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Capítulo 31

Malik Sallow

No hay más que dolor, le cuesta respirar, sabe que tiene varias costillas rotas, trata de levantarse, pero solo respirar requiere un gran esfuerzo, desea rendirse, pero no puede hacerlo, su hijo lo necesita, su hija también no puede rendirse y perderlo todo, los asesinarían si pierde esta batalla.

Pero está tan cansado, rechazar a su compañera lo debilitó, y en sus últimos momentos de vida solo podía pensar en ella, quería verla una última vez, pero no era tan egoísta. La rechazó para darle una oportunidad de vivir, para que volviera al mundo del que provenía, para que se convirtiera en una maravillosa doctora.

Lucha de nuevo por ponerse de pie, si se queda ahí lo matará, y tenía que defender a su manada... entonces lo percibe, ese aroma dulzón, puede notar el caramelo en el ambiente, y todo en su interior se agita, siente como cambia de forma, Asim está demasiado débil, ante sus ojos humanos se encuentra con la imagen de una preciosa loba blanca protegiéndolo.

No debe esforzarse mucho por descubrir de quien se trata, su esencia la delata, Artemisa, por fin logró liberarla, por fin era completamente como ellos, y ahí estaba dispuesta a luchar.

Quiere hablarle, pero ella se lanza al ataque, ambos lobos ruedan por el pasto lanzando zarpazos y gruñendo, ella logra herirlo en un costado, vuelven a separase y Artemisa se niega a apartarse de su lado, ella lo protegerá a toda costa.

-Sigues con vida – para su sorpresa, el falso rey vuelve a su forma humana – pensé que esa vieja bruja te mantendría oculta por siempre.

Su voz es fría, calculadora, observa a la loba con genuina emoción, como si la hubiera estado esperando.

-Admito que hizo un buen trabajo ocultándote Artemisa, ni siquiera tu hermano podía rastrearte, pero Apolo jamás se rindió, después de todo ambos tienen la bendición del sol.

Intenta acerarse, pero la loba gruñe agazapándose, lista para atacar, el falso rey levanta ambas manos y retrocede, riéndose, divertido por la situación que estaban pasando, Malik anhelaba interponerse entre ellos, quería protegerla, su instinto le suplicaba que la apartara de él, pero no podía moverse.

-Vamos, hermanita, hace mucho que no nos vemos, ¿por qué no le das un abrazo a tu hermano mayor? – abre sus brazos, invitándola, pero nadie se mueve, saben que son el centro de atención, espera la reacción de las manadas, al saber que la legítima Luna de la manada luna de sangre, es la hermana del falso rey, del destructor. - ¡Muéstrate!

Ordena, está perdiendo la paciencia, Artemisa abandona su pose defensiva, no puede ver su expresión, pero escucha sus huesos crujir, ha dejado al descubierto a su indefensa portadora, quiere gritarle por sucumbir a su plan, por caer en su provocación, ve el cabello negro de Ayla, atado en una coleta alta, está completamente vestida, así que Evie la estuvo ayudando, quizá esté cerca. Quizá Duncan también está cuidándola.

-Mírate, eres igual a mamá – su compañera avanza con pasos lentos, el falso rey vuelve a abrir sus brazos y ella se deja rodear por ellos, la aprieta contra su cuerpo, un gruñido escapa de los labios de Malik de forma involuntaria, el pelinegro sonríe divertido al darse cuenta. - ¿Eres mate de esa escoria?

Su compañera gruñe, lo aparta con un fuerte golpe en el pecho que lo hace trastabillar, pero lejos de verse molesto parece más bien divertido con todo lo que sucedía, incluso se pone a reír.

-Lo siento, lo siento - trata de controlarse, limpia unas cuantas lágrimas falsas y finge tomar todo con seriedad. - ¿Dónde están mis modales?, mamá estaría decepcionada, debo presentarme eras solo un bebé cuando nos separaron – intenta acercarse una última vez, pero no solo ella gruñe, sino las manadas detrás de ellos, el falso rey vuelve a reír divertido – mi nombre es Aidan, alfa de alfas, rey de los hijos de la luna y legítimo heredero de la manada Eclipse Lunar.

- Te conozco por otros nombres, el destructor, el asesino – Ayla avanza enumerando con sus dedos - el impostor y mi favorito ...- se inclina hacia su hermano cuando lo tiene cerca, la sonrisa de Aidan se ha esfumado – el falso rey.

Los escucha gruñir, Ayla es arrojada lejos, pero cae con magistral habilidad sobre sus dos pies.

-Descuida hermanita, seré el verdadero rey, solo debo terminar lo que inicie hace tanto tiempo, cuando te asesine, tomaré mi lugar como alfa.

- ¡Tú no tienes la bendición de los dioses!, ¡Yo soy la verdadera reina! – grita, Malik puede sentir el poder que emana de ella, si tuviera la fuerza necesaria se arrodillaría ante ella, como todos a su alrededor lo hacen, el falso rey mira con incredulidad lo que sucede – todos aquí me deben lealtad, incluso tú, hermano mayor.

-Tienes razón, no nací con la bendición de la luna, así que la tomaré por la fuerza.

Se escucha el crujir de los huesos cuando cambia de forma, desde su posición no puede ver a Ayla, pero sabe que no se ha transformado, no le ha dado oportunidad de hacerlo.

Con la poca energía que le queda logra ponerse en pie, ve como ella esquiva el ataque de Apolo al lanzarse a un lado, aun así, el lobo no pierde tiempo, vuelve a por ella, así que debe interponerse entre los dos. Su cuerpo sirve de escudo para la chica, el lobo logra morderlo en el hombro, el dolor lo atraviesa cuando sus mandíbulas se cierran destrozando sus huesos, lo arroja lejos, el dolor lo incapacita.

- ¡No!, ¡Malik! – el grito de su chica lo transporta a aquella vez que la salvó de ser secuestrada, la desesperación en su voz lo apremia a ponerse de pie una vez más, trata de llamar a Asim pero no pueden transformarse, no pueden respirar, el pecho está a punto de estallarle, los oídos le zumban y sabe que hay sangre entrando en sus ojos pues el ardor es insoportable, pierde noción de su alrededor, está llegando el final.

Está muriendo.

AylaWhere stories live. Discover now