14| When the lights go down...

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POV: Juanjo

—Que alguien me agarre porque le clavo un cuchillo en cada ojo—  La voz de Ruslana se hizo presente mientras me acercaba a sentarme con ellos, y Martin se alejaba hacia la ducha.

-—Acabo de llegar y ya me estás poniendo verde?—  Naiara, Lucas, Bea, Paul, y Ruslana estaban en el sofá, y me senté en el que hacía esquina junto a ellos. —¿Qué he hecho esta vez?—

—Tú sabrás— Respondió la pelirroja.

—Eh, pues no, por eso pregunto— Me reí sarcásticamente. —Oye, por cierto, ¿qué le pasa a Martin? Se ha ido en cuanto he llegado—

—¿Veis como es tonto?—

—Vale que Martin sea tu amigo, pero Juanjo también lo es, Ruslana— Me defendió Paul, y ella respondió con una mueca.

Naiara habló. —Mira, yo no te debería decir esto y si Martin pregunta yo no te lo he dicho, pero se siente muy insuficiente—  Sus palabras honestamente me congelaron.  —Pero como se lo cuentes la que te clava cuchillos en los ojos soy yo—

—¿Como... insuficiente?—  Hice una pequeña pausa entre cada palabra sin saber cómo digerir esa información.

—Piensa que no le quieres tanto como él a ti, lleva así desde que vimos los vídeos—  Bea explicó con tranquilidad.

—Ahora sí que no entiendo qué he hecho para que se sienta así—

—Tranqui, tú no hiciste nada— El uruguayo se integró a la conversación.

—Joder que no—  Volvió a atacarme Ruslana resoplando.

—Pues no, ha visto a tus amigos y piensa que son mejores, más guapos, menos infantiles y cosas así—  Bea volvió a hablar cortando el posible discurso que me podría caer.

—¿Se siente infantil?—  Todos asintieron.  —Pero que tiene dieciocho años, no cuarenta, ¿como se supone que tiene que actuar?—

—A ver, Juanjo— Naiara inclinó su torso hacia delante, apoyando los codos en sus rodillas y puntualizando cada cosa que decía.  —No bebe apenas, no fuma, desayuna y merienda Colacao, se emociona con detalles pequeños, y se enfada cuando piensa que le habéis jodido el perro de juguete. Claro que se siente infantil—

—Joder—  Me recosté en el respaldo llevándome las manos a la cabeza. —¿Qué hago?—

—Pues hablar con él, pero ya—  Respondió Paul chasqueando los dedos.

—Pero se está duchando—  Dije y escuché la risa de Ruslana.

—¿Ahora te preocupa verle desnudo?—

—A estas alturas ya se lo viste todo, andate a hablar con él ahora mismo—  Dijo Lucas haciéndome sentir regañado, y supe que tenía razón, así que me levanté siguiendo lo pasos de Martin.

Abrí la puerta de las duchas con cuidado cerrándola detrás de mí del mismo modo. Sólo una estaba funcionando, y era la del fondo a la izquierda, como siempre. No esperaría a que saliese, así que me desnudé quedándome solamente en ropa interior, y me acerqué al cubículo ocupado.

Martin estaba sentado en el suelo de espaldas a mí, abrazándose las piernas y mostraba pequeños espasmos que daban a entender que estaba llorando.

Abrí la puerta con cuidado. —Martin—  Giró la cabeza sobresaltado. —Mi amor...—  Mi expresión mostraba compasión.  —¿Puedo sentarme contigo?—

Martin no respondió, sólo se movió un poco hacia delante dejándome sitio para sentarme.  —Perdón por tener que verme llorar otra vez—

Entré y cerré la puerta de cristal, sentándome a su lado con las piernas cruzadas. —Si te sirve de consuelo, ahora mismo no distingo las lágrimas del agua de ducha— Me sentí un poco aliviado al escuchar su risa suave. —¿Te quieres sentar aquí?— Dije palmeando mi regazo.

𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 // Juanjo y Martin.Where stories live. Discover now