El verdadero Precio de la Oscuridad

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El verdadero precio de la Oscuridad

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El verdadero precio de la Oscuridad.

Advertencia: es un relato que toca temas sensibles. Tener precaución o pasar de este. 


¿Qué significa ser un villano? Es la pregunta que suelo hacerme.

De niño siempre creí que se trataba de una figura mala a la que todos debíamos temer, pero al mismo tiempo, combatir. Se conocía como la encarnación del lado oscuro o negativo de la naturaleza humana. Representaban la ambición desmedida, la falta de empatía, la crueldad, la manipulación y la búsqueda del poder a cualquier costo. Personas, entes o cualquier otra cosa, que elegían actuar de manera contraria a los principios morales o éticos y que a menudo justificaban sus acciones mediante una racionalización distorsionada de la realidad.

Pero, ahora me doy cuenta de que son una manifestación de los conflictos internos y de las sombras que existen dentro de cada individuo, sirviendo como un recordatorio de la complejidad y la dualidad inherente a la condición humana. Lo que me lleva a otras preguntas: ¿Cuándo se manifestará esa maldad? ¿En quiénes? ¿Y en qué momento seremos esos villanos para otros? ¿A cuántos lastimaremos?

Siento el frío del metal alrededor de mis muñecas, las esposas apretadas como una serpiente asfixiante. Por supuesto, me obligan a doblarme, a ceder ante la fuerza implacable que me rodea. Por otro lado, la voz del policía, áspera y autoritaria, resuena en el interior de la patrulla, mezclándose con el zumbido constante de la radio.

—Lo tenemos —dice el policía por la radio, con tono impasible y seguro—. Hemos atrapado al sujeto que estábamos buscando. El mismo que llevaba veinte tiendas saqueadas en el Bronx y dos jóvenes apuñalados en un callejón.

Mi corazón golpea contra mi pecho con una intensidad dolorosa. Veinte tiendas. Dos jóvenes muertos. Mis acciones, mis errores, ahora pesan como cadenas alrededor de mi cuello. El sudor se acumula en mi frente, mezclándose con el rastro de sangre seca que adorna mi rostro moreteado.

¿En qué estaba pensando?

¿Dinero? ¿Fama? ¿Respeto? ¿Qué era lo que quería?

Me encuentro mirando mi reflejo en el retrovisor, soy un espectro de lo que solía ser. Los ojos cansados y llenos de resentimiento, mezclado con un oliváceo moretón que iba desde mi pómulo derecho a la boca, y una pequeña cortada en la otra mejilla; la mandíbula apretada en una mueca de dolor y angustia. ¿Es este el precio de mi libertad? ¿El precio de mis errores?

Respiro.

Me siento ansioso de abandonar aquella maldita tienda y sumergirme a las calles nocturnas y desiertas de esta puta ciudad, con aquellas luces parpadeantes de los edificios altos, como estrellas distantes de mi propia oscuridad. Sin embargo, por la ventana, veo cómo otro auto policial se lleva al "monstruo", el verdadero. Ese ser, a diferencia de mí, representaba la encarnación misma del dominio y su oscuridad, capaz de doblegar tu alma y espíritu, hasta volverte nada.

Truco o Trato: Una Antología de Horror.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora