4.- Votación

193 31 18
                                    

—A ver, ya hablamos Igarashi, Iemon, Chigiri, Imamura, Naruhaya, Raichi, Gagamaru y yo. —recopiló Kunigami— Faltan 4 personas y quedan 5 minutos, hablen rápido.

—Ah, ¡yo! Yo soy Wataru Kuon. Estuve involucrado en el secuestro de un político importante y fuí sentenciado por traición a la nación. Tengo 125 años de condena.

—La traición a la patria sí es un delito grave, tiene sentido que esté aquí. —Isagi ya podía descartarlo un poco, el pobre Kuon temblaba tanto que se veía buena persona. Isagi se sintió identificado.

—¡Yo soy Meguru Bachira! —se presentó oficialmente el chico dormilón. —Mi crimen fué matar a todas las personas que me molestaban, así que no me traten mal, ¿sí?~ Tengo 188 años de condena.

Pero- ¿Qué demonios? Este tipo es un asesino serial... —Isagi tragó saliva, ya tenía suficiente.

—¿Y tú, compañero? —preguntó Bachira, sonriéndole a un tipo de cabello rubio claro que parecía despistado y ansioso. —¿Qué maldades te trajeron aquí?~

—Oh, seguro. —El penúltimo preso se llevó unos mechones de cabello detras de la oreja antes de presentarse. —Me llamo Kira Ryouske. Estuve en una organización criminal que secuestraba mujeres y menores para venderlos al extranjero. Órganos, servicios sexuales, esclavitud, todo lo que puedan imaginar. No tengo remordimiento, pero sí unos merecidos 220 años metido en este agujero.

—¿Es en serio? —Isagi estaba asqueado. Un tipo de cara simpática y de buen ver como él no parecía un criminal. —Puede que atrajera a los niños con su carisma. Estos tipos están enfermos. Estoy rodeado de terribles criminales... Yo... no quiero estar aquí...

—Oye, tú. —Lo llamó Kunigami al notarlo distraído. —No te hagas el tonto. Habla.

—Eh.. ¡Sí! —Isagi tuvo pena al ser señalado, no quería dar una impresión sospechosa, así que se concentró para decir cuál era su crimen, pero su mente quedó en blanco. —Yo soy Isagi Yoichi y... Lo que hice yo...

El resto de los chicos permanecieron atentos a él, notando la manera en que su cuerpo temblaba y sus manos sudaban.

—No hice nada... —confesó bajando la voz, tratando de que no se formara un nudo en su garganta. Intentó ser fuerte, pero más que tristeza, sentía rabia, un infinito coraje hacia la justicia del país. —¡Yo era inocente! ¡Me inculparon de ese atentado! ¡¿Cómo podría hacerle daño a mis amigos?! ¡No lo hice! ¡Yo no lo hice!

El tiempo se terminó, Isagi no pudo decir su condena y eso hizo que muchos sospecharan de él.

—¿Cómo les fué? —Preguntó Ego, apareciendo nuevamente en pantalla. — ¿Ya tienen una respuesta? Perfecto. Digan por quién votan y porqué.

—¿Uh? ¿Debemos votar en voz alta? —preguntó Chigiri.

—Yo voto por Gagamaru. ¿Quién se come a su abuelita? ¡jajaja! —rió Naruhaya.

—Te mataré, enano. —amenazó Gin estirando sus manos hacia el castaño, sin éxito debido a las cadenas.

—Yo voto por... —Kunigami hizo una pausa y luego vió al chico frente a él. —Isagi.

—¿Qué? ¿Porqué? —Isagi sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier instante.

—Tu confesión exagerada sonó conveniente para que te descartaramos. Es más fácil hacerse la víctima que fingir ser un criminal. —explicó dando su voto.

—Yo también voto por Isagi. —apoyó Chigiri. —No tiene pinta de ser un criminal y tampoco nos dijeron qué tipo de policía es el infiltrado.

—¡Pues que sean tres! —votó Raichi. —¡Muerte al policía!

—¿Ya qué? No tengo criterio para estas cosas. —dijo Gagamaru votando por Isagi.

Yoichi ni siquiera tenía la fuerza para hablar. Todos estaban usándolo de referencia y eso significaba que terminarían muriendo por una mala interpretación. Se culpó por haber sido tan sincero, quería devolver el tiempo y decir su condena sin dejarse llevar por sus emociones. La única oportunidad que tenía para salir libre se acabaría ahí.

—No tan rápido. Llevarse por la corriente los convertirá en presa fácil. —dijo Bachira, tocando el hombro de Isagi. —Él dijo la verdad. Es inocente. Yo le creo.

—Bachira... —Isagi no podía creerlo. Por fin alguien estaba de su lado.

—¿Sí? ¿Entonces a quién le das tu voto? —cuestionó Igarashi, interesado en una respuesta distinta.

—A él. —señaló al peliblanco que mantuvo una reacción de sorpresa. —Fuiste el más mentiroso de todos, Kira Ryouske~

—¿Kira? ¿El más mentiroso? ¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Isagi.

—¿Uh? Pues que todos mentimos. Excepto tú, claro. —respondió sonriendo.

—Un momento, ¿qué idiotez es esa? —reprochó Kuon.

—Todos dijimos porqué estamos aquí. —apoyó Naruhaya.

—Excepto el pelirrojo inútil. —se quejó Raichi.

—Pero no dijeron todo. —siguió Bachira. —En cambio, Kira dijo más de lo que debía y por lo general no cuentas ese tipo de detalles la primera vez. Un policía trataría de agregar información convincente para pasar desapercibido y mostrarse como alguien que sabe de lo que habla, porque ya ha visto a criminales hacerlo. O me equivoco, ¿oficial Ryouske?

—Es ridículo, Bachira. —se burló Kira.

—No. De hecho, tiene sentido. —Isagi observó cuidadosamente al peliblanco, notando cosas que otros no. —Cuando nos esposaron a todos y nos llevaron a esa sala, yo iba detrás del resto y no recuerdo haberte visto. Además, modulaste tu voz al presentarte para sonar más severo. Lo sé porque yo hacía eso para intentar ligar con las chicas... pero no tiene nada que ver. Y por último. Tú estabas ahí.

—¿De qué hablas? ¿Dónde? —Kira se desentendió mostrando confusión, pero Isagi estaba más que seguro.

—En mi juicio.

PENTÁGONO DE LA MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora