Capítulo XX

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Vic: ¿Y, cuándo te vas?

Sil: El 22, luego regreso y preparare todo para la boda.

Vic: ¿Quien iba a decir que te casarías con ese magnate en cuanto? ¿Ocho meses de noviazgo?

Sil: Siii. Estoy feliz.
Mm...Sin embargo a ti es a quien no te veo feliz.

Vic: Las cosas con Inés no están bien.

Sil: Supuse que eso pasaría.

Vic: Le pesa estar escondiendonos. Lo cual no entiendo porque sabía que nuestra relación sería así.

Sil: Bueno pero quizás pensó que más adelante las cosas cambiarían. Y es entendible...Victoriano, tienes una familia.

Vic: Lo se, pero le pedí que aguantara un poco más.

Sil: No prometas cosas que luego no vas a cumplir. ¿O qué? Dime la verdad Victoriano, ¿cambiaron tus sentimientos hacia ella?

Vic: Claro que no Silvana, la amo. Ella y mis hijos son lo más importante para mi.

Sil: ¿Entonces?

Vic: Sólo que esto me hace sentir vivo. Salgo de la rutina de los negocios, la política es atrapante.

Sil: Ya no sigas, la detesto. Espero que no te conviertas en un político más que lo único que hace es...regarla

Victoriano sonrió.

Sil: Mira que quiero que estén ambos en mi boda. Y espero que como pareja.

Vic: Tranquila que allí estaremos. Ah, ¿Inés te hablo por el cumpleaños de los mellizos?

Sil: Si, ya tengo la invitación.
Oye, de verdad, cuídala. No voy a apoyarte con otra mujer.

Santos rio.

Vic: Ni la habrá.

🔸🔸

I: ¿Olvidaste algo? (Pregunto al verlo llegar)

Vic: No...

I: Creí que irías al aeropuerto desde la oficina.

Se acercó a ella la tomo de las mejillas y le dio un efusivo beso cual fue correspondido de igual forma.

Vic: Estamos bien ¿Verdad? (Pregunto preocupado una vez que separaron).

Inés solo sonrió.

Vic: Iré a despedirme de los bebés.

Inés lo siguió por detrás y observo la tierna escena. Victoriano era un buen padre. Siempre se preocupaba por su hijos pero no pasaba tiempo con ellos a costa de su trabajo.

Luego de darle a ambos un beso y tocarles sus naricitas se volvió hacia ella.

Vic: Estaré de regreso el jueves. Lo prometo.

🔸🔸

Los días para Inés pasaron bastante lentos. Aún así, recibía el llamado de Victoriano en las noches lo cual calmaba un poco su angustia. No entendía bien lo que le sucedía, o quizás presentía que Santos se encontraba en una situación cómoda y priorizaba su carrera política a su familia.

Trato de despejar su mente con esos pensamientos negativos y considerar que ella era la egoísta por sentirse así si Victoriano era feliz con lo que estaba logrando.

Incontables veces se pregunto a si misma si ella era la equivocada.

🔸🔸

El viernes amanecio con un sabor amargo pero Inés supo mostrar su mejor cara durante el día.
Era el cumpleaños número uno de los mellis, como solía decirles, y el contratiempo de Victoriano para llegar el día anterior la había decepcionado nuevamente. Sin embargo logro sobreponerse cuando hacia la tarde llegaron los invitados quienes preguntaron por su ausencia.

La Nueva SantosWhere stories live. Discover now