8| Somewhere only we know

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⚠+18⚠  (No es muuuy fuerte, pero bueno :p)




POV: Martin

Subimos a la academia después de la gala, y hasta ahora había sido mi favorita. Cantar con Juanjo esa canción se sentía como tocar las estrellas y flotar en un aura de tranquilidad agradable a la que solo él me conseguía transportar todas las veces que se proponía. Después de despedirme de Noemí, que había entrado con nosotros a la academia para ver si habíamos recogido antes de bajar a plató, me dirigí a las duchas, porque honestamente, lo necesitaba. Vi a Juanjo frente a un espejo desmaquillándose  —Hola otra vez—  le saludé, y él me miró  sobresaltándose.

—Joder, que susto coño— Dijo él llevándose una mano al pecho, y no pude evitar reírme mientras pasaba las duchas de largo acercándome a él.

—Lo siento, es que venía a ducharme y no saludar es de mala educación, me lo dice mi amama¹— me disculpé con una sonrisa.

—¿Te vas a duchar?— Preguntó Juanjo mirándome con curiosidad, guardando las cosas con las que se estaba lavando la cara.

—Sí, te lo acabo de decir— Respondí.

—Borde de mierda— Dijo sonriendo ladinamente mientras se pasaba los dedos por el pelo para despeinarlo, usando un cepillo justo después, volviendo a peinárselo.

Le dejé ahí volviendo a alejarme para, esta vez sí, dirigirme a ducharme, no sin dedicarle una última mirada antes de entrar a el espacio en el que las duchas estaban y cerrar la puerta detrás de mí. Después de desnudarme entré al último cubículo dejando mi toalla fuera, abrí la llave del agua y dejé que cayese sobre mi cabeza, mientras yo me mantenía cabizbajo con los ojos cerrados, relajado y de espaldas a la puerta.

Estaba tan tranquilo que ni siquiera escuché cómo la puerta se abría y se volvía a cerrar con seguro, no me di cuenta hasta que la puerta de la ducha en la que me encontraba se abrió y sentí dos manos en mi cintura, y ahora el que se sobresaltaba era yo.

—¿Qué haces?— Pregunté mirando de reojo a la persona detrás de mí, sin atreverme a moverme y tampoco sabiendo como interpretar esa situación.

—Pues ducharme, ¿No lo ves?— Respondió él con simpleza acariciándome con los pulgares la cintura.

—Sí, pero ¿por qué tienes que hacerlo justo en esta ducha, Juanjo?— contesté mordiéndome el labio inferior para reprimir una sonrisa sin mover ni un sólo músculo.

—Es la primera en la que he pensado— Intentó justificar, aunque no me lo creí para nada.  —Y también porque me moría de ganas de hacer esto desde que terminamos nuestra actuación ahí fuera— Susurró contra mi oído y empezó a repartir besos cálidos por cada rincón de mi cuello al que él tenía alcance.

—Juanjo, la última vez que empezaste así casi se nos va de las manos, nos escuchó Paul y a saber quién más— Jadeé apoyando las manos en la pared delante de mí para mantener el equilibrio cuando sentí que me temblaban las piernas. Él sabe que los besos en el cuello son mi debilidad, y no se cohíbe en usar eso en mi contra cuando estamos solos.

—Pues intentamos no hacer más ruido del que debemos— Concluyó después de succionar en mi piel, algo que posiblemente se notaría por días. El contacto de sus labios contra mi piel se sentía cálido, quizás por el calor que se empezaba a acumular dentro de esas cuatro paredes. —¿O debería decir que no hagas más ruido del que debes? Es a ti a quien escuchan—  Susurró lentamente contra mi oído antes de que sus labios se encontrasen con mi tez una vez más. No era suficiente para él dejarme marcas rojas en el cuello, tenía pinta de que detrás de la oreja también estarían.

𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 // Juanjo y Martin.Where stories live. Discover now