𝐎 𝐋 𝐃 𝐄 𝐑 || 𝖤𝗇𝗓𝗈 𝖵𝗈𝗀𝗋𝗂𝗇𝖼𝗂𝖼

Tʀᴇᴄᴇ |𝟏𝟑|

Luego de abrir los ojos gracias a la luz tenue que entraba por la ventana, bostece y comencé a caminar hacia la cocina.

Matias y Enzo estaban hablando y riendo hasta que llegue yo. Mi hermano sentado en la mesa mientras que su amigo estaba parado, posando todo su peso en la mesada.

Cuando Matias noto mi presencia, me sonrió y me dijo "Buen día, Jochu", mientras que Enzo se puso tenso enseguida, sus labios soltaron un "Buenos días".

–¿Que hay para desayunar?–dije caminando hacia una alacena, para luego abrir sus puertas y buscar una caja de cereales. 

Camine hacia al lado de Enzo, que analizaba cada uno de mis movimientos, y que cuando me acerque y nuestro brazos se rozaron, se alejo cómo si mi cuerpo quemara, completamente tenso.

Tome un tazón, le puse yogurt y luego los cereales (como todo persona normal), y me senté con mi hermano.

–Bueno, cada quien desayuna a la hora que quiere–Matias rompió el silencio.

–¿Eh? ¿Qué hora es?–pregunte para luego llenarme la boca de cereales.

–Las tres de la tarde–respondió Enzo después de mirar la hora de su reloj.

Me daba risa que use reloj en pleno 2024, es un viejo.

Pero volviendo al tema...

El yogurt me salió por la nariz, ganándome risas de mi hermano y Enzo.

Anoche me había dormido a las ocho de la mañana por hablar con Juani. Él me contó lo emocionado que estaba por la peli.

–Espero que sepas que te vas a poner para la premier. Acordate que tenes que ir de negro.

–Si, el vestido que me puse para el casamiento de la amiga de mamá.

❀

Me quede mirando el vestido que había dejado en mi cama. Estaba muy nerviosa, y eso que yo no aparecía ni en los créditos.

Me desvestí el pijama y me vestí el vestido. Era negro, con escote cuadrado, tajo en las piernas y mangas de tul. Se amoldaba perfectamente a mis curvas. (foto del vestido al final del cap)

Me termine de maquillar, lo que más resaltaba era un foxy eye que resaltaban mis ojos azules y delinee mis labios con marrón para rellenarlos con un tono nude. Y claro que me encargue de tapar los chupones.

Mi pelo estaba listo, Lacio pero con bucles en las puntas. Me calce los zapatos dorados y me mire al espejo.

Me gustaba lo que veía.

Suspire y salí de la habitación, y ni bien salí, pude ver como la puerta de Enzo estaba abierta, y se veía como él luchaba con la corbata.

Me reí para mi misma y me acerque, al llegar, Enzo me miro a través del espejo.

–¿Necesitas ayuda?–dije acercándome a él.

–No, puedo solo–respondió, frunciendo los labios y las cejas, moviendo sus manos, intentando hacer un nudo en ese mini pedazo de tela. Enarque una ceja y me cruce de brazos–Bueno, si, ¿Me ayudas?–dijo, ganándole al orgullo.

Se dio vuelta, quedando al frente mío. Gracias a los zapatos, no hacia falta que haga puntitas ni que Enzo se agache para llegar a su cuello.

En unos simples segundos, en los que sentí la mirada de Enzo fija en mí, termine de hacerle un nudo perfecto en la corbata. Él se dio media vuelta, mirándose en el espejo.