17

156 17 2
                                    

Narra Charlie:

Me encontraba en mi habitación, recostado en mi cama con el doctor Bauer mirándome fijamente. Habíamos tenido ya dos sesiones de terapia, esta era la tercera, y yo aún me sentía realmente intimidado con su presencia.
Todavía no habíamos avanzado una mierda a decir verdad, no porque yo no quisiera, sino porque no recordaba nada para comenzar a contar.

—Bien, hoy haremos algo distinto. Te voy a mostrar imágenes, y me vas a decir lo primero que se te venga a la cabeza, si? Cualquier cosa está bien, no lo pienses demasiado.

Yo asentí y me dediqué a mirar la primera foto. Era rara, a simple vista parecían dos cabezas pegadas de bebés.

—Familia.

Me mostró otra, esta era oscura, diría que hasta tétrica.

—Miedo.

La siguiente era más colorida, lo primero que vi fue una pareja, no supe si eran hombres o mujeres, pero estaban como con una especie de Luna de fondo.

—Amor.

Luego otra, que parecía una mariposa, aunque cuando la vi de nuevo parecían pájaros.

—Libertad.

La siguiente parecía una mancha grande de sangre, realmente fea.

—Accidente. Esto es horrible, ¿que se supone que tengo que decir?

—No digas nada más que lo que percibas. Quedan pocas, tranquilo.— asentí, ya un poco cansado. Me mostró una que tenía al menos cinco colores, muy extraña. A esa no le encontré forma en verdad, solo veía manchas sin sentido.

—Vida.— no supe porque dije eso, tal vez por la cantidad de colores que tenía.

Luego me mostró una que era lo opuesto, totalmente negra, parecía un pozo sin salida.

—Muerte.

Quedaban dos. La siguiente era como de un oso atacando al otro, uno parecía el padre y el otro el hijo.

—Padre.

La siguiente parecía un auto al final de una carretera, aunque mirándola mejor no sabía si era un auto o un animal, no veía una mierda.

De repente, sentí un dolor muy fuerte en el pecho, esa imagen me daba terror. Como si fuera un recuerdo horrible, no entendía porque el solo hecho de imaginarme una carretera me daba miedo.

—Autos, carretera, accidente...— comencé a respirar agitadamente. El doctor apartó las fotos rápidamente, acercándose a mí. Yo me escurrí hasta el final de la cama, en una esquina, asustado. No quería que se me acercara.

—¿Estás bien?

—¡No! ¡Quiero que se vaya!— no sabía porque pero mi cabeza comenzó a imaginar una carretera horrible y oscura, mucha sangre en el suelo...

—No me voy a ir. Tenemos pocos días a la semana para hablar, realmente lo neces—

—¡No me importa! ¡Quiero que se vaya! ¡Esto es una mierda!

—¿Has tenido un recuerdo? Por favor es importante que me lo digas.

—¡No lo sé! Es demasiado confuso... Es horrible, es... No entiendo. — sin darme cuenta, comencé a llorar desesperadamente. Él solo se limitó a mirarme, volviendo a su lugar. Me dejó mi espacio para que me calmara, pero yo no lo conseguía. Era horrible, tenía miles de imágenes en lo cabeza pero ninguna era lo suficientemente clara como para recordar algo.

—Por lo que veo, la imagen de esa carretera te ha vuelto loco. Tal vez sea por ahí donde haya que indagar. Yo no voy a presionarte, si? Está en vos si querés seguir por el día de hoy o no.

Everything has changed || Heartstoppper.Onde histórias criam vida. Descubra agora