𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 // Juanjo y Martin.

18| FiestOT.

POV: Martin

—Ayúdame a recoger tú al menos—  Última cena de domingo, y nos habíamos quedado solos recogiendo, una vez más.

—Voy—  Respondí levantándome con mi plato en las manos para llevarlo al lavavajillas, donde estaba Juanjo metiendo vasos y demás.

—Los vasos van aquí, Martin—  Cambió el recipiente de sitio.

—Vale, perdón.

—El plato ponlo del revés, por favor—  Me pidió, lo cambié sin responderle, y seguí metiendo vajilla que inundaba la isla de la cocina.

—Madre, qué guarrería—  Exclamó.  —Eso ponlo ahí atrás.

—Coño—  Me quejé y lo cambié de sitio.  —déjame en paz—  Suspiré guardando el cuenco que usé para el arroz con leche.

—Eso ahí no—  Ya cansado, lo saqué de nuevo y lo dejé agresivamente en la encimera. Rodeé a Juanjo para alejarme, y cuando intentó agarrarme el brazo para que no lo hiciese, lo sacudí obligándole a soltarme.

—¿En serio?—  Preguntó mientras seguí recogiendo aunque no contesté, volví a la mesa en la que comimos y seguí llevando cosas para guardarlas.  —Qué agresividad.

—Déjame, ¿no? Yo no te digo dónde pones las cosas o lo que dejas de poner—  Después de un rato de silencio mutuo me di cuenta de la actitud de niño pequeño que había tenido y de algún modo lo intenté arreglar.  —¿Estás cabreado?—  Pregunté mientras él tiraba restos de comida a la basura.

—No—  Respondió simplemente y pasó de largo a mi lado.

—Oye Juanjo—  Dije inclinando hacia un lado la cabeza.  —Venga, eh.

Se giró a mirarme con sorpresa, e imitó el gesto de sellarse la boca con cremallera.  —No digo nada más—  Y con eso, puso a funcionar el lavavajillas, terminó de recoger algunas cosas, y caminó en dirección a los vestidores dejándome solo limpiando la encimera.

Mientras terminaba de limpiar le daba vueltas en la cabeza a lo que acababa de pasar. Sabía que lo hice mal, y aunque suene a excusa, esa tarde volví agotado del ensayo en plató. Hablé para desahogarme con Juanjo antes de cenar, pero de todos modos seguía destrozado.

Dejé la cocina limpia, la mesa recogida, y caminé hacia el mismo lugar que mi novio, encontrándome con él, que estaba en su armario doblando ropa. Me vio enseguida, pero siguió con lo suyo sin darme mucha importancia, y me acerqué a él hasta quedar cara a cara.  —Perdón—  vocalicé inaudible sujetándole la mano.

—¿Qué?—  Dejó de ordenar y se puso frente a mí.

—Perdón—  Repetí pero él me miró en silencio.  —Te quiero—  Susurré.

Me miró con un reflejo de cariño en sus ojos, sin articular palabra. En el mismo momento que me di media vuelta, me rozó con suavidad cara, en lo que hubiese sido una caricia en la mejilla si no me hubiese movido. Tiré de su mano detrás de mi espalda y caminé con él hasta la habitación, aprovechando que el resto estaba en la ducha u ordenando.

Entramos, cerramos la puerta y me guió hasta su cama, donde se sentó y tiró suavemente de mí para quedar encima de él. Me giré para sentarme de lado, pero me detuvo.  —No, así—  Me puso cara a cara a él haciendo que me sentase a horcajadas y apoyé las manos en sus hombros.

—He vuelto agotado del ensayo, tanto físicamente como psicológicamente, y lo he pagado contigo sin que tengas la culpa, perdón—   Le miré a los ojos con honestidad mientras me disculpaba.  —Y luego he intentado arreglarlo y lo he empeorado al hablarte como si fuese tu culpa—  Sus manos se posaron en mis muslos delicadamente.  —Perdón por actuar como un crío.