Capítulo XXI

893 88 44
                                    

Vic: Gobernador, qué... qué sorpresa.

Gob: Pero qué casualidad encontrarte por aquí muchacho, mira, cada vez más parecido a tu padre.

Le dio un fuerte apretón de manos y luego lo palmeó.

Edg: ¡Victoriano!

Un hombre de buen porte se acercó a ellos.

Vic: Senador Morales... usted también aquí.

Edg: Ya Victoriano, solo Edgardo.

Gob: El es el hijo de Servando ¿te acuerdas? (Dirigiéndose a Angélica)
Ella es Angélica, mi esposa.

Vic: Un gusto señora.

Gob: Y, la dama es...(Indagó con curiosidad)

Vic: Inés, Inés Huerta, ella es...

Carmona frunció el ceño no entendiendo el vínculo. Hasta lo que sabía Victoriano era soltero y alli estaba, como un hombre de familia.

I: Inés Huerta de Santos.

Ang: Un gusto Inés. ( Correspondió mientras extendía su mano)

Carmona volvió a mirarla extrañado.

I: Viuda de Servando. ( Completó)

Gob: Ohh ahora entiendo, usted es la segunda esposa. Qué placer conocerla.

Edg: Siempre tu padre y su buen gusto Victoriano. Es un placer señora. ( Beso el dorso de su mano)

Gob: Mira nada más estos pequeñines, querida.

I: Oh, mis hijos. Amparo, Jano y Emiliano.

Ang: Son muy hermosos.

I: Gracias.

Edg: Espero que luego te acerques a la mesa Victoriano, mira, allí están Méndez y su mujer.

Victoriano asintió con la cabeza mirando hacia allí a modo de saludo.

Vic: Iré más tarde, claro.

Gob: Bien, un gusto señora. Nos vemos luego Santos, hay mucho de qué hablar.

🔸🔸

Vic: ¿No vas a probar bocado?

Pregunto luego de transcurrir una cena sumamente incómoda.

I: No tengo apetito.

Vic: Mi amor.

I: No, ni lo digas.

Vic: No quería que hicieran preguntas.

I: Por eso querías escondernos, ¿todos ellos eran amigos de Servando?

Vic: Si, lo eran.

I: Te avergüenzas.

Vic: Solo de mi, de lo que hice, no de ustedes.

I: Sientes vergüenza porque ante ellos serías un traidor. Si supieran de lo que era capaz Servando.

Vic: ¿De qué hablas?

Ines no respondió.

I: Cosas...que no sabes.

Vic: ¿Cómo cuáles?

I: Nada...

Vic: No, ahora habla.

Vic: Dije, no. Y quiero que mañana regresemos.

Vic: ¿Qué?

Edg: Disculpen, ¿Victoriano podrías acercarte?

Vic: Si, si, lo haré en unos momentos Edgardo.

La Nueva SantosWhere stories live. Discover now