Vᴇɪɴᴛɪɴᴜᴇᴠᴇ |𝟐𝟗|

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Abrí los ojos debido al ruido de valijas rodando por la escalera.

Al parecer estos hijos de puta no saben lo que es agarrar la valija y levantarla.

Anoche me dormí tarde, debido a que hice los bolsos porque recordé que no les había hecho, y si hoy me encargaba de eso, estaba segura que me olvidaría la mitad de la ropa aquí.

Bostece con pereza, puse un pie en el piso y al notar que caminaba de piernas abiertas, como un pingüino paspado, no pude evitar sonreír al recordar el porqué caminaba así. Los recuerdos de la noche anterior hacia que mi ropa interior se empape.

Me pare de la cama y me cambie; me puse un pantalón de tela blanco y un top strapless, que dejaba ver la marca del bronceado que me había dejado el bikini.

Baje a la cocina, donde estaban la gran mayoría. Solo faltaban Pipe, Pardella y Fran.

Ni bien puse un pie en el comedor-cocina, sentí la mirada de Enzo escaneándome de arriba a abajo, logrando ponerme los pelos de punta.

–Buenos dias, chicos.

–Buen día–respondieron todos al unísono.

Pase por la mesa en la que estaban todos, y a unos pasos ya estaba al frente de la mesada.

Comencé a prepararme un cafe frío, cuando a la mitad de el proceso, sentí unas manos en mi cintura.

¿Enzo se volvió loco?

Gire un poco la cabeza para ver quien era, Felipe estaba ahi, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.

–Buen día, Jose–dijo dándome un beso en el cuello, sin soltar sus manos de mi cintura.

–H-Hola–tartamudee. Luego de esto, se fue a la mesa a desayunar con los demás.

¿Felipe es bipolar o qué onda?

Una vez que termine el cafe, me di vuelta, quedando al frente de la mesa donde ya estaban todos.

En lo que busque con la mirada un lugar para sentarme, mis ojos se pararon en Enzo, quien su mirada estaba fija en Felipe. El de ojos claros estaba al frente de el morocho, y Pipe lo miraba con una sonrisa divertida, mientras que Enzo lo miraba como si quisiera ahorcarlo ahora mismo.

Entiendo poco y nada de lo que esta pasando.

Decidí no preocuparme, y seguí el recorrido con mis ojos en la mesa, en busca de un lugar libre.

Una silla estaba vacía, entre Juani y Lain. Camine hacia allí y me senté entre ellos.

–A vos te tengo que preguntar algo después–le dije en un susurro a Juani.

–¿Qué?–me respondió él.

–Después te digo.

–No, ahora.

–Después.

–Josefina no podes ser tan conchuda de decirme eso, decime ahora.

–Desp...–me interrumpió con una acción. Me agarro del brazo, parándome de la silla y me llevo al living, lejos de los demás.

–¿Qué pasoooo?–dijo dando minis saltitos, mientras yo me reía por su desespero y ansiedad de querer saber que le iba a contar.

–¿Sabes que onda Felipe?, ayer me dio un beso adelante de todos. Y encima, él ya sabe la verdad.

–¡Ay eso boluda! Me re olvide de contarte–dijo tragando un cacho de pan que se había robado de la mesa–Lo del beso ni idea, raro. Igual cuando te termino de comer la boca, miro a Enzo y creeo que le guiño un ojo.

𝐎 𝐋 𝐃 𝐄 𝐑 || 𝖤𝗇𝗓𝗈 𝖵𝗈𝗀𝗋𝗂𝗇𝖼𝗂𝖼Where stories live. Discover now