Tal vez era el echo de que sus ojos no brillarán o que su pequeño cuerpo no crecía de manera adecuada, los Quirks crecían y se hacían poderosos con una velocidad alarmante con cada generación, y tal vez, podrían sacar provecho de esos pequeños detalles de la evolución, el era uno de esos tantos cambios genéticos para la adaptación, solo así, se podría hacer un futuro seguro.
— Su quirk llega a expectativas alarmantes... lo ha activado poco antes del año estimado, y su resistencia a los ataques que posee... es sorprendente...
La emoción se desbordaba por sus palabras, su inmunidad a los quirks era sorprendente, si lo lograban desarrolar hasta sus limites, su miraba y perspectiva del mundo de una manera totalmente diferente a la de los demás.
— Su resistencia a los ataques corporales y su recuperación es casi perfecta... aun que sigue siendo particularmente inutil.
— ¿Sería correcto seguir usando quirks de fuego en su cuerpo?, es lo que mejores resultados han dado, aparte, podríamos probar su transmisión de quirk, ya probamos de todos modos que sus ojos no funcionan igual a los de su padre.
— Podríamos hacerlo... es una pena aquello, no dejo de pensar en la cantidad de animales muertos, aun que experimento 00-3 parecía disfrutarlo...
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— ...Intento 48, inmunidad compartida...
El cansancio en su mirada era visible, las ojeras crecían mientras sus ojos se mantenían fijos en la pantalla que daba a la habitación resguardada, había meses que no habia mejoría en su quirk, parecía estancado, casi como si el niño se limitará.
Miro el fuego rodear su cuerpo mientras corría al gato, aferrando su cuerpo al suyo, notando como este desaparecia en medio de sus brazos, dando así otra muerte a la lista de fracasos.
— Detener...
Miro como 00-3 se retorcía ante una corriente eléctrica y las llamas se detenían, sus ojos viajaban por la habitación, se se tia frustrada, devastada, tenía que interrogar que pasaba para detener tan abruptamente el crecimiento exponencial del quirk.
Camino por los fríos pasillos, había sangre por varias partes del suelo, algo normal que ya era parte de su día en día.
— Necesito a 200-7 en mi laboratorio
Menciono entrando a su sala privada, llena de papeles y una mesa de operaciones en el medio, tardaron varios segundos antes de ver al niño, por primera vez en persona.
"¿Segura de tus experimentos?"
El bien mayor era lo más importante... pero verle por primera vez, era un sentimiento que le llegaba hasta la garganta y las ganas de vomitar le rodeaban.
¿Realmete... ese era un niño?
— Soy la doctora choi... necesito que te sientes sobre la mesa
Se dio la vuelta intentando relajarse un poco, las jeringas frente ella para las muestras estaban listas, de tamaños poco adecuados para alguien.
