𝟏𝟒. 𝐋𝐚 𝐜𝐞𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐛𝐥𝐞

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Ya todos estaban listos y preparados para intentar dar buena impresión en la cena a la cual les habían invitado, por lo que habían empezado a andar hacia el lugar.

La ciudad estaba decorada con velas y más, siendo una decoración preciosa y con mucha gente caminando por la calle, siendo notorio un buen ambiente, como si realmente estuvieran aprovechando que hoy, nadie les aguaría la fiesta.

Pero entre tanta vela y tanta gente, llegaron al lugar.

En primer lugar les pidieron la invitación, la cual le dieron (el papel). Y aunque sonara a algo que podría haber hecho cualquiera y no una invitación, quien era portero sabía sobre ellos, por lo que la aceptó amablemente y les dejó pasar.

Al entrar rápidamente vieron un gran salón con muchísimas mesas para elegir, también se podía ver perfectamente a unos músicos tocando en un escenario.

— Principiantes...— Murmuró Brook en voz baja observando a los músicos fijamente.

Todos fueron rápidamente a dejar sus maletas en una sala extraña y sin esperar más, se sentaron al rededor de una increíble mesa y ya solo faltaba esperar para comer.

Mientras esperaban, todos iban a su bola, aunque, tenían un único propósito en común; que Luffy no se comiera el florero. Este tenía mucha hambre y cada vez se ponía más nervioso.

— ¡Que no, Luffy! ¡Las flores no se comen! — Gritó Nami agarrando el florero y poniéndolo al lado de Robin, quien se sentaba a su derecha.

— ¡Es que tengo hambre! — Exclamaba Luffy dando porrazos a la mesa, los cuales no resaltaban mucho en la sala por suerte, ya que había mucho ruido.

— Navegante, tampoco te enfades tanto con él, tiene hambre. — Dijo Robin en su tono de voz tranquilo, como siempre.

— ¡Es que luego nos lo cobran, seguro! —  Dijo Nami desesperada a punto de darse cabezazos en la mesa.

— Deberías preocuparte por cosas más importantes. — Murmuró Robin por última vez, antes de ver cómo los camareros se acercaba con la comida.

— ¿A que te refieres? ¿Robin? —

Robin simplemente no contestaba, quería que Nami se calmara con el capitán y que si tenía algún problema (que era evidente) pensara sobre ello.

Algunos camareros que iban hacia su mesa, empezaron a poner muchos platillos sobre aquel mantel delicado, dejando a todos boquiabiertos.

No pasaron ni 3 segundos de que los camareros se habían alejado unos pasos que todos empezaron a comer.

Nami estaba embobada pensando mientras comía, ¿A que se refería Robin?

Se hacía una idea de que se refería, pero pensó que era muy precipitado hablarle sobre el tema en frente de todos, aunque estuvieran hablando sobre sus cosas.

Miró a Zoro a su izquierda, discutiendo con Usopp sobre cual era el mejor sitio para dormir el mayor tiempo posible, por lo que sabía que con él no había problema. Después miró al lado de Robin y estaba Chopper, por lo que era imposible el renito entendiera de lo que estaban hablando.

— Tú ganas, ¿Cómo le cuento mis digamos "sentimientos"? — Le murmuró la navegante a su amiga intentando disimular un poco.

— Podrías decírselo después de comer. — Sugirió Robin antes de tomar de su vaso de agua, sin siquiera mirar a su amiga a los ojos.

— Tenía pensado algo así, pero ¿Que cojones le digo? — Dijo Nami con un tono más bajo.

— Háblale sobre tus sentimientos, tiene que entenderlo. —

𝐏𝐥𝐚𝐭𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨𝐬 (Sanji x Nami) ¡Fanfic terminado!Where stories live. Discover now