¿𝐐uien iba a decir que luego de cumplir los 18 todo cambiaria? O mejor dicho...Luego de que Jose, la hermana de Matias Recalt llega a ser mayor de edad, el comportamiento de Enzo, amigo de Matias y crush de Jose, comienza a cambiar su actitud con e...
Mi tarareo era lo único que se escuchaba en la casa.
Enzo aún no volvía y eran las 23:45. La preocupación, los nervios y la ansiedad se adueñaba de cada parte de mi ser.
Baje a la cocina a buscar algo para comer, algo para desviar mi atención en otra cosa que no sea Enzo. Era raro no haberlo visto en casi todo el día.
Antes de bajar el cuarto escalón de las escaleras, como si lo hubiera invocado, La puerta principal se abrió, revelando a Enzo.
Sentía que la mandíbula se me estaba por caer y que mi corazón se hacia chiquito al ver el estado en el que había llegado.
Ahí estaba él, despeinado, con una camisa blanca algo desabotonada y marcas de labial en ella, en el cuello y en la cara. Me vio y guardo su celular al instante para luego sonreírme.
¿Estaba borracho o porque me sonreía luego de llegar así?
Sentía que mis piernas perdían el equilibrio, me había quedado sin aliento y sentía que estaba por llorar.
Camine ligero hacia la habitación y puse el seguro.
Lagrimas se deslizaban por mis mejillas, empapando mis clavículas al caer.
Actué de impulsiva, fui a instagram y busque la foto que le había sacado a Felipe en el cafe. Luego de ponerle un texto y etiquetarlo, toque al "Publicar".
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A Pipegonzalesotano, Juanicar, Franromerofran y a 125 más le ha gustado tu historia
Luego de unos minutos, mi hermano me llamo.
–Josefina Recalt–dijo en tono de reto–¿Como es eso que estas saliendo con Felipe?
Me quede helada, consciente de lo que había hecho. Pero ya no había vuelta atrás.
–¿Que...?
–La foto que subiste–hizo una pausa y chasqueo la lengua–Boluda, es mi amigo, dale. Trata de evitarlo, porque por más de que no tenga taaanta relación con Pipe, es de mi circulo más cercano–dijo en un tono serio.
–Ah, si, si.
–¿Estas llorando? Tu voz se quiebra, ¿Estas bien?–preguntó, haciéndome llorar más.
–Si, estoy bien. Mañana hablamos–intente mantener la voz para luego colgar.
No podía creer lo que había hecho Enzo.
¿Será porque salí con Pipe?, él sabe que es un amigo, y tampoco me presento así a su casa.
Tenia miles de preguntas y ninguna con respuesta.
¿Y lo peor? Enzo ni se había gastado en venirme a buscar al cuarto.
Las lagrimas se apoderaban de mis mejillas, no se ni que hora era pero no podía parar de pensar.
