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La oscuridad de la noche se había visto reemplazada por los primeros claros de luz del día, acompañado con alguna que otra avecilla cantante. Si hubiese pasado una noche del todo buena, podría haber despertado sin problemas... pero le había tomado tiempo conciliar el sueño, y ahora sentía que taladraban su cabeza por la falta inminente de sueño, aunque no podría quedarse en la cama por mucho más tiempo, Arabella siempre se levantaba cuando el mundo natural lo hacía y por eso mismo, sabía que no podría volver a dormir tan fácilmente.
Aún tenía pensamientos revoloteando en la conversación que había mantenido con Polly, dio vueltas a la información como si un simple nombre pudiese entregarle todas las respuestas que necesitaba, lo que evidentemente no sucedería, suspiro antes de sentarse en su cama y estiró sus brazos mientras su mirada alcanzaba la ventana, los rayos de luz se filtraban por ella e iluminaban su piso de madera, inclinó su cabeza hacia el costado a la vez que ponía en orden sus emociones. "No tienes de que preocuparte" se repetía aquella frase en la mente, y puede que fuese cierta, puede que solo se estuviese ahogando en un vaso de agua, pero como podría ignorar a sus instintos, aún cuando sabía el efecto que Tommy podía causar en una mujer.
Conocía de esos efectos, los llevaba experimentando desde que supo que le gustaba, y la guerra solo lo volvió más interesante, más sombrío y lleno de misterio o tal vez solo exista la posibilidad de que estuviera sobre reaccionando, aquello la había mantenido despierta gran parte de la noche, pensaba un sin fin de cosas y luego llegaba a la conclusión de que estaba sobre pensando demasiado ya que no tenía la información completa.
Para cuando finalmente se levantó de la cama, se ocupó de organizar la misma, entonces tomó algunas cosas antes de perderse por la puerta del baño, lo más probable era que tomar un baño le ayudaría a relajarse un poco, ya que sentía algunas pequeñas tensiones en su cuerpo.
Aquel día utilizo un vestido verde oliva, el que se ceñía amablemente a sus curvas, no era vulgar y mucho menos sin clase, había sido un regalo de su madre comentándole que las modas estaban cambiando y que pronto necesitaría un guardarropas nuevo, quizás por eso había llegado con una maleta extra de su viaje. Cuando finalmente estuvo presentable bajo las escaleras de su casa, aún tenía un poco de tiempo para desayunar, sabía que probablemente en el Garrison aún no hubiese nadie, y no esperaría a las afueras del bar.
Dentro de las opciones que había pensado para aquel día, no elaboró algún plan, por el contrario, solo iría a "tantear" el terreno, conocer a la mencionada camarera y quizás usar su inteligencia para atar algún cabo suelto o disipar alguna duda que le ocasione la mujer.
Cuando llego a su cocina, comenzó a mirar las gavetas, no había comida y claramente serias, así no estuvo por al menos tres meses, así que solo optó por prepararse una taza de té... estaba virtiendo el agua en su taza cuando comenzaron a golpear a su puerta, uno, dos y tres golpes, solo esperaba que la persona que estuviera al otro lado de la puerta no fuese Tommy, aunque él sencillamente solo hubiese entrado.
