Rumania High School

Moda

¡Por fin ganamos una ronda!

Fuimos los mejores en Teatro, y no es por presumir, pero fue gracias a mi habilidad en la improvisación que pudimos ganar.

Interpretamos una infidelidad. Yo era el hombre "infiel" que al final terminó siendo una mujer -sí sé, medio turbio lo que se me ocurrió, pero ¿Qué se puede hacer? Así soy y nadie me cambiará-. A los jueces se les hizo gracioso y sobre todo ingenioso y nos dieron el punto a nosotros.

Además, desde que Fernanda y yo quedamos para interpretar el dúo musical y escogimos la canción, hemos estado ensayando mucho, mucho, muchísimo. Queremos que salga perfecto porque dijeron que vendrían personas especiales a vernos y que serían los jueces de ese día.

A veces nos topamos con Jorge y Axel -también con JD, de vez en cuando- y ellos se quedan ayudándonos con la canción... Ah, y algunas veces Carlos se cola en los ensayos como el metido que es, junto a Frederick, pero Carlos se aparece muchas veces más.

Ha pasado una semana, y los siete días tuvimos distintas rondas y cada una de las instituciones se supo llevar su punto:

-Gastronomía - Repostería / New York High.
-Arte - Dibujo / New York High.
-Teatro - Improvisación / Rumanía High.
-Deportes - Vóleibol / New York High.
- Gastronomía - Banquete salado / Rumanía High.

Ellos nos van ganando por un punto, pero podremos vencerlos, solo es cuestión de tiempo... Ya lo verán.

Pero bueno, como le habían pedido a Diana por Twitter, ella complació a sus seguidores y ahora mismo estaba haciendo un pequeño live mientras mostraba la preparación de la ronda de Moda, que consiste en una pasarela. Desde que les informaron de qué se iba a tratar, los modistas -tanto de Rumanía como de New York- han estado sumamente ocupados creando nuevos diseños y consiguiendo modelos.

Hicieron una encuesta en nuestra página oficial del colegio en Twitter, poniendo de candidatos para modelos a varios estudiantes, entre ellos, ganaron algunos de mis amigos: José Daniel, Mateo, Violetta, Sebastián y Diana... ¡Ah! También ganó Demian, el hermano menor de Mateo, ya que se había vuelto algo reconocido en el colegio desde que se hizo novio de Daisy.

Hablando de esa niña, podemos decir que el estrés la estaba consumiendo. No dejaba de gritar y moverse de un lado al otro mientras daba órdenes a los demás. Era la líder y organizadora de todo esto y debía salir perfecto.

Fernanda ofreció su ayuda, y, por concierne, yo también. Y ahora estábamos aquí, con los modistas y Gemma, quienes trataban de ayudar al igual que nosotras dos.

Carlos, Frederick, Erick, Adrián y otros chicos ayudaron poniendo las cosas afuera en la cancha. ¿Por qué todo se hace ahí? Bueno, la cancha de fútbol es el único sitio realmente enorme -y cuando digo "enorme" es enorme- en este plantel para que la mayoría de las cosas que quieren poner, se pongan. Dato innecesario, pero que tenía que aclarar.

En la noche empezaba la pasarela y todos estaban nerviosos.

—¿Crees que esté bien? —busqué la opinión de Fernanda, mientras miraba a la distancia como Daisy observaba la máquina de coser con una intensidad extrema. Estoy segura que si esa pobre máquina tuviera vida, estaría temblando de miedo.

—No, no lo está —aseguró, acercándose a Gemma para extenderle un pedazo de tela—. Daisy puede ser muy perfeccionista cuando quiere. Y si las cosas no le salen al pie de la letra, entonces seguirá intentando hasta que salga.

—Pobre —se lamentó Gemma, inflando un globo plateado.

Me lo pasó a mí para que lo amarrara, algo que hice mientras Daisy se levantaba y regañaba a una chica por poner alimentos en el área de trabajo, asegurando que podia manchar las telas o vestuarios. Sigilosamente oculté un pedazo de dulce, sin que nadie excepto Dios lo notase.