Cᴀᴛᴏʀᴄᴇ |𝟏𝟒|

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⎯⎯ Perspectiva de Jose ⎯⎯

La película había estado buenísima, estaba muy orgullosa de todos, se notaba el esfuerzo y la dedicación que le habían puesto.

Todos ya habían salido de la sala, y cuando estaba por salir yo también, algo me detuvo. Una mano en mi brazo que me detenía mi caminar.

Me gire sorprendida, era Felipe.

–Ay, me hiciste asustar–dije exagerando, llevándome una mano al pecho y logrando que él me regale una de sus sonrisas de golden retriever.

–¿Me pasas tu número? No lo tengo–dijo tímido.

Me tomo por sorpresa pero de todas maneras se lo pase. Al fin de cuentas yo seguía soltera, y Felipe no era más que un amigo.

En el auto, no había dejado de felicitar a Matias, realmente me enorgullecía muchísimo.

Llego el momento de la despedida, Matias acerco todas sus valijas a la puerta y me miro con una sonrisa nostálgica. Me abrazo y yo se lo correspondí.

–Te voy a extrañar, Jochu–dijo sin soltarme.

–Yo más, Matu.

Luego de unos segundos más abrazados y la despedida con Enzo, mi hermano se subió al taxi que lo estaba esperando.

Enzo y yo nos quedamos fuera de la casa, saludando con la mano hasta que el taxi desapareció de nuestro rango de vista.

Entre a la casa, él cerro la puerta y tiro todo su peso en ella. Suspiro mientras me miraba, sonriendo. Me reí y me acerque a él.

Abrió los brazos para abrazarme y me lance a él, a sus labios.

El beso tenia sabor a "Al fin", y en un momento rápido Enzo me alzo. Sin que nuestras bocas se separen, camino hacia el sillón, donde me acostó segundos más tarde.

Tiro su peso sobre el mío, nuestros pechos se apretaban entre si.

Sus dientes atrapaban mi labio inferior, mordiendolo. Estuvimos asi una y otra vez, hasta que un sabor metalico se apodero de mi boca, provocando una sonrisa en Enzo para luego volver a besarme.

Mis manos recorrieron su cuello, sus brazos, su pecho, y su espalda repetidamente. Los besos de Enzo bajaron por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello.

Ante las mordidas y succiones de Enzo, se me hizo imposible no soltar jadeos.

Cerré los ojos por el placer y pase mi mano por su pelo, tirándolo suavemente.

Una de sus manos bajaron a mi pierna que estaba descubierta gracias al corte del vestido. Sus dedos se aferraron a ella, y me atrajo más hacia su entrepierna. Pase mi otra pierna, cruzando ambas en sus caderas, presionándolo más contra mi.

A Enzo se le escapo un gemido entre dientes, ya tenia la erección, podía sentirla en mi entrepierna, a través de la fina tela de su pantalón.

Su mano subió, por arriba de la tela de mi vestido, apretando uno de mis pechos. Solté un gemido.

Mi celular sonó, y ambos miramos hacia esa dirección.

𝐎 𝐋 𝐃 𝐄 𝐑 || 𝖤𝗇𝗓𝗈 𝖵𝗈𝗀𝗋𝗂𝗇𝖼𝗂𝖼Where stories live. Discover now