6

264 31 0
                                    

Por Charlie:


Estaba comenzando a pensar que me estaba volviendo completamente loco últimamente. No podía ser tan idiota. Me había dejado llevar por el momento, pretendiendo que estaba viviendo en un cuento de hadas, cuando en realidad sabía que estaba en un infierno. Estando cerca de él llegaba a olvidarme de los hechos, me olvidaba de lo importante: yo estaba secuestrado en manos de unos mafiosos en la que desgraciadamente el chico que tenía en frente mío, dispuesto a besarme, formaba parte.

Yo me daba cuenta de que él quería salir de eso, o al menos era lo que me daba a entender. Pero la realidad era que seguía siendo un asesino, una mala persona, y yo como un imbécil estaba cayendo en sus encantos como si me importara una mierda que la vida de mi mujer y mi madre estuvieran en sus manos.

Yo era consciente de que él despertaba cosas en mí, cosas que no podía comprender con claridad, pero era algo que me hacía recordar una vida que yo ya tenía completamente enterrada.

No podía, simplemente no podía hacerle esto a ella, y tampoco podía hacérmelo a mí mismo. Solía ser un poco masoquista a veces pero esto ya era demasiado.

Nick se me acercaba cada vez más. Su mano tomaba la mía con fuerza, como si tuviera miedo de que saliera corriendo.

Podía sentir su respiración cerca de mis labios, y mentiría si dijera que eso no me ponía la piel de gallina. Pero estaba mal, muy mal, estaba completamente enfermo al sentir algo así y lo sabía.

—Bueno, creo que deberíamos volver. Tu padre puede sospechar algo. — me alejé lo más que pude de Nick, dirigiéndome hacia el auto sin siquiera mirarlo. Me sorprendió ver su semblante tan triste, como si acabara de romperle el corazón, y a decir verdad, me alegraba que fuera así. Él no podía quererme, y si lo hacía, yo no podría corresponderlo.

—¿Pasa algo? — se sentó a mi lado, colocándose el cinturón de seguridad muy lentamente. Yo no podía sostenerle la mirada.

—No, sólo que tengo muchas cosas que hacer, no puedo demorarme.— se notaba que Nick no me creía pero no preguntó más nada, y eso me alivió. En parte me sorprendió su actitud, yo pensaba que se enojaría o me exigiría explicaciones, teniendo en cuenta la persona que era, pero no fue así.

Condujo en silencio absoluto por unos minutos hasta que llegamos a la casa. Me quise morir cuando vi que Stéphane estaba parado hablando con Sofi en la entrada de la casa. Seguro pensaría cualquier cosa y empeoraría todo.

Sofía me dedicó una mirada de asombro al ver que llegábamos juntos, y algo debió ver mi mirada desesperada, por lo cuál decidió hablar.

•••

—¡Chicos! Muchas gracias por hacerme el favor de llevarle las medicinas a mi amiga, pobre, está muy enferma. Debería haber ido yo pero de todas maneras muchas gracias, espero que no les haya sacado mucha charla, le encanta hablar. — Charlie le agradeció con todo el corazón, aunque no sabía si él se lo había creído. Nick al principio no entendía una mierda pero al ver a su padre, asintió rápidamente.

—Sí, la verdad es que preguntó mucho por vos, me dijo que te avisara que estaba un poco mejor, que te espera para tomar el té una tarde de estas.— Sofía sonrió agradecida y Nick le devolvió la misma sonrisa, aunque notaba que su padre estaba muy raro. Ni siquiera les había prestado demasiada atención, parecía más preocupado por la llamada que por la llegada de los chicos.

Nick decidió escapar de la situación, y con cuidado de que su padre no lo viera, lo tomó de la mano, llevándolo hasta su habitación.

—Charlie, perdón por lo de esta tarde. Yo no quiero que me odies, estoy haciendo todo lo que puedo para que veas que estoy intentando cambiar, sí? No quise incomodarte con mi acercamiento. — Charlie se moría por decirle que no le incomodaba, al contrario; le encantaba, pero no podía.

—La verdad es que si me incomodó bastante. Estoy casado, y creo que no hace falta recordarte que estoy acá por obligación, porque ustedes me tienen secuestrado. Ya es un infierno esta vida que estoy teniendo, por favor, no me la empeores más.— Nick odiaba saber esto, intentaba ignorar el hecho de que estaba casado y toda esa mierda, pero, al parecer la vida no se cansaba de mostrarle las miles de razones por las que nunca podrían estar juntos.

—Está bien. Te prometo que se me va a pasar, te juro que no voy a molestarte más, pero, no te enojes conmigo. Si pudiera controlar lo que me pasa lo haría, de verdad. — Charlie quería gritarle que no quería que se le pasara, que no se alejara de él porque de ser así sentía que se moriría, pero por supuesto siguió con su actitud fría.

—Vas a tener que poder hacerlo, así como yo controlo las ganas de escupirles la cara a tu padre y a vos cada vez que los veo. Espero que no falte demasiado para que el mío de la cara, sino creo que soy capaz se matarme antes de seguir en este lugar.— le dolía tanto hablarle así, no sabía porque pero se sentía tan culpable. Se suponía que no le importaba que sufriera, es más, quería que así fuera, pero ahí estaba, ahí estaba ese dolor asfixiante en el pecho, ese temblor en las manos, ese cosquilleo en el estómago que le obligaba a mandar a la mierda el supuesto odio que tenía hacia él.

Sentía que el nudo en su garganta era insoportable, y seguro si no se iba en ese mismo instante se iba a soltar a llorar sin importarle nada ni nadie. Tragó saliva con dificultad y se dio vuelta para irse. Nick lo tomó del brazo, y Charlie no fue capaz de voltearse, pero tampoco lo soltó.

—Voy a ayudarte a que vuelvas a tu vida, voy a hacer lo que pueda para que seas feliz. Si no es conmigo, al menos me alegra saber que alguien te espera afuera. Es la primera vez que siento que me muero de amor por alguien, y me muero más sabiendo que nunca me vas a ver de la manera que yo te veo. Pero, tampoco puedo culparte, yo tampoco me querría si fuera vos. Haces bien. — lo soltó lentamente, como si no quisiera dejarlo ir, pero, era exactamente lo que acababa que hacer.

Charlie sentía que las lágrimas caían sin parar, y el dolor era cada vez más asfixiante. Tenía que calmarse, debía ser frío para evitar sentirse mal, y también para evitar Nick siguiera sintiendo lo que sea que sentía por él. Sabía que amor no podía ser, ellos apenas se conocían, pero cualquier tipo de sentimiento en referencia a eso debía ser arrancado, y Charlie lo ayudaría así le costara.

Sabía que sería difícil salir de ahí, pero al menos si tendría la ayuda de Nick podría ser un poco menos complicado, y si de verdad quería ayudarlo, le parecía muy noble de su parte. Renunciar a su propia felicidad para que él pudiera ser libre, una libertad que anhelaba y envidiaba.

•••

Pasaron semanas en las que apenas se miraban, no hablaban entre sí a ni aunque Sofía estuviera presente. Como siempre, les preguntaba a ambos como se sentían y ellos se apoyaban en ella, ya que era el único que apoyo que tenían en esa casa. Por otro lado, Stéphane había estado examinando de cerca la situación, sintiéndose satisfecho al ver que por fin se habían alejado, así como él quería. Igualmente las amenazas a Charlie seguían presentes, cada vez que tenía la oportunidad lo denigraba y le volvía a recordar que si lo veía cerca de su hijo no dudaría en ser incluso más severo que la última vez.

Nick había buscado consuelo en sus amigos, se quedaba semanas enteras en casas ajenas para evitar cruzarse con Charlie. Así y todo no podía dejar de pensar en él ni un momento, lo extrañaba demasiado. Tampoco tenía tanto para extrañar porque los pocos pasos que había avanzado, fueron tirados a la basura con su última charla.

Hoy, después de muchos días ausente, decidió volver a su casa. Para no sentirse solo había invitado a un par de amigos para hacer una especie de fiesta, necesitaba alcohol para distraerse.

Les había pedido disimuladamente a sus amigos que no lo dejaran solo ya que no quería volver a cometer el mismo error y caer en brazos de Charlie otra vez.

Ahora mismo, se encontraba junto a Ben, Imogen, Darcy y los demás eran personas que ellos habían invitado. Nick no quería hacer algo muy grande, sobre todo porque no quería exponer a Charlie otra vez a lo mismo, sabía que no le gustaban las personas así. Se odiaba por pensar tanto en él, odiaba no poder ser tan frío como Charlie lo era.

Sabía que Charlie lo ignoraría pero no pensó que tanto, al punto de ni siquiera mirarlo. Pero, de todas formas lo entendía, o intentaba hacerlo a pesar de su dolor.

—Me tenías abandonada, parece que ya no me querés ver. — le dijo Imogen. Ellos habían tenido algo en un momento, y a decir verdad hasta hace poco se seguían viendo, era una chica muy hermosa, a Nick le parecía muy linda pero últimamente (como todo) la había dejado bastante de lado por lo que estaba sintiendo por Charlie.

Quería obligarse a sí mismo a intentar algo con ella, realmente era hermosa y la pasaban muy bien juntos, y tal vez era eso lo que Nick necesitaba para sacarse a ese chico de la cabeza.

—Es verdad, estuve un poco ocupado con unos asuntos y no te di mucha atención, pero poco a poco estoy volviendo a interesarme por algunas cosas. — le sonreía coqueto. No le costaba mucho fingir que le gustaba, tal vez en algún momento se lo llegaría a creer.

—Espero estar entre esas cosas que te interesan entonces. — no disimulaba ni un poco lo desesperada que estaba por un poco de su atención, y eso le facilitaría bastante las cosas.

—Ahora mismo sos la única que me interesa, pensé que se notaba.— se acercó a sus labios para besarla desesperadamente, le importaba una mierda que sus amigos estuvieran viendo todo.

Le preocupaba mucho darse cuenta de que no sentía nada con ese beso. Antes con solo beso alcanzaba para que la llevara a la cama sin ningún problema. No tenía ningún tipo de sentimiento que no fuera carnal, y ella parecía no importarle así que nunca fue un problema. Empezaron a tocarse descaradamente al frente de todos, hasta que Ben decidió hablar.

—Podrían conseguirse un cuarto, asquerosos. Algunos queremos que los que ingerimos no nos lleve directo a vomitar. — todos rieron, incluso Nick que sonreía mordiéndole el labio con más fuerza, provocándolo.

—Vos porque ninguna chica te da bola, envidioso. — Ben le quería responder que las chicas no estaban en su lista de deseos precisamente pero teniendo en cuenta como era Nick, no quería que supiera nada de lo suyo.

Nick estaba tan metido en sus asuntos que no notó la presencia de Charlie en la sala. A decir verdad, sí, le molestaba, pero entendía el esfuerzo que Nick hacia para dejar de sentir lo que sentía, y tampoco debería importarle lo que hiciera.

Ben llevaba tiempo interesado en ese chico, le parecía muy lindo. Notó algo en su mirada que estaba dirigida a Nick, y decidió ir tras él cuando salió disparado hacia la cocina.

—¡Ey! — lo llamó. Notó algunas lágrimas que salían de sus ojos y se preocupó. —¿Estas bien? Perdón, no nos conocemos, soy Ben.


—Charlie. Si, estoy bien, sólo que estoy un poco estresado, mucho trabajo para una sola persona.— Ben le creyó porque no tenía idea de lo que pasaba. Pensó que era el momento perfecto para acercarse a él.


—Ya veo... ¿Te ayudo? — Charlie sonrió un poco. —¿Qué? Cocinar no cocino ni un huevo frito pero puedo ayudarte a preparar los tragos al menos.


—No hace falta, yo tengo que servirles a ustedes, pero muchas gracias. — Ben dio un paso al frente.


—Insisto. Si no me dejas ayudarte me voy a enojar con vos, no me cuesta nada, de verdad. Además, si te soy sincero, me quería escapar de la parejita.


—¿Cual parejita? Bueno, no te enojes entonces. Como vos quieras, solo digo que no hace falta, yo puedo.


—Nick e Imogen, parece que están saliendo de nuevo. Igual esos no duran ni dos minutos, Nick no sirve para estar en una relación seria. Supongo que debe estar caliente o algo así, es un asco... — se rio. Por su parte Charlie se quería morir, no quería dejarse en evidencia así que asintió sin saber que decir. —Bueno, yo llevo esta tanda, y podemos tomarnos algo nosotros...


—No, no puedo. Estoy trabajando, no debería.


—Ya es tarde, después de esto supongo que vas a descansar. Acéptame uno, porfa. A cambio yo te ayudo a limpiar. — Charlie seguía confundido con la actitud del chico, pero no negaba que necesitaba compañía y ese chico parecía amable.


—Bueno... Un trago y después ordeno, no te niego la ayuda, me vendría bien si quiero terminar temprano, si no te molesta... — Ben hizo una seña con las manos, restándole importancia.


—Si te estoy invitando es porque no me importa, si vos querés, hacemos eso entonces. Vos me ayudas con tu compañía, y yo te ayudo con la limpieza. Todos contentos.— Charlie sonrió y asintió.


—Acepto.— Ben también sonrió. Ese chico le parecía hermoso. Le guiñó un ojo medio en broma y se fue a llevar la bandeja.


Cuando volvió se sentaron los dos en la mesa, uno frente al otro. Ben le preparó un trago que solía salirle muy rico, un gin tonic. Charlie no solía tomar mucho y si lo hacía no pasaba de una que otra cerveza, y nunca lo había probado. A juzgar por su cara, parecía que no le había gustado.


—¿Está feo? Juraría que es el que mejor me sale. Si no te gusta te puedo preparar otro, ese es bastante fuerte. — Charlie cambió su cara de disgusto por una sonrisa, le había gustado. Sonreían los dos. —Que boludo. Sabía que era el mejor haciendo tragos.


—No está mal la verdad. Teniendo en cuenta que solo tomo cerveza, esto es de otro mundo para mi.


—Eso porque no probaste la piña colada que hago. De las mejores. — Charlie se tomó el trago casi de un sorbo. Ben le ofreció otro, y lo aceptó sin pensarlo demasiado.


—Me parece que tenés mucho ego, morocho.


—Ego no, autoestima. Y reconozco mis habilidades. Igual para no haber tomado nada, los tragos estaban muy buenos.


—Lo que pasa es que Sofi me dio una especie de guía donde explican cómo prepararlos. La verdad que los primeros que hice estaban asquerosos, pero teniendo en cuenta de que en esta casa van a haber muchas fiestas tengo que practicar.

—Si, eso es verdad. Igual si todavía no te sale alguno me podes preguntar a mi, yo tengo mucho conocimiento sobre estas cosas.— Charlie se reía de todo, parecía que cada cosa que decía era lo más gracioso del mundo

—Conocimiento sobre la noche tenés vos. — Ben abrió la boca, riéndose. La verdad era que los dos la estaban pasando muy bien, y eso que recién se conocían.

—Recién me conoces y ya me sacaste la ficha. Muy bien, Char. Ya me caes mejor.

—¿Qué, te caía mal? Discúlpame pero es la primera vez que te veo en mi vida.

—No pero me imaginaba que eras de esos típicos chicos aburridos que viven para el trabajo, que no la pasan bien nunca. Igual a juzgar por tu historial alcohólico supongo que no me equivoqué mucho.

—No se necesita alcohol para pasarla bien igual. — Ben se acercaba cada vez más a él. Era como si un imán estuviera entre ellos, y Charlie por un momento se había olvidado de que Nick seguramente estaría en su habitación revolcándose con esa chica.

—Tenés razón, con una buena compañía basta y sobra. — le tocó el hombro sonriendo, fingiendo que le sacaba una pelusa inexistente.

—¿Me estas tirando onda o me parece a mi?

—Pf, ¿ahora quien es el que tiene mucho ego? Simplemente te saqué una pelusa que tenías, ¿un gracias no se te cae ni de casualidad a vos no?

—Gracias.

—Ah menos mal, ya estaba empezando a pensar que eras un maleducado, muy mala la primera impresión que me estás dando.— no había sacado la mano de su hombro, ni Charlie se alejaba de su cuerpo. Estaban a centímetros, mirándose fijamente.

—Yo no tengo que darte una buena impresión, y digamos que vos tampoco me diste una buena a mí. Egocéntrico, atrevido y chamuyero.

—Y también soy hermoso, un poco de reconocimiento podrías darme.

—Bueno eso te lo puedo reconocer sin problemas.— Charlie estaba tan borracho, y tan contento por haber dejado de pensar en Nick, que lo besó. Fue un beso simple, sin mucha ciencia, pero lo suficiente para olvidar un poco su terrible vida amorosa, y su vida en general que también era una mierda.


—¿Que pasa con los tragos que no vi-— cualquier tipo de sonrisa que tuviera en su cara se borró al instante al ver esa escena. Las piernas le temblaron, sentía que todo lo que había ingerido amenazaba con salir de su cuerpo en ese mismo instante. No podía creerlo. Es decir, no tenía nada que reclamar, pero le había dolido más de lo que había querido reconocer.


—Nick... — Charlie sonrió un poco. No es que fuera una basura, pero le alegraba un poco devolverle exactamente con la misma moneda. Era infantil, sí, pero en ese momento pareció importarle muy poco.

Everything has changed || Heartstoppper.Where stories live. Discover now