𝙂𝙧𝙤𝙪𝙥 𝘾𝙝𝙖𝙩 ▰ 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘

setenta y tres; Cora Walter

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@leclercnews ha publicado nuevo contenido

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Leclercnews. Cora Walter, una creciente personalidad en redes sociales, fue vista este fin de semana acompañando a Charles. La monegasca, quien ha sido amiga de la familia desde ya un tiempo, fue descubierta besando a Leclerc durante la fiesta de APM Mónaco, esto se pudo apreciar unos segundos durante uno de los videos que Sara Walter, hermana de la recién mencionada, subió a su Ig (primera imagen), horas después, se les vio dejando el lugar con él tomándola de la cintura (Segunda imagen). Y por la mañana a del día siguiente, algunas personas afirman haberlos visto saliendo del departamento de Charles.

A pesar de que ya habían sido fotografiados juntos (Tercera imagen) en una foto grupal, nadie creyó que hubiera algo más que una amistad.

Parece ser que estábamos equivocados, ¿Es ella la razón de la notable felicidad que Charles ha mostrado estos últimos meses?

99problemas. Adiós a mi oportunidad de ser la señora de Leclerc

↪️ La­_nalga_de_Louis_. Nuestra oportunidad querrás decir

Coreuki. Me niego a creer que es verdad. No oigo, no escucho, no veo

Articmi. Esos dos no se estaban besando, se estaban comiendo

tacos_al_pastor_. Ya decía yo que tanta risita y buena vibra no eran normales. El niño ya tenía novia y ni en cuenta nosotros

nadando07. Al cabo que ni quería. (llama al planeador de boda para decir que el novio ya consiguió otra novia)

clsixteenn. Y yo dedicándole canciones por mensajes, los hombres nunca aprecian los detalles

↪️ Alis__Black. Tú cuando te enteraste en los DM'S de Charles tipo: POR ESO ESPERABA CON LA CARITA EMPAPADA QUE LLEGARAS CON ROSAS, CON MIL ROSAS PARA MI 

(...)

La pelirroja suspiro con pesadez al encontrarse borrando el mensaje una vez más.

Desde que las chicas del nuevo grupo le habían hecho saber sobre las fotografías en las que Charles era el protagonista su estado de ánimo había decaído por completo.

Había buscado el contacto del monegasco con rapidez, dispuesta a preguntar por aquellos rumores. No es que se sintiera con derecho a reclamar por algo, independientemente de lo roto que se encontrara su corazón, se sentía más dolida por el hecho de haberse enterado gracias a otras personas.

Aun así, todo aquel valor se perdió en cuanto el mensaje estaba a nada de enviarse. Borro el escrito la primera vez pensando que se veía como algo muy formal, luego de agregarle un par de bromas, lo borro de nuevo creyendo que él no se lo tomaría enserio. Cualquier cosa que escribía se sentía como si fuera dicha por alguien más. Y no quería que Charles se diera cuenta de lo mucho que rondaba en su cabeza la imagen de él besando a alguien más.

Después de otros cinco minutos decidió que lo mejor era dejar de pensar en ello.

Miro al frente asegurándose de que ningún cliente estuviera deseoso de otro café, para luego presionar el icono de Instagram en su teléfono.

Gran error. Nunca debió de seguir esa página de chismes, solo le recordaban su mala fortuna.

Es mi culpa por creer que tenía una oportunidad. Se reclamó.

Su mente le decía que debía huir de ahí, dejar el móvil de lado y enfocarse en otras cosas. Pero Amelia era una masoquista sin remedio. ¿Por qué esa chica era tan bonita?, ¿Era cierto que tenían tiempo juntos?, ¿Por qué él jamás la menciono?

―Vas a hacerte daño. ―escucho.

―Uh. ―su autocastigo fue interrumpido por la voz de Alex, su jefe. ― ¿Disculpa?

―Tu mano. ―señalo. Amelia estaba tan distraía con su decepción amorosa que había pasado de largo el movimiento que sus dedos de la mano derecha habían comenzado a hacer, rasgándose unos contra otros provocando que algunos de ellos se tornaran de un color rojizo. ― ¿Esta todo en orden?

―Sí. ―mintió. ―Estoy un poco estresada, es todo.

― ¿Algo va mal?

―Solo es...ya sabes, los exámenes, las tareas. Nada fuera de lo normal.

El mayor la miro con duda. ―Bueno, te he visto estudiar en cada tiempo libre que encuentras, seguro que te ira bien.

―Eso espero. ―murmuro. ―Umm, suerte que tú ya no tienes que preocuparte por eso.

―Preferiría exámenes a tener que hacer la cuentas cada noche. ―le dijo.

Amelia soltó una risita. ―Eso es sencillo.

―Claro que no, es un dolor de cabeza.

―Pues no lo demuestras. ―alago. ―Pareces manejarlo bien.

Él le sonrió. ―Gracias, intento esforzarme.

Uno de los clientes se acercó a donde estaban ambos, ordenando un té. Amelia asintió comenzando a prepáralo indicándole que lo llevaría a su mesa en cuanto estuviera listo. Luego de un rato, ella tomo la taza dispuesta a llevar el pedido, siendo detenida por su jefe, quien se mantuvo callado durante todo el proceso.

―Lia. ―la nombro provocando que lo volteara a ver. ― ¿Tienes libre esta noche? ―Amelia asintió. ― ¿Te gustaría ir a cenar conmigo?

Cenar. Juntos. Solos.

―Yo...― ¿Por qué estoy dudando?, ella ha querido eso desde el momento en que lo conoció. Charles no importa, él esta con alguien más. E incluso si no lo estuviera, nunca se fijaría en ella, no de esa forma. No tenía algo que perder. A veces hay que soñar solo con lo alcanzable. ―...Estaría encantada.