1| he's a fucking boy.

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POV: Juanjo

Nunca había estado tan nervioso en mi vida como lo estaba en el momento de tener que salir de casa camino al casting. Para colmo, Zaragoza estaba inundada en lluvia ese día, y me empapé tan pronto como salí del coche. Entré al lugar, con el pelo chorreando, mientras el resto de gente estaba en perfectas condiciones. No podía empezar con peor pie, a partir de ahí sólo podían salir bien las cosas. Me llamaron para indicar que era mi turno de cantar, y me preparé para hacerlo.

Me presenté educadamente, y empecé a cantar cuando Noemí Galera me dio la señal de hacerlo. Algo que no duró mucho, porque me pidió que parase cuando se percataron de una gotera. —Pero hay muchas, eh—  añadí mirando asombrado al agua que caía del techo. Hablaban entre los profesores de la intensidad con la que goteaba, y como no sé quedarme callado, volví a abrir la boca.  —Ah, que no lo he dicho, que soy jotero— Dije explicando que la jota lleva años conmigo, y Noemí se empezó a reír, y yo no entendía por qué.

—Él es jotero, y hay una jotera— Dijo riéndose y señalado al agua que caía a borbotones, casi sin poder hablar, a lo que le acompañaba el resto de la mesa, y otros que estaban aquí para la audición. Cuando dije que las cosas solo podían ir a mejor, está claro que me equivoqué. Cuando Noemí intentó volver a hablar para pedirme que empezase otra vez, el ataque de risa volvió a apoderarse de ella, contagiandonos a todos.

Finalmente conseguí cantar, y grité saltando de alegría cuando se levantó a ponerme la pegatina que indicaba que pasaría a la siguiente prueba. Salí corriendo a abrazar a mis padres, mi hermano y mi mejor amiga, que estaban tan nerviosos como yo.



Los castings transcurrían, y yo iba pasando cada prueba a la que me enfrentaba, teniendo intervalos de descansos de 15 minutos, donde nos juntábamos a hablar de lo que haríamos si entrasemos a la gala 0 por lo menos. A mi lado, una chica rubia de Granada estaba sentada y hablaba con una sonrisa de la cantidad de tiempo que llevaba esperando para tener el valor de presentarse. Se hacía llamar Denna, aunque su nombre completo fuese Almudena, y por cierto, era guapísima. Todas las chicas de ahí lo eran.

Un chico se incorporó a nuestra conversación sentándose en frente de mí en el corro de diez personas que habíamos formado en el suelo. Su aspecto y su forma de hablar enseguida me llamaron la atención, lo único que sabía de él era que es vasco.  —¿Cuántos años tienes?— La voz de otro chico se hizo presente, con un reconocible acento sevillano. El chico que se acababa de integrar miró en su dirección.

—Dieciocho—  sí, en cada pierna.

—¿Sólo?—  Pregunté inconscientemente y él se giró hacia mí, ofendido pero aún sonriendo.

—¿No los aparento?—  No fui el único que pensó lo mismo, porque todos empezaron a decirle la edad que pensaron que tenía.  —Seguro que es por el bigote—  afirmó con una sonrisa, y todos estuvimos de acuerdo.

La conversación se volvió más enérgica desde que él se sentó con nosotros, bastante agradable, no voy a mentir. Se llamaba Martin, y supe desde el primer momento que era un chico muy especial, tanto para mí como él mismo a secas. Siempre contestaba alegremente a todo, dando un ambiente más tranquilo, y mostraba confianza contagiable, incitando al resto de nosotros a soltarnos más hablando. Agradecería muchísimo entrar a la academia, pero agradecería aún más que él entrase también conmigo, ya que la idea de convertirse en un amigo cercano, me emocionaba, y realmente me agradaba. Parecía el típico en el que podría confiar para desahogarme cuando lo necesitase, y el que me ayudaría sin pensar que exagero, sea cual sea la situación.

Esa noche me tiré en mi cama, escribiendo de inmediato en mi grupo de amigos para hablarles sobre el día que había tenido, obteniendo como contestación felicitaciones y mensajes honestos de apoyo y ánimos. Todo el día desde la mañana hasta el ultimo momento en la calle había sido agotador, por lo que en cuestión de segundos caí dormido, sin ni siquiera haberme cambiado de ropa ni abierto la cama.

𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 - Juanjo y Martin.Where stories live. Discover now