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La señora Choi no tardó en presentar a su gran y único hijo Seungcheol, aclarando que su muchacho era una tumba en cuanto a negocios se trataba, y en algún punto sería la cabeza de la empresa, aun así Joshua tomó su momento para hablar con Jeonghan antes de entrar a la terraza y disfrutar de la invitación al desayuno, no podían negarse por cortesía pero la presencia de Seungcheol era algo que tenían que discutir entre ambos.

Los negocios para Joshua y Jeonghan eran muy importantes, estaba claro que no les gustaba que se supiera cuál sería su siguiente paso, y eran muy conservados en cuanto a sus posiciones en muchos aspectos, aunque parecía que Joshua hablaba bastante, nunca soltaba lo que se pasaba por su cabeza.

Joshua era más estricto que Jeonghan, quien se volvía un juguetón en ciertas situaciones.

Joshua con una sonrisa permitió que Seungcheol tomara el desayuno con ellos, asegurándose que no había ningún tipo de problema. Seungcheol solo podía pensar en la extraña relación que había entre ellos, entendía que Joshua era su representante pero era como si Jeonghan no tenía una propia boca para hablar por sí mismo.

Fruncía su ceño cuando los observaba, intentando descifrar si algo más se ocultaba entre ellos, ni siquiera era capaz de admitir que aquellos pensamientos se producían porque deseaba conocer a Jeonghan, y Joshua se sentía como la gran barrera entre ellos.

El desayuno no fue silencioso por la manera en que su madre preguntaba acerca de todo de Jeonghan, y sus opiniones acerca de la moda que había hoy en día, a lo que Jeonghan contestaba tranquilamente. En algún punto aclaró que la ropa unisex no le molestaba en lo absoluto, le encantaba explorar y estaba abierto a todo.

La voz de Jeonghan finalmente alrededor de Seungcheol, el tono de voz se escuchaba completamente dulce, lo aguda que llegaba a ser le quedaba perfecta a lo que Jeonghan representaba. Completa belleza, elegancia y tranquilidad.

Seungcheol era el único que se mantenía en silencio en la mesa, disfrutando de las frutas picadas y la limonada de fresa que se había servido.

Incluso si su propia mente lo obligaba a mantener su vista en el paisaje, su mirada siempre terminaba sobre Jeonghan, mínimo un imán se encontraba en la dulzura de los ojos de Jeonghan.

— ¿Cuánto tiempo tienes siendo Idol, Choi Seungcheol? — Jeonghan cruzó una de sus piernas, el tenedor que estaba en su mano jugueteaba con una de las frutas mientras le observaba del otro lado de la mesa.

— Oh.

Ser un tema de conversación era lo que menos se esperaba.

Lo común para Seungcheol era estar en silencio en la mesa en cuanto a negocios se trataba, ya que a nadie realmente le interesaba su carrera de Idol en el mundo del modelaje y mucho menos cuando se estaba hablando con la legendaria señora Choi.

Jeonghan lo miraba, probablemente todos lo estaban mirando ahora, pero al único que miró fue a Jeonghan con sus cabellos detrás de sus orejas, y la lengua paseándose por los labios cuando se ensució por la crema batida de las fresas.

Volvía a estar ese pensamiento de una extraña tensión formándose entre ellos, no sabía si es que estaba prestando demasiada atención a todos los detalles del rostro de Jeonghan o era lo común que todos quedarán sumido en la belleza del que ahora lo miraba con atención.

— Empecé a los veinte. Mi madre no quería que lo hiciera, por eso empecé tarde. — Contestó Seungcheol antes de ser interrumpido por su madre, quien sostuvo su mano en la mesa para hablar.

— La vida del Idol no es la mejor, he escuchado ciertas historias de ese mundo, y nunca quise saber sobre nada de eso pero ver a mi hijo feliz es lo más importante, además de que lo hace muy bien.

Big Reputation | Jeongcheolजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें