One Shots - Scaloneta

87 - Cristian Romero.

Pedido hecho por: @Anto_Queen27 espero que te guste 🥹✨

Nuestra mujer

— nini, tengo hambre —Valentino estiró sus brazos hacia vos, lo alzaste y caminaste hacia la cocina.

— ¿tenes hambre u otra vez queres jugar con la masa? —picaste su nariz y este se rio tapándose la cara.

Obviamente era lo segundo.

Desde que era un bebé, habías cuidado de Valentino. Eras una especie de niñera a tiempo completo pero no te molestaba, porque él era tan tranquilo que podías estudiar mientras jugaba a tu lado o cuando dormía una siesta.

Cristian era tu jefe, uno bastante comprensivo pero apático. Nunca cruzó con vos mas de dos palabras, a excepción de si se trataba de Valen, sino ni ahí.

Habías escuchado por Lisandro, con quien te hiciste muy buena amiga desde que lo conociste, que su estado se trataba a causa de su ex esposa, que de un día para otro renunció a todo abandonándolos.

Eso te partió el corazón porque Valentino era el nene que cualquier persona quisiera tener como hijo, y no entendías como alguien podía abandonar a su propio hijo.

Estaba prohibido hablar de la mamá de Valen en la casa, esa fue una regla impuesta por Romero desde el día que llegaste a su hogar. Una vez la rompiste al responder la pregunta de Valen sobre dónde estaba su mamá, y vos le dijiste que a pesar de que estaba lejos ella lo amaba.

No sabías que Cristian estaba escuchándolos y casi te despedía sino fuera porque Lisandro estaba allí presente.

Ahora tu relación con él era tensa.

— bien hagamos pizza Valen, así te entretenes un poco —sonreíste dejándolo sentado en la mesada y le pasabas los productos y el feliz te decía que era cada cosa.

— ¡harina! —sonrió.

— así es pequeñín, vamos a lavarnos las manos y después a cocinar ¿si? —lo volviste a alzar y lo llevaste al lavado.

• • •

Una vez hechas las masas, las pusiste en cada pizzera y las metiste al horno, y mientras se hacian aprovechaste a bañarlo al pequeño antes que llegara el padre.

Ahora se encontraban en la mesa a punto de comer.

— Nini —te llamó Valen. Aquel apodo te lo había puesto desde bebé y nunca más quiso decir otra cosa que eso— ¿mañana me llevas al jardín? Le dije a mi seño que ya tengo mamá y que quería que la conociera —sonrió con toda su boca manchada de salsa.

Vos lo miraste sin saber cómo reaccionar. La palabra "mamá" estaba prohibida pero este nene te estaba reconociendo a vos como su madre. Ibas a llorar del estrés.

— ella no es tu mamá Valentino —Cristian entró molesto— y soy yo quien te lleva al jardín, no se de donde sacaste esas cosas —te miro a vos de reojo, echándote la culpa indirectamente— pero no quiero volverte a escuchar decir eso —acusó.

Ni si quiera un saludo al entrar, nada. Hoy era de esos días en donde él estaba de mal humor, intolerable.

— ¡pero yo la elegí! ¡Malo, sos malo! Nini —hizo puchero a punto de llorar mientras te miraba y vos lo alzaste dejándolo sobre tus piernas.

— a ver... —limpiaste cuidadosamente su rostro borrando cualquier rastro de salsa— ¿y? ¿Te gusto la pizza que hiciste? —susurraste intentando que no volviera a ponerse mal.

— si, porque la hice con vos —sonrió recostándose en tu pecho.

— vamos a dormir —Romero se inclinó para tomar a su hijo en brazos y este pataleó.