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Nick se sentía un tarado. Charlie no sólo lo había rechazado con la excusa de que era casado, si no que también le había mentido con que no quería nada con él.

No entendía nada, y más allá de que no podía reclamarle las cosas, quería que le diera alguna que otra explicación, así fuera una mentira, para que al menos estaba comprender algo de lo que echaba pasando.

Charlie, por otro lado, se había dejado llevar por una especie de celos que había sentido con Nick, no entendía que le había pasado con ese chico. Se había olvidado de absolutamente todo con un par de tragos encima. Él era el primero en decir que el alcohol no solucionaba los problemas, y se había comportado como un idiota, patético e inmaduro.

No podía evitarlo, se había sentido mal al darse cuenta de que Nick no sentía nada por él. Y era contradictorio porque era lo que quería en cierto punto, quería que Nick lo odiara para que fuera más fácil para ambos, pero sus sentimientos parecían jugarle una broma bastante pesada.

Decidió que era momento de aclarar las cosas, ya no podía seguir escapando de lo que sentía por más que lo intentara. Después de eso, buscaría la manera de escaparse y volver a esa vida de mentiras, porque estando ahí se había dado cuenta de que todo lo que él había llegado a construir, lo hizo a través de una gran farsa.

Toda la vida había tenido tendencias homosexuales, y en el momento en el que conoció a Laura aún las seguía teniendo. Poco a poco se fue obligando a borrar esos pensamientos, los escondió muy muy en el fondo de si mismo, rogando por no sacarlos a la luz nunca más. Pero todo se había ido a la mierda en tan poco tiempo, todos sus esfuerzos por tapar la realidad, por seguir adelante pese a la infelicidad que llevaba arrastrando durante toda su vida, todos los planes que tenía de seguir adelante con esa nueva vida que se había inventado, se habían ido por la borda en el momento en el que lo conoció a él.

En parte por eso no quería estar cerca de él, quería ignorarlo, prefería echarle toda la culpa a Nick con respecto a sus sentimientos, para no hacerse cargo de los suyos.

Pero la realidad era que cuánto más intentaba negar sus sentimientos, más fuertes se hacían. Sabía que ni siquiera Laura había sido capaz de borrar su pasado tan horrible, ella era tan hermosa, tan buena, tan dulce, pero ni así había logrado que él borrase por completo esos recuerdos. Porque el Sol no se podía tapar con un dedo, y eso era lo que él había intentado hacer desde que la conoció.

Ahora ya no quedaban dudas de que no le gustaba realmente, se había engañado a si mismo. Sí, la quería con el alma, incluso sentía que la amaba de alguna forma. Lo que pasaba era que ellos eran almas gemelas, era todo lo que Charlie había querido pero, a lo mejor siempre la había amado como persona, no como mujer. Todavía no entendía muy bien lo que sentía, lo único que sabía era que no podía seguir ocultando lo que lo que le pasaba con Nick.

Él jamás se había imaginado estar viviendo algo así. Quizá tenía uno que otro recuerdo suyo de niño, imágenes que venían de golpe a su memoria, como por ejemplo un compañerito de jardín que lo molestaba, y que Charlie quería ser su amigo, o a lo mejor quería ser más que eso. No lo sabía. Parecía que esos recuerdos fueran de otra persona, no los sentía suyos pero a la vez presentía que si había pasado, y que por algo sentía todas estas cosas ahora.

Perdido por perdido, decidió que era hora de hablar las cosas. Quizá era porque estaba un poco tomado, pero consciente de cada uno de sus errores, empezando por negar lo innegable: Nick le gustaba.

Nick se encontraba en el patio, ya no quedaba nadie en la casa. Había salido a respirar un poco de aire fresco. Después de lo que había visto, sintió tanta tristeza que tuvo que salir corriendo.

Everything has changed || Heartstoppper.Where stories live. Discover now