𝐏𝐥𝐚𝐭𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨𝐬 (Sanji x Nami) ¡Fanfic terminado!

𝟏𝟕. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐜𝐞𝐬

Las ocho de la mañana marcaba el reloj y estos tortolitos todavía estaban en la cama. Aunque estuvieran despiertos, solo disfrutaban de la mañana abrazados el uno al otro.

No fue hasta después de unos minutos que se enteraron que el otro también estaba despierto.

— ¡Yo estaba esperando a que te levantaras! — Exclamó Nami tapándose un poco más con la manta.

— ¡Y yo a ti! —

— ¿De veras? ¿Entonces para que me acariciabas si sabías que estaba dormida? —

— ¡Es algo lindo! —

...

— Pues sí. —

Se quedaron en silencio unos segundos algo avergonzados, hasta Sanji se atrevió a hablar.

— ¿No deberíamos ir ya con la tripulación? — dijo mientras se fijaba en la ropa en el suelo.

— Supongo — Murmuró Nami fijándose también en esta — Sí que nos pasamos ayer... —

— Un poquito, pero me encantó. —

— A mi no cuando empezaste a sangrar por la nariz...— Comentó Nami señalando un par de papeles llenos de sangre en la mesita de noche.

— Te pedí perdón y te lo seguiré pidiendo hasta que se me pudra el cuerpo. —

— No hace falta, supongo que debí esperármelo. — Dijo ella antes de acariciarle la mejilla y acercarse a su oido para susurrarle — gracias. —

— ¿Gracias por qué? — Susurró el cocinero agachándose un poco hacia ella.

— Por quererme, por... todo esto. —

— Gracias a ti por declararte, no creo que yo hubiera sido capaz. Solo respóndeme a algo...—

Nami empezó a temblar.

— Dime. —

— ¿Por qué estamos susurrando? —

— No se, quedaba bien. — Murmuró Nami aliviada. Si no fuera porque se acababa de levantar y porque ahora le tenía mucho más respeto a Sanji, le hubiera pegado un grito tremendo por haberla asustado.

— Okey, pero creo que deberíamos vestirnos ya. — Dijo Sanji volviendo a su tono normal de voz.

— Sería lo mejor. — Respondió la navegante levantándose de la cama y empezando a recoger la ropa del suelo a lo que Sanji hizo prácticamente lo mismo.

No se dijeron una palabra hasta que estuvieron listos para irse.

— Voy un momento a mi habitación. Había traído algunas cosas, aunque al final no usé- — Dijo Sanji con algo de prisa.

— Okey, te espero a la salida. —

Ambos se dieron un besito rápido y fueron a lo suyo.

Sanji fue a su habitación, la cual seguía como si nadie hubiera entrado. Simplemente agarró su maleta, se peinó un poco y se fue, pero Nami...

Nami mientras, estaba en la salida esperándole, mirando las escasas nubes que había en el cielo y pensando en cómo decírselo a la tripulación.

— Que noche tan salvaje, ¿verdad? —

— Sí... — dijo Nami con nostalgia.

—...—

— AHHHHHHHHH ROBIN ¿¡QUE COJONES HACES AQUÍ!? —

— Buenos días a ti también, y solo estaba aquí disfrutando de la mañana. — Dijo Robin como si nada.

Nami estaba perpleja ¿Ya lo sabía Robin? ¿Se refería a alguna otra cosa?
No estaba segura, pero sabía que ella era muy observadora así que a lo mejor habría visto cuando ella y Sanji demasiado "juntitos".