentada sobre él tuvo que poner los pies en el suelo. ―Cora.

Arthur nombro a su amiga sorprendido. Los mayores tomaron una larga respiración, tratando de recuperarse luego de la sesión de besos que habían compartido.

―Arthur. ―dijo ella bajando la mirada. ―Nosotros...

―Guárdatelo por ahora. ―la interrumpió el chico mirando directamente a su hermano. ― ¿Qué mierda te pasa?

Charles se quedó callado ante tal pregunta.

Ni siquiera él mismo sabia como había acabado así.

"People in love are the ones who make more mistakes...

... But each mistake is one more step"

Amar a alguien es una de las mejores sensaciones que puedes experimentar. El poder decirle lo mucho que aprecias cada simple cosa que hace, el placer de tener a la persona que amas entre tus brazos. Es algo que nadie puede describir.

Amar a alguien en silencio. Es toda una tortura.

Charles disfrutaba de su amistad con Amelia, le gustaba cuando ella lo llamaba para ver películas o para preguntarle sobre su día. Le gustaban las fotos de los gatos que recibía cada día.

Pero últimamente eso ya no era suficiente. El deseo hacia la pelirroja creía cada segundo que pasaba. Y con el deseo, el miedo también aumentaba.

Miedo a ser rechazado. A que ella no sintiera lo mismo.

Había escuchado como algunas chicas se sentían decepcionadas al descubrir que sus amigos solo las buscaban para tener una relación, y no solo una amistad. Le preocupaba que Amelia se sintiera de esa forma, y que todo el avance que tenían se perdiera solo porque él no se había podido conformar con ser su amigo.

―Vamos a casa. ―le dijo su hermano menor.

El alcohol es un mal acompañante.

―No. ―comento con firmeza.

Arthur se sintió desesperado. Sara había subido un video "casual" donde se apreciaba a su hermano besando a Cora, y era cuestión de minutos para que dicho video se volviera noticia. Debía sacar a Charles de ahí antes de que hiciera algo peor.

―Cora, por favor, déjanos solos. ―intento tener mejor suerte con la chica.

―No creo que Charlie quiera eso. ―respondió abrazándose al piloto. Charles sonrió ante el apodo. Amelia lo llamaba así todo el tiempo.

―No hablas enserio. ―se quejó. ―Charles, vamos, iremos a casa y mañana arreglaremos esto.

―Ya te dije que no. ―repitió. ―Deja de meterte en mis asuntos, no necesito tu ayuda.

Dicen que no se puede ayudar al que no quiere ayuda. Arthur estaba comprobándolo.

―Charles. ―pidió cansado.