Epílogo

17.3K 1.2K 58
                                    

Epílogo

Elara Sallow

Volvían de su entrenamiento, sucios, cansados y visiblemente molestos por su derrota, debían pasar a la clínica donde trabajaba su madre para darle un informe de su día, no estaban de ánimo para algo como eso, pero lo habían prometido.

-¿Qué tal les fue hoy? – la peli negra da vueltas por su consultorio mientras repone los suministros médicos, se detiene al no recibir respuesta, ve en el rostro de sus hijos la aflicción – mañana será un mejor día.

Les ofrece un caramelo, tiene ese mismo gesto con los cachorros de la manada que acuden a su consulta, los hace sentir mejor, Elara no puede evitar sonreír cuando su madre la abraza y besa su coronilla animándola, ambas saben que Atlas hace mucho dejo esas muestras de afecto.

-Su padre está terminando con las preparaciones para la ceremonia de transformación de sus hermanos, ¿Por qué no van con ellos para tranquilizarlos?

-Te veremos más tarde, mamá.

Ella es la primera en salir, dejando unos segundos a su hermano con Ayla, los escucha tener una breve conversación y sabe que Atlas se dejará abrazar y besar por su madre, era inevitable, ella era la líder de su manada con una simple orden los obligaría, pero no era necesario, su gemelo aparentaba ser rudo, pero en el interior siempre sería un niño con su madre.

En la mansión se encontraban recluidos sus hermanos menores, un par de mellizos que eran un dolor de cabeza, alguno de ellos se convertiría en el próximo alfa de la manda Eclipse de sangre, así como Elara y Atlas se convertirían en sus betas.

Su gemelo camina directo a la habitación de Selene, él era el favorito de la pelinegra, mientras que ella lo era de Ayden, entra sin llamar a la puerta, como lo suponía aun no se había alistado, se encuentra despatarrado en su cama jugando videojuegos, se deja caer a su lado y le arrebata el control de las manos, ganando protestas porque no tarda más de cinco segundos en dormir.

-¡Elara eres un fracaso en esto! – se pone de pie frustrado, la rubia solo puede sonreír al conseguir su objetivo, su hermano lo sabe y le dedica su típica mirada de reproche – eres fastidiosa.

-Lo soy, deberías estar preparándote para recibir a tu lobo, y como siempre estas holgazaneando – la postura del pelinegro es rígida, se queda mirando por la ventana mientras la ignora, puede percibir sus nervios a kilómetros de distancia, así que debe ir a su encuentro y lo envuelve en sus brazos, no importa que sea mucho más alto que ella, sabe que puede darle contención en un momento tan delicado.

-Hoy se decidirá quién es el futuro alfa, no estoy listo para que esto me separe de Selene – el abrazo al fin surte efecto, él la rodea y aprieta con fuerza dejando ir su nerviosismo.

-Nada puede separarlos, son mellizos, esa es una conexión irrompible, créeme.

-Elara – le advierte con un gruñido – todo el mundo espera que peleemos por el puesto, temen que se repita la historia de nuestra madre – la suelta y comienza a caminar por la habitación mientras acelera las palabras - que uno de nosotros enloquezca y asesine a toda nuestra familia para hacerse con el poder de todas las criaturas mágicas.

- ¿Criaturas mágicas? - trata de contener la burla en su voz, pero su sonrisa la delata exasperando más a su hermanito.

-He visto muchas películas últimamente – se le escapa una risita – es culpa de mamá.

- Ayden, escucha, estarán bien, ustedes no...

-Todos me miran esperando que sea yo, ¿qué crees que harán cuando se den cuenta que mi lobo es el mismo que tenía el falso rey?

-Ayden...

-Pedirán que me destierren o me ejecuten antes de caer en la locura y matar a mi hermana y mis padres. – El joven comienza a perder el control, y un abrazo no será suficiente esta vez.

-Ayden...

-Lo que nuestra madre hizo fue cruel, ocultar nuestra marca hasta los dieciocho, ¡todo sería más sencillo si lo conociéramos desde antes!

"Selene está perdiendo la cabeza, creo que se necesitan." Puede escuchar a su hermano en su mente, han pensado lo mismo, así que obliga a su hermanito a seguirla por el corredor hasta la habitación de su melliza, ella esta igual de paranoica, pero en cuanto se ven ambos se relajan.

-Ahora, escuchen, ¿alguno de ustedes planea enloquecer y asesinarnos?

-No – responden al mismo tiempo.

-Bien, ustedes son los hermanos más unidos que he conocido, y es mucho decir de alguien que tiene un gemelo, mamá y papá se han encargado de enseñarnos que nuestra unión es lo más importante. – los jovenes lobos están aun tensos, Selene tiene lágrimas en los ojos, sabe que debe tranquilizarlos, la ceremonia estaba muy próxima y ella debían tener la mente clara.

Su madre les había dado una misión y no iban a fracasar de nuevo, como futuros betas de la manada su propósito era dar equilibrio a sus alfas.

-No importa quien sea el nuevo alfa, los cuatro seguiremos juntos, apoyándonos como hasta ahora – Atlas es quien logra convencerlos, hacen un abrazo grupal, de esos que su madre les obligaba a hacer cuando peleaban, esta vez ayudan a los más pequeños a confiar.

...

La ceremonia se llevaba a acabo con todos los que cumplían dieciocho años, había un total de diez lobeznos, que cazarían por primera vez con su alfa, Malik Sallow, pero ahora todos contenían la respiración por descubrir que lobo llevaría la marca de los dioses, incluso la reina se veía nerviosa.

Los últimos segundos de la transformación llegan, los mellizos se ponen en pie, una preciosa loba negra es la compañera de Selene, de nombre Atenea, de ojos ambarinos como su padre, por otro lado, un lobezno negro con diversas marcas blancas, de ojos en negro y plateado Apolo.

Los murmullos se extienden por la manada, unos discutiendo la reencarnación del lobo del falso rey y otros opinando de lo más llamativo, ambos hermanos tenían la marca de los dioses, un eclipse resaltaba en sus frentes, los lobos restriegan sus cabezas contra el otro, felices.

Entonces lo sienten, esa poderosa conexión con sus futuros alfas, con los futuros reyes, toda la manada se arrodilla ante ellos, incluidos su padre y los recién transformados, la reina por su parte les dedica una amplia sonrisa, hay algo especial en la conexión que tienen los gemelos y los mellizos, son reconocidos como los futuros betas de la manada.

Antes de iniciar la cacería con los nuevos lobos, son llamados por sus hermanos para acompañarlos, como lo harán por el resto de sus vidas, se prepararían juntos para seguir protegiendo a su manada, para proteger a todos los hijos de la Luna.

AylaWhere stories live. Discover now